Si todo ha ido según lo previsto y no ha habido ningún acontecimiento que haya tergiversado el orden de publicación de los artículos escritos (el que esto hace lo lleva a cabo, al menos, dos meses antes de su publicación por ser temas que, por decirlo así, no tienen limitación temporal por ser asuntos de carácter atemporal), la semana pasada, el 3 de julio de 2020, quedó publicado un artículo de título “El Hobbit, en crudo”.
Como es de esperar, a este artículo debía seguirlo otro con el título del otro gran libro, el gran libro, publicado por J.R.R.Tolkien. Y por eso, hoy mismo damos a luz lo que podría ser la continuación del otro porque, como sabemos, lo mismo es continuación la vida de Frodo Bolsón (la de El Señor…) al respecto de la de Bilbo Bolsón (protagonista de El Hobbit)
Podríamos calcar lo que dijimos apenas hace unos días. Así, podemos decir (y decimos) que está fuera de lugar que el que esto escribe vaya a innovar nada al respecto de lo que cualquier lector pueda tener por bueno y mejor de la obra de J.R.R. Tolkien de título “El Señor de los Anillos” que es, seguramente, la continuación de lo que había sido el principio con “El Hobbit.
Lo que queremos decir es que mientras que El Señor de los Anillos se ha convertido en una obra más que universal, con muchísimas ediciones en otras tantísimas lenguas que pueda haber en el mundo y hayan sido millones las personas que se han llevado a los ojos y al corazón lo que dejó escrito nuestro autor, es cierto y verdad que, en lo sencillo, en lo elemental y esencial, esta obra escrita por el profesor de Oxford nos ha de decir, nos dice más que mucho sobre algunos y más aspectos, si ustedes nos entienden…
Damos, por eso mismo, el titulo al artículo de hoy, así, “en crudo” porque es lo que podemos deducir los que nos consideramos sencillos de la cosa o, en general, sencillos y ya está. Por eso, aquí no va a haber una elaboración alambicada de significados porque, digámoslo así, esto es lo que hay y ya está… Para otras cosas ya tenemos a los que pueden sacar fruto más profundo. A nosotros nos basta con una alimentación, digamos, espiritual que sea básica… algo así, como para sobrevivir.
Esto, para empezar, es un “mea culpa” y muestra y demuestra que ir más allá de lo normal está fuera del alcance del que esto escribe que es algo así a como se debía sentir Sam Sagaz cuando caminaba junto a su amigo, Frodo Bolsón.
Vayamos, por tanto, con la cosa.
En El Señor de los Anillos es posible encontrar algunos aspectos o realidades que no dejan de tener importancia por lo que son, en sí mismos considerados y por lo que pueden ser para quien lea las palabras que diera al mundo entero, para su goce y disfrute.
Así, por ejemplo (reconocemos que nos gustan mucho los listados de cosas, ¡qué le vamos a hacer!: dan mucho juego):
-Es posible darse cuenta de que la sabiduría puede alcanzar los corazones más insospechados.
-Es posible darse cuenta de que el heroísmo puede alcanzar límites insospechados.
- Es posible darse cuenta de que la humildad, con ella, se pueden alcanzar metas muy elevadas.
-Es posible darse cuenta de que la sencillez puede tener un poder más que desconocido.
-Es posible darse cuenta de que la valentía de muchos de los personajes va más allá de lo que ellos creían.
-Es posible darse cuenta de que el arrojo, aunque se crea no estar dotado del mismo, puede salvar muchas vidas… empezando por la del arrojado que se arroja.
-Es posible darse cuenta de que la verdad, la meta a la que se debe y se ansia llegar, puede con todas las adversidades.
-Es posible darse cuenta de que hay personajes que no siendo imprescindibles, lo acaban siendo, si ustedes nos entienden…
-Es posible darse cuenta de que el Bien puede acabar prevaleciendo sobre el Mal por muy mal que vayan las cosas.
-Es posible darse cuenta de que hay cosas que, no pudiendo comprenderlas, es mejor llevarlas a cabo.
-Es posible darse cuenta de que hay verdaderos héroes escondidos en muchos corazones.
-Es posible darse cuenta de que es mejor tener autoridad que poder.
-Es posible darse cuenta de que el amor puede traspasar las fronteras de las razas.
-Es posible darse cuenta de que un buen final es posible si ha habido un buen camino para llegar al mismo.
Podemos ver, por tanto, que no es poco lo que, así dicho, en crudo, El Señor de los Anillos nos proporciona porque no es poco lo que quiso que nos proporcionara su autor.
Y nosotros, como no puede ser de otra forma, estamos más que agradecidos a todo esto y, aunque reconocemos que este último pensamiento lo hemos repetido muchas veces, lo hacemos porque es verdad y porque nos da la santa gana repetirlo, ¡Por Gandalf!, insensatos, ¡es que es así!
Eleuterio Fernández Guzmán - Erkenbrand de Edhellond
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Hay mundos que, sin duda alguna, nos llevan más lejos del que vivimos, nos movemos y existimos.
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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna