Cardenal Sistach: lo indefendible no tiene defensa
A veces, ciertas defensas de según qué personas no dejan de ser ridículas. Y lo son porque encierran algo muy semejante a una mentira blanqueada, como lo de los sepulcros, que es el caso.
El artículo enlazado lo publicó Oriol Domingo en La Vanguardia. Defiende, en el mismo, al cardenal y arzobispo de Barcelona, Luis Martínez Sistach.
Es lógico que en ambientes nacionalistas se defiendan unos a otros porque, en realidad, es lo único que pueden hacer: barrer para casa.
Pero aquí hay antecedentes muy serios al respecto del cardenal Sistach.
Por ejemplo le salió un grano al cardenal de Barcelona (Germinans germinabit) que de una forma o de otra, se ha tratado de quitar, a lo mejor, por mediación de otros. Quiero decir como objetos mediatos de su voluntad.
Ahora, bien se comprende la tirria que le puede tener el cardenal Sistach a Germinans porque cuando quien puede callar no calla lo que pasa es, siempre, mal visto, por el poder (el que sea) establecido.
Por eso, seguramente, se entiende que diga, por ejemplo lo siguiente:
“La ofensiva cavernícola, disfrazada de catolicismo, prosigue contra el moderado cardenal Lluís Martínez Sistach”
Lo que quiere decir Oriol es que cuando se manifiesta, alguien, en contra de lo dicho o hecho por Sistach, automáticamente le cae mote de cavernícola porque, en realidad, no todos los católicos somos tan “modernos” como lo es el cardenal ni estamos a favor de ciertos comportamientos eclesiásticamente incomprensibles y espiritualmente deleznables.
Y sin embargo, y refiriéndome a parte de lo dicho por Oriol Domingo en su artículo de La Vanguardia, aún hay más: el tema de Manuel Pousa, Manel para los amigos, es bastante grave.
Me refiero, sin duda, a quien, al parecer y según todas las noticias, pagó un aborto.
Podemos decir que hay una relación estrecha entre a quien se defiende y lo que defiende a quien se defiende. Es decir, eso de tus los amigos de tus amigos son mis amigos (o los enemigos)
Pues aquí se trata de amigos, de compadres, de colegas: Sistach, Pousa y… Rubianes (D.E.P.)
Existe una fundación de nombre muy parecido al del sacerdote Pousa: Fundación Pare Manel.
La tal fundación (Pare Manel) y, es de suponer que el mismo Manuel Pousa (el sacerdote abortero) se encuentran la mar de bien con personajes como Rubianes porque, en realidad, están de acuerdo, a la perfección con aquello que dijera de España y de la “buena” consideración que le merecía nuestra patria.
Y eso hay que tenerlo en cuenta y no lo podemos olvidar.
Dice, también Domingo (sobre el caso Pousa), que “Mosén Manuel Pousa quiere dejar constancia con esta declaración que no se expresó con suficiente precisión y que en su trabajo social con personas de muy diversa condición ha procurado hacerlo en comunión con el pensamiento de la Iglesia sobre el respeto a la vida humana desde su concepción hasta la muere. También lamenta que, en muchos casos, las estructuras sociales estén en contradicción con el debido respeto a la persona que es imagen de Dios, y quiere testimoniar su sentido de comunión con la Iglesia en su área pastoral y desea evitar cualquier motivo de escándalo o de división“.
Esto viene en un comunicado que emitió el arzobispado de Barcelona tras una reunión perpetrada entre el cardenal Sistach y Manel Pousa el 25 de abril de 2008.
Pero aquí nada se dice del aborto.
O sea, que calló el cardenal. O sea que otorgó.
Y es que, aquí, todo va encajando a las mil maravillas y cada cual puede entender lo que quiera.
Ya se sabe eso de que, a veces, no ve el que no quiere ver.
10 comentarios
soy barcelonés, catalán y español. No soy nacionalista, ni catalán ni español (cualquier nacionalismo me parece malo, no solo el catalán). Soy hijo de andaluz y catalana. Uso habitualmente el castellano (o español), lo hablo con mis padres, con mi mujer y mis hijas, con la mayoría de mis amigos (pero tengo la suerte de ser biligüe y hablar sin problemas el catalán). En mi parroquia las misas son un tercio en castellano, un tercio en catalán y un tercio bilingües. Y podría seguir aportando datos de este tipo y en esta dirección.
Bueno, pues yo defiendo a Mons. Martínez Sistach. Y no creo que me sea aplicable tu frase "Es lógico que en ambientes nacionalistas se defiendan unos a otros".
Y lo hago como lo haría ante cualquiera que sufriese algo tan vil y cobarde como son los anónimos de Germinans. Sí, ya sé lo de la teoría de los pseudónimos para tranquilizar la conciencia de los que apoyan a Germinans. Pero, en cualquier casa decente los anónimos se rasgan en cuatro y a la papelera.
Reconozco, pues, que me ha molestado que se simplifique (simplonamente) que todo el que defiende a Mons. Sistach ha de ser nacionalista, y así descalificar a los que defendemos que el fin no justifica los medios y que, en este caso, el medio de los anónimos es contrario a la moral cristiana.
Y lanzo nuevamente el reto: ¿a qué autoridad jerárquica o académica de la Iglesia queréis que preguntemos la valoración moral de los anónimos de Germinans?
Lo que está ocurriendo con la Iglesia en Cataluña, y en menor medida en otros lugares de España, está, por lo menos, al mismo nivel que la herejía que están emprendiendo en Austria liderados por el otrora papable Schöborn. Y, como bien dicen en Motu Proprio, la solución no es nada fácil.
Cada vez tengo más claro que el periodo de apostasía general que precedería al fin de los tiempos del que habla el Apocalipsis ha comenzado, y lo ha hecho a lo grande, sembrando la bestia el desorden dentro de la Esposa de Cristo. Menos mal que "el poder del Infierno no la derrotará".
Cierto que la declaración podía haber sido más contundente, incluso penitencial, pero si el arzobispado lo ha dado por bueno ¿porqué lo voy a juzgar yo como insuficiente? ¿Qué sabemos de lo que pasó en las conversaciones del arzobispo con el dichoso cura? ¿No hay aquí beneficio de duda? ¿Justifica un comunicado, posiblemente tibio, el ensañamiento constante con el honor del cardenal? Se ridiculiza su nombre, ofendiendo así a su padre, y se deslegitima cualquier intervención suya, en cualquier otro tema, porque el comunicado del arzobispado no satisfizo a algunos. ¿Se necesita insultar al cardenal para mostrar el desacuerdo con la resolución del tema Pousa? Esta inquina, generada y alardeada en blogs "católicos" ¿a qué lleva? Pues a que algún comentarista -leí hace poco- llega ya a hablar del cardenal que paga abortos. Esto es un delito, además de repugnante.
Pero a lo que en realidad nos lleva es a lo que tan bien ha descrito, de manera desgarrada además, Benedicto XVI.
"«Si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente» (Gal 5,15). Siempre fui propenso a considerar esta frase como una de las exageraciones retóricas que a menudo se encuentran en San Pablo. Bajo ciertos aspectos puede ser también así. Pero desgraciadamente este "morder y devorar" existe también hoy en la Iglesia como expresión de una libertad mal interpretada. ¿Sorprende acaso que tampoco nosotros seamos mejores que los Gálatas? Que ¿quizás estemos amenazados por las mismas tentaciones? ¿Que debamos aprender nuevamente el justo uso de la libertad?".
Yo no digo que todo el que apoye a Sistach sea nacionalista. Lo que he dicho es que "en ambientes" nacionalistas. Con eso lo que quiero decir es que todo huele mal... a nacionalismo. Por eso Oriol Domingo, dentro de tal vertiente, creo yo que es así, escribe lo que escribe.
Por otra parte, también yo estoy de acuerdo con Sistach cuando habla de otros temas, faltaría más.
Sin embargo, en el caso de Germinans la cosa cambia.
Es fácil pensar, según lo dicho en tal Blog, que las cosas en Barcelona no están demasiado bien: en materia política una dictadura totalitaria en ciernes; en materia religiosa... el nacionalismo haciendo de las suyas. El panorama no es muy bueno que digamos.
Y sobre nacionalismo y Cataluña sé lo que digo porque yo he sido, años atrás, nacionalista catalanista. Por tanto, también sé que, en esto, no me equivoco nada de nada.
Por eso digo que lo de Sistach no es muy bueno.
De todas formas, creo que le quedan pocos años de ejercer de pastor de Barcelona...
Pues determinadas personas dentro de la Iglesia católica, para evitar tales disputas, deberían pensar lo que dice una frase jurídica: la causa de la causa es causa del mal causado.
Y creo que me explico con claridad.
Siento que las cosas sean como son. La verdad es que eso no es culpa mía.
1º Pousa tiene vinculaciones fuertes con el PSC, partido muy abortista.
2º Por desgracia es frecuente, la actitud tibia de algunos obispos catalanes que no quieren contrariar a los políticos.
3º La frase taxativa "yo he pagado", no se soluciona con un simple "procura hacerlo en comunión".
4º Tal como fueron las cosas, gracias a que Germinans sacó a la luz las declaraciones de Pousa, el obispado se vio forzado a sacar la nota, sino, me temo que hubiera quedado en el olvido. Y el tema era de suficiente gravedad, para llamar al orden a Pousa.
En Catalunya muchos dirigentes socialistas y comunistas han salido de las parroquias, hay un compadreo importante entre el progresismo pólítico y religioso, aunque las leyes catalanas contra la vida, la familia y la educación son claramente contra los derechos humanos y cristianos. Ya es hora de decir las cosas claras, porque llevamos demasiados años con medias tintas y notas políticamente correctas.
Parece que Ud. conoce bastante bien la situación. Para que luego digan que, a lo mejor,trato mal al cardenal Sistach.
Dejar un comentario