Leonardo Boff: otro pasito más hacia la Nueva Era
Por si no estuviera claro lo que con la Nueva Era se quiere hacer (desaparición del cristianismo e implantación de un orden mundial basado en principios pseudoreligiosos de carácter gnóstico y pagano) Leonardo Boff nos ha dado unas pistas para que no nos perdamos por el amplio mundo de lo por venir quizá, ya, aquí.
Antes que nada, decir que Leonardo Boff es el típico catastrofista manipulador de datos climáticos, entre otros, que pretende arrimar el ascua a su sardina ecologeta con ánimo, además, de deteriorar la imagen de la religión que, sin duda, no tiene: la católica.
Eso, claro, le ha desviado del mensaje cristiano de tal forma que bien podemos decir que es, sólo, una sombra de lo que pudo haber sido y ha devenido profeta de la Nueva Era, cual Elías que huye pero no de quien quiere matarlo sino de quien quiere acogerlo en su seno.
Pero, para el caso de hoy, debemos decir que uno de los postulados de la Nueva Era es que la Tierra, el planeta en el que habitamos, vivimos y morimos, es, en realidad, un organismo vivo. En concreto dice que “La Tierra es de hecho un superorganismo vivo”, un requeteorganismo, un chiripitifláutico superorganismo estratosféricamente hablando. Vamos, la rechifla.