Un amigo de Lolo – "Lolo, libro a libro" – Escoger, sin duda, a Dios
Presentación
Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.
Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.
Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “El sillón de ruedas”.
Escoger, sin duda, a Dios
“Mas el equilibrio de elección ¿no quedaría mediatizado con esa dictadura visible del mal que se extrema sobre la apariencia de un Dios oculto, impotente y vencido? No; en el escenario intelectual del hombre la memoria, el entendimiento y la voluntad conservan aún su instintiva clarividencia inicial y la fragante potencia de juicio. Más abajo, en el ámbito del corazón, una voz dulce, sincera, persuasiva, un eco armonioso que nos sube con un inconfundible matiz de ternura, con una avasalladora evidencia de verdad, susurra siempre, en el silencio de la noche, en el estruendo del trabajo, en la prisa, la soledad, la diversión y la compañía, el código cierto de la paz y el maravilloso destino de amor que espera a nuestra justa obra electiva.” (El sillón de ruedas, p. 94)
En realidad, si bien lo pensamos, en nuestra fe, desde que sabemos que la tenemos y somos conscientes de lo que eso significa, todo es elección. Es decir, debemos tomar decisiones que afectarán nuestra vida espiritual de una forma más o menos importante según hagamos.
El Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, sabe que sí, que debemos escoger porque, en según qué materias, no podemos actuar como si valiese para algo manifestarse neutral. No. Cuando se nos presenta, por ejemplo, la tesitura de escoger entre Dios y la tentación, siempre maligna, que nos presenta Satanás, es más conveniente que no equivoquemos en Quién reposar nuestro corazón…
Hay quien, a tal respecto, se vale de lo que cree es un Padre del Cielo que lo tiene en cuenta, tan sólo, para dañarlo. Algo así, por decirlo, como si se tratase de un Padre opresor.
Cuando alguien cree eso está a un paso muy pequeño, primero, de abandonar al Todopoderoso, de apartarlo de su vida y, acto seguido, a una distancia más que pequeña (seguramente nada o al paso de la próxima decisión) de aceptar la tentación del Maligno.
El Beato de Linares (Jaén, España) sabe, a este respecto también, a qué atenerse. Y es que ve las cosas con una perspectiva tan acertada que basta con seguir sus consejos para, en esto, no equivocarse.
Hay, de todas formas, ante las tentaciones del Mal, una especie de “memoria” espiritual que tiene nuestro corazón. Y, a partir de ella no hay tentación que nos haga sucumbir aunque, en principio, pudiera pasar eso y cayéramos en la fosa de la que tanto habla el salmista.
Memoria, sí; reposo de Dios en nuestro corazón y, por eso mismo y por ser templos del Espíritu Santo, es más que posible obviar determinadas acciones por parte de quien quiere perder a todo hijo de Dios y le acribilla el corazón con supuestos beneficios si sigue a quien se reveló contra su Creador siendo ángel como otros muchos.