InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: General

14.04.25

Amigo de Lolo – Lolo, mártir

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).PRESENTACIÓN

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.

El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.

Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. 

Lolo mártir

Estamos más que seguros que algún lector estará pensando, nomás ver el título del artículo, que sin duda nos hemos equivocado. Y es que nuestro amigo común, el Beato Manuel Lozano Garrido, a la sazón Lolo, no murió producto de haber sido martirizado ni nada por estilo sino que lo que le pasó fue que, luego de padecer mucho a lo largo de los años Dios quiso llevárselo a su Casa donde seguros estamos de que está.

Y eso es más que cierto pero…

Cualquier creyente católico sabe que la palabra mártir quiere decir, en general, “testigo”. Y es que se entiende que da testimonio de una fe acendrada y bien asentada en el corazón quien, encontrándose ante una situación en la que su vida pende menos que de un hilo, es capaz de perdonar a quien corta ese hilo…

Y esto también es verdad pero…

Por otra parte, es seguro que siempre se tenga en la mente y en el corazón que los mártires, a lo largo de los siglos, han dado, literalmente, su sangre por la fe que tenían (pues haciendo lo que hacían demostraban que la tenían)

Y también eso es verdad pero…

Como vemos, tenemos unos cuantos “peros” que suelen ser los que abonan el campo de las ideas para sembrar otras posibilidades que van más allá de lo que hay antes de los “peros”.

Esto lo decimos porque nosotros creemos que Lolo fue un mártir en el sentido esencial de lo que eso significa y que, como decimos arriba, tiene no poco sino todo que ver con la palabra “testigo”.

En efecto, Manuel Lozano Garrido fue testigo (y, por tanto, mártir no tan incruento como se pueda pensar…)

- Dando testimonio de la creencia en Dios Todopoderoso,

- Dando testimonio del Amor que Dios quiere para sus hijos y entre ellos,

- Dando testimonio de una devoción especial por todo lo religioso católico,

- Dando testimonio de cómo es posible soportar, por fe, el sufrimiento,

- Dando testimonio de la bondad de Dios al entregarle una serie de dones que hizo rendir al, y más, del 100% como dice la Parábola del Sembrador,

- Dando testimonio, y siendo ejemplo perfecto, de hasta dónde se puede llegar aceptando lo que a uno le viene en la vida,

- Dando testimonio de ser capaz de sobrenaturalizar el sufrimiento,

- Dando testimonio de una perfecta unidad de vida,

- Dando testimonio…

En fin… como vemos, es posible seguir con esta relación de realidades como una catedral de grandes, acerca de que nuestro Lolo seguramente no dio su vida como los mártires, digamos, ordinarios (con ser extraordinarios) pero lo hizo a su modo y es un modo que, además, nos puede servir de buen ejemplo a seguir. Y eso, se diga lo que se diga, es algo más que provechoso para su prójimo.

Pero es que, incluso en lo dar su “sangre” también Lolo se distinguió pues ¿es que no es dar la sangre que uno tiene, la vida que le corre por las venas, la entrega a su prójimo con todas sus consecuencias entre las cuales se encuentra el dolor y el sufrimiento?

Pues eso, que el Beato Lolo, creemos nosotros humildemente y aquí lo decimos, fue mártir y, por tanto, testigo de Dios en el mundo. Y es otra razón más para dar gracias al Creador por ser capaz de suscitar entre sus hijos a los que muestran las amplias posibilidades que hay de dar testimonio de la fe que se tiene.

Eleuterio Fernández Guzmán


Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.


Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (111)

El de las estrellas es uno de los muchos idiomas que Dios utiliza para entenderse con los hombres. Por eso las pone tan altas para que así digan cosas a todos, sin distinción”

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

24.03.25

Amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena – Ser templos de Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).PRESENTACIÓN


Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.
El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena –Ser templos de Dios

Os voy a decir algo importante, sin ningún regateo: vuestro corazón es el niño privilegiado de la Obra del Universo, porque verdaderamente ha nacido para ser relicario del mío” (Beato Lolo, de su libro Reportajes desde la cumbre)

No exageramos si decimos que las palabras que Manuel Lozano Garrido pone en boca de Dios Padre son verdaderamente iluminadoras y nos llevan por el buen camino hacia su definitivo Reino. Y es lo que pasa en este su libro de título “Reportajes desde la cumbre” que no es otra, seguro, que el Cielo mismo.

Como tantas otras veces hemos hecho al traer textos de este luminoso libro del Beato de Linares (Jaén, España) no es poco cierto que nos vienen la mar de bien porque nos hacen comprender aspectos bien determinados de nuestra fe católica. Y el de hoy es, exactamente, eso lo que nos hace comprender mejor si es que podríamos albergar alguna duda sobre el tema que toca.

Sobre el mismo podemos decir que desde nuestra creencia cristiana tenemos muy claro que cuando decimos que somos templo del Espíritu Santo es que creemos que lo somos y, para empezar, deberíamos cuidar muy mucho nuestro sólo, y nada más y nada menos, que por eso.

Pero por si no tenemos muy claro lo que eso supone para nosotros aquí pone Lolo palabras de Dios que, desde su cumbre, pone blanco sobre negro para todo se vea más que bien.

Ya sabemos que cuando Dios creó al hombre lo hizo a su imagen y semejanza. Por eso podemos estar seguros que tal creación fue a la que más cercana se sentía Quien la creó pues no es lo mismo ser semejanza Suya que no serlo…

Esto lo decimos porque cuando el linarense universal atribuye a Dios eso de que nuestro “corazón es el niño privilegiado de la Obra del Universo” es porque, ciertamente, lo es. Pero no lo por algo que no sea razonable ni nada por el estilo sino, justamente, por lo contrario: es, de suyo, lo que ha de ser y nada más.

Es lo que sigue algo de lo más importante que aquí hemos traído. Y es que Dios mismo nos dice para qué ha nacido nuestro corazón. Y sí, ya sabemos que tiene una función orgánica sin la cual, sencillamente, no podríamos vivir. Pero si hablamos de lo espiritual, de lo que eso supone en la vida del creyente, es tan cierto como que hay vida y hay muerte, que tiene una función primordial, básica, radical.

Nosotros o, mejor, nuestro corazón, es un relicario.

Ya sabemos, ciertamente, qué es un relicario y no ha lugar a dudas que es un espacio más que importante porque alberga aquello que podemos considerar crucial para nuestra fe y que nos sirve de apoyo espiritual.

Nuestro corazón, en definitiva, es relicario del corazón de Dios. Esto, por decirlo pronto, ha de querer decir que albergamos una parte de nuestro Creador que es fundamental para nosotros y que, por eso mismo, debemos cuidarlo lo mejor posible para que no de la impresión de que despreciamos que sea, en efecto, nuestro corazón relicario del del de Dios mismo. Y es que, como nos dice el Todopoderoso, ha nacido precisamente para eso. Ni más ni menos.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (108)

El orden y la belleza son pistas con que rastrear el paso firme del autor del Universo

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

17.02.25

Un amigo de Lolo – Frases que bien valen la pena - ¿Vivir sin Dios? Eso sí que es un sin Dios

HAGIOPEDIA: Beato MANUEL LOZANO GARRIDO “Lolo”. (1920-1971).

Presentación 

Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva haciendo lo propio sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.


El linarense universal, que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquel que se acerca a su persona a través de su obra. Y es que, no pudiendo hacerlo ahora personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo, es seguro que acercarse a Lolo de forma cercana nos viene la mar de bien.


Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él es una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible. Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo y a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que muchoY, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro Bien venido, amo r“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.

Frases que bien valen la pena - ¿Vivir sin Dios? Eso sí que es un sin Dios

Hay cosas sin las que uno no puede vivir, como el oxígeno, el agua y el sol, pero ¿sin Dios?” (Beato Lolo, de su libro Bien venido, Amor, nº 420)

No podemos negar que el Beato Lolo (Linares, España) tenía las cosas del espíritu bien definidas en su corazón. Y en apenas veinte palabras lo demuestra a la perfección.

El que esto escribe acaba de pasar por un episodio hospitalario y entiende muy bien lo que quiere decir Manuel Lozano Garrido cuando entre las cosas de las que nos son necesarias incluye el oxígeno. Y es más que cierto porque sin él (hablando a nivel ordinario pero más aún cuando acrecienta su importancia por cuestiones de salud) no podríamos vivir. Así de sencillo.

Como suele hacer siempre nuestro amigo Manuel suele poner dos planos distintos para que comprendamos bien las cosas del alma. Y aquí también lo hace.

Como podemos imaginar, no es nada extraño lo que nos dice porque, en efecto, no podemos vivir sin eso de lo que aquí habla Lolo y si podemos llegar a vivir no será por mucho tiempo.

Es cierto y verdad que lo que aquí se nos dice no será extraño para nadie porque es certera la idea según la cual no podemos vivir sin oxígeno (como antes hemos dicho), que tampoco podemos vivir si agua al menos si nos la negamos o nos la niegan durante mucho tiempo y, en fin, que tampoco podemos vivir sin sol porque si careciéramos del astro rey acabaríamos pereciendo como humanidad entera.

Todo eso es cierto y verdad pero luego el Beato Lolo apunta hacia la verdad más extrema aunque la misma no siempre sea tenida en cuenta por según qué tipo de personas…

El caso es que después de poner algunos ejemplos de lo que nos sucedería si nos falta lo que aquí nos dice pone el ejemplo que a muchos seguro que les va a sorprender. Y es que nos habla de Dios.

Se pregunta Lolo si podemos vivir sin Dios.

le="font-size: 12pt;” size="3″>Es posible que haya personas (esperamos que nadie de los que lean esto) que creen que se puede vivir sin Dios. Sin duda habrá personas de tal pensar.

De todas formas, ante la pregunta que nos hace Lolo sobre si podemos vivir sin Dios ya sabemos que debemos responder que no.

No podemos vivir sin Dios porque es nuestro Creador y le debemos todo lo que somos.

No podemos vivir sin Dios porque todo lo que existe y hay también lo creó el Todopoderoso y lo puso y pone a nuestra disposición.

No podemos vivir sin Dios porque es Quien nos sostiene y en Quien podemos refugiarnos en caso de tormenta espiritual.

No podemos vivir sin Dios porque es a Quien podemos acudir en nuestras necesidades.

No podemos vivir sin Dios porque es estar muy ciego no darse cuenta de Quién es nuestro Padre del Cielo.

Es seguro que cualquiera de las personas que lea esto podría hacer mucho más larga la relación que apenas hemos escrito arriba. Y eso, aunque sea tan solo eso, es bastante y más que bastante para darnos cuenta de que sí, de que es seguro que no podemos vivir sin oxígeno, sin agua y sin sol pero es más que seguro que sin Dios, sin duda, no podemos vivir y es, claro, un sin Dios. Al menos si queremos tener una vida verdaderamente vital y no muerta. Y Lolo, estamos seguros de eso, eso lo tenía muy claro.

Eleuterio Fernández Guzmán



Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Entender el sufrimiento es un bien más que importante.

Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor" (103)

La gracia se hace también humilde en la misteriosa función y armonía de la vida infinitesimal

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Para leer Fe y Obras.


Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

8.12.24

La Palabra del Domingo - Domingo, 8 de diciembre de 2024

Resultado de imagen de SAnta BibliaLc 1, 26-38

Segundo Domingo de Adviento 

 

“26 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.28 Y entrando, le dijo: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.’ 29 Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.30 El ángel le dijo: ’No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; 31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. 32  El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.’ 34 María respondió al ángel: ‘¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?’ 35 El ángel le respondió: ‘El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por  eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. 36  Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, 37 = porque ninguna cosa es imposible para Dios.’ = 38    Dijo María: ‘He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.’ Y el ángel dejándola se fue.

 

COMENTARIO

 

¡Hágase, Padre, hágase!

 

Lo que escribe aquel médico llamado Lucas en su evangelio nos muestra hasta dónde puede llegar la confianza, la fe, de alguien que cree en Dios Todopoderoso y sabe que, como es bien cierto, es poco frente a Quien todo lo es y todo lo puede y se sabe, pues, humilde.

Él Ángel Gabriel tuvo mucho trabajo que llevar a cabo, muchas misiones que cumplir en poco tiempo. Ya se había aparecido a Zacarías, esposo de Isabel y padre de Juan el Bautista, para decirle lo que iba a pasar con aquella que llamaban estéril y para demostrar que, para Dios, nada hay imposible. Primero, pues, se debía sembrar para que naciera el Precursor y, luego, tendría que acudir a la casa de una joven virgen para anunciarle, entre otras cosas, que era la “llena de gracia”.

No podemos negar, a nadie se le ocurriría pensar otra cosa, que María, aquella joven a la que se dirigió el Ángel del Señor, estaba turbada. No es fácil saber qué es lo que le estaba pasando cuando le dice aquel enviado de Dios lo que le dice y que pensara, por ejemplo, que aquello no lo comprendía. 

María, sin embargo, no hizo como hiciera meses antes (por lo menos seis) su pariente Zacarías. Él dudó de lo que le decía el Ángel y por eso, por su falta de confianza en Dios, quedó mudo hasta que nació quien llamaría Juan. No. María no duda ante lo que le dice Gabriel. María se extraña, eso sí, de que ella vaya a quedar embarazada sin haber conocido varón pues aún desposada con José no se había ido a vivir con quien se había prometido para ser su marido. Y aquella joven, entregada a Dios, en su virginidad, desde bien pequeña, sabía que no había conocido varón.

Bartolomé_Esteban_Murillo_-_La_Anunciación_(Rijksmuseum)

Pero María, pues, no duda. Decimos que ante lo que le dice Gabriel, ante aquel “llena de gracia” (liberada, por tanto, del pecado original por Dios Creador) podía haberse dicho, por ejemplo, “bien, creo en lo que dice el Ángel pero no me siento digna de cumplir con tal misión. Le diré que no puedo aceptar tal honor”.

Sin embargo, María, la joven María, no dice eso sino que se somete enteramente a la santa voluntad que, de Dios, le había expresado, su Ángel porque, en realidad, ni quería ni podía hacer otra cosa.

Pero en esto también María es especial. Tampoco se limita a decir sólo, por ejemplo, “bien, acepto” sino que, además añade algo que la define a la perfección y define, también perfectamente, lo que ha de ser un creyente en Dios: “he aquí la esclava del Señor”. Ella se sabe esclava de su Creador y, por eso mismo, no puede, ¡qué menos!, que aceptar lo que le está proponiendo Gabriel. Sabe María que, incluso que vaya a quedar embarazar sin seguir, digamos, el método ordinario y común del ser humano, es algo que no comprende pero que es posible para Dios. Es más, que nada hay imposible para Aquel que todo lo creó y mantiene.

Y el Ángel se fue, la dejó.

Podemos imaginar, al menos imaginarlo, cómo quedaría María, Virgen e Inmaculada, cuando Gabriel la dejó. En aquella soledad tan sonora como era estar con Dios y, es más, saber que lo iba a tener en sus mismas entrañas.

En realidad, sólo podemos imaginarlo y, luego, agradecer una merced tan grande hecha, por el Todopoderoso, a favor de la humanidad entera y completa.

PRECES

Por todos aquellos que no creen en la venida de Dios mismo hecho hombre.

Roguemos al Señor.

Por todos  aquellos que no se dejan inundar por la fe profunda de María.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a recibir a tu Hijo Jesús ahora que recordamos que vino para salvarnos.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

María quiso ser Madre de Dios… y lo fue.

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. (¡Con nuevos artículos sobre Lolo!)

 

1.12.24

La Palabra del domingo - Domingo, 1 de diciembre de 2024

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Lc 21, 25-28. 34-36

Primer Domingo de Adviento

 
25 ‘Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, 26 muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. 28 Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrar ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.”

34 Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, 35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. 36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.”

COMENTARIO

Un claro aviso de Cristo y un consejo

Dar comienzo un nuevo tiempo de Adviento ha de suponer, para los hijos de Dios, algo así como un saber dónde nos encontramos en el camino que nos lleva al definitivo Reino de Dios. Y, para eso, ya tenemos a nuestro hermano Jesús que nos dice, exactamente, qué va a pasar. 

Sin embargo, no nos deja así, digamos, con el corazón en un puño o con un miedo inconmensurable sino que pone sobre la mesa lo que debemos hacer. Y es que el Hijo de Dios sólo quiere, para nosotros, lo mejor. 

En primer lugar, podemos decir que el panorama que nos muestra Jesucristo no es nada alentador, así en principio. 

Nosotros sabemos, adelantándonos al final del grupo de versículos del Evangelio se San Lucas, que el Calendario Litúrgico nos pone como los propios del día, que está hablando Cristo de su segunda venida al mundo, en su Parusía. 

Lo que aquí pasa es que nos advierte, clara pero misteriosamente, de lo que va a pasar entonces. 

Todo lo que anuncia Jesucristo está dicho. Por tanto, como la Palabra de Dios nunca va a pasar y siempre es cierta y verdadera, no podemos hacer con esto como si no tuviera importancia o, peor aún, no nos concerniese a nosotros. Al contrario de la verdad: tiene mucha importancia y estamos totalmente dentro de la eficacia de tales palabras, de la Palabra de Dios. 

El Periódico de México | Noticias de México | Columnas-VoxDei | Habrá  señales en el sol, en la luna y en las estrellas

Decimos que el panorama no es nada bueno. ¿Y es que puede ser que vaya a pasar, porque pasará, todo lo que dice Cristo que va a pasar y no nos sintamos terriblemente afectados?

Pueda haber quien crea eso de que “bueno, aún queda mucho para eso”. Y, a lo mejor, es verdad. Pero, a lo mejor, no lo es y mañana mismo todo eso sucede. Y es que sólo Dios sabe el día y la hora en la que regresará su Hijo al mundo. Por eso lo que viene después es tan importante. 

Pero, antes de seguir con lo que viene después y que es un gran consejo de parte de Cristo, digamos que en efecto, que sí, que cuando se produzcan los acontecimientos que se han de producir, previos a la vuelta del Hijo de Dios al mundo, no debemos desalentarnos sino todo lo contrario. Y tal es así la cosa porque sólo entonces sabremos que todo se va a cumplir y nuestra definitiva salvación se hará efectiva. 

Pues bien. Decimos arriba que Jesucristo nos aconseja. Y no es poco lo que nos dice. Y nos lo dice para nuestro bien aunque a nosotros, a lo mejor, no nos parezca que sea bueno eso que nos dice… 

Veamos. 

Digamos, antes que nada, que todo lo aquí dicho, en segundo lugar después del texto puramente apocalíptico, está dicho porque Jesucristo quiere que nos salvemos. Y por eso nos habla de todo lo que no debemos hacer para, claro, hacer lo contrario. 

Nos dice, por ejemplo, que no nos dejemos dominar por los gozos puramente mundanos. No llevan a nada que no sea al Infierno. Por eso nos recomienda Jesucristo que los sigamos como si fueran nuestros diosecillos particulares. No. Debemos darles la espalda aunque eso suponga un hacer de menos nuestra voluntad carnal… 

En realidad, todo esto se centra en algo que no siempre tenemos en cuenta: debemos estar, permanecer en vela. 

La “vela” es un, digamos, estar siempre preparados. Y lo debemos estar porque, como decimos arriba, no sabemos cuándo ha de volver, de nuevo, el Hijo del hombre, Cristo. 

¿Cómo, de todas formas, debemos velar? 

Sencilla es la respuesta: con la oración, orando y, suponemos, pidiendo a Dios, como suele decirse, que “nos coja confesados” en el momento en el que crea oportuno volver a enviar al mundo a su Hijo para que juzgue a vivos y a muertos. Y es que entonces, cuando eso suceda, no vendrá como la primera vez a decir que el Reino de Dios es posible, que se puede alcanzar sino que será para hacer efectivo el mismo con toda su crudeza y realidad espiritual y real. 

Dice Jesucristo que quiere que podamos estar “en pie delante del Hijo del hombre”. Y es que quiere que podamos estar así, en pie, porque no hayamos caído en el abismo del que tanto habla el salmista y, sobre todo, porque podamos mirarlo a los ojos diciéndole que hemos cumplido con Su Voluntad y que tenemos el alma limpia. Y sólo así podremos permanecer en pie porque sólo así merecemos permanecer en pie. Y no de otra manera.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

El caso es que lo que de venir… vendrá.

Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.