18.10.21

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Dios-pan

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Dios-pan

  

“Pan de justicia diaria, de amistad diaria, de caridad diaria, de concordancia diaria y, con el pan, esa hogaza tuya, amasada en un Cielo caliente de verdades, esponjada de ternuras, olorosa de gracia, que es tu vida entre nosotros: Padre de Hostia que Yo soy, la harina que me hago cada mañana en la carne de ellos, antes incluso de que nazca el sol, para que se nutran de caridad, para que se fortalezcan en la esperanza. Pan de vocación en el trabajo, de ilusiones en el amor, de ensueños de santidad, de aliento para el futuro. Pan del Pan que eres en todo lo hermoso, en todo lo noble, en todo lo eterno. “ (Mesa redonda con Dios, p. 219)

 

 

Con este extenso texto terminamos este apartado de título “De qué se amasa el pan” que lleva el subtítulo “Dánosle hoy” y que, en sí mismo, no es que ocupe muchas páginas (sólo una) pero que, en su conjunto muestra más que bien la intención que tiene Lolo de mostrarnos Quién es Dios. 

Entre Lolo está Dios. Y queremos decir con esto que en este texto de su libro Mesa redonda con Dios vemos como se expresa su autor en dos momentos determinados (al principio y al final) para dejar que intervenga el Creador entre tales momentos que es algo así como decir que Dios está en nuestro propio corazón. 

Lo vemos con toda claridad: 

Nos dice el Beato de Linares (Jaén, España) o, mejor, dice de Dios una serie de realidades con las que estamos totalmente de acuerdo y debe estarlo quien sepa las cosas cómo son. Y es dice que, como pan o, lo que es lo mismo, como alimento, Dios es

Justicia diaria,

amistad diaria,

caridad diaria y, en fin,

concordancia diaria. 

Por tanto, como es la verdad, Dios es justo siempre, nos tiene como hijos pero, también como amigos y con nosotros muestra su amor siempre y, por fin, acuerda con nuestro corazón siempre que queramos que eso sea así. Y todo eso siempre y sin alejarse para nada de su descendencia. Dios, por tanto, pan que nos alimenta, también, el alma. 

No deja, de todas formas, de recordarnos Manuel Lozano Garrido que Dios es la Verdad, que es tierno sobremanera y que su Gracia está con nosotros.  

Pero es que, como si respondiera, Dios confirma lo que nos dice Lolo dirigiéndose a su Creador. Así, por ejemplo, dice Dios que: 

Se hace harina, cada día, para que, como tal, el hombre pueda amasar su caridad y hacer uso de la misma a espuertas, sin límite y sin medida. Y eso lo que Dios quiere que se haga,

Se añade a nosotros para que sepamos lo que hacemos, para tengamos ilusión en el amor que amamos, para que, al menos, soñemos con la santidad y, en fin, para que sepamos que lo que de venir está sometido a su Voluntad pero que a nosotros nos toca dar con el mazo además de rogar que así sea…

Y ya, para finalizar, Lolo añade algo que debemos tener por verdad porque lo es. Y es que Dios, como pan, como alimento que nutre nuestra alma y nuestro corazón, es en todo hermoso, en todo noble y, como no puede ser de otra forma es, en todo eterno pues es la eternidad misma. 

Dios, por tanto, es alimento nuestro pues nuestra corazón es su templo. Así de sencillo y así de verdad.

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

16.10.21

La Palabra para el Domingo - 17 de octubre 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 17 sino sábado, 16 de octubre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

 

Mc 10, 35-45

 

“35 Se acercan a él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: ‘Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos.’ 36 El les dijo: ¿Qué queréis que os conceda?’ 37 Ellos le respondieron: ‘Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.’ 38 Jesús les dijo: ‘No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado?’ 39 Ellos le dijeron: ‘Sí, podemos.» Jesús les dijo: ‘La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado; 40 pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado.’ 41 Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra Santiago y Juan.42 Jesús, llamándoles, les dice: ‘Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones, las dominan como señores  absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. 43 Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, 44 y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, 45 que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.’”

      

 

 

COMENTARIO

 

No es otra cosa seguirme que servir

 

1. Santiago y Juan, haciendo honor al mote con el que Jesús los nombraba, hijos del trueno (Boanerges), actúan de esa forma arrebatada que les caracterizaba y les diferenciaba de los otros Apóstoles. Eran hombres, y como tal actúan. Tratan de que Jesús les conceda estar a un lado de su persona, uno a la derecha y otro a la izquierda. Querían poder, por decirlo rápidamente. 

También la madre de los Zebedeos diría a Jesús lo mismo pretendiendo ese puesto existencial de verdadera importancia para sus hijos. Actuaba como madre al igual que hacen, ahora, Santiago y Juan. 

Jesús, conociendo la naturaleza humana, les conmina a que contesten sobre lo que son capaces de hacer. Como lo quieren todo, todo lo ofrecen, hasta beber la amargura del cáliz de la pasión que aún no conocen pero que, sin duda, también beberán (al menos uno de ellos en toda su crudeza). Con esto, los apóstoles que ahora desean manifestar su especial relación con el Maestro, afirman esa fidelidad diciendo ese “podemos”. Este acto de fe debería servir de ejemplo para los que nos entendemos o creemos seguidores de Jesús e hijos de Dios porque dicen querer, ignorando su futuro, abandonándose, totalmente, en las manos del Creador. Son, por eso, además de unos hombres que actúan como hombres, unos discípulos que actúan como discípulos. 

Así, Jesús les dice que, efectivamente, van a sufrir como Él sufrirá y que “recibirán el mismo bautizo que yo”, bautismo que lo será no de agua sino de sangre, la que emanará de su cuerpo en el camino de su calvario. Cada cual tendrá el suyo, Santiago antes que Juan pero, al fin y al cabo, cada cual en su forma. 

2. Como tantas veces aparece a lo largo de las Escrituras, la figura de Dios, que todo lo preside, es la que, en su persona, da solución a esta situación de anhelo, de parte de Santiago y Juan, y de decir las cosas claras, por parte de Jesús. Es Dios el que decide quien se sienta en qué sitio; eso no corresponde, ni siquiera, a Jesús; es Dios el que, desde la eternidad, eligió a aquellos que se sentarían  a la derecha y a la izquierda de Jesús. Eso ya debía de quedar zanjado y, aunque se produzca una posterior discusión entre estos dos discípulos y el resto, diez, no es menos cierto que lo que vendría después, dicho por Jesús, dejaba las cosas en su verdadero sitio. 

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13.10.21

Una ventana a la Tierra Media - Héroes de lo ordinario

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En efecto, en los grandes acontecimientos suele haber héroes que son aquellos que se entregan a la tarea encomendada y la llevan a cabo de forma perfecta, según lo que estaba establecido para ello yendo más allá, seguramente, de lo que a lo mejor debían hacer. Y por eso son admirados y recordados por las generaciones posteriores a los acontecimientos que los llevaron a comportarse como tales y, pues, a serlo. 

Sin embargo, según tenía por bueno y mejor J.R.R. Tolkien, en lo ordinario de cada día había no poca heroicidad y, claro, no pocos héroes… 

El caso es que esto lo traemos aquí a colación de lo que dice, en un momento determinado, Eduardo Segura en su libro “J.R.R. Tolkien – El mago de las palabras” que, si bien pudiera considerarse un libro sencillo (ni en el número de páginas ni en el lenguaje utilizado es grandilocuente porque su autor, claro, no quiere serlo pues no es el caso ni el momento ni toca serlo, por así decirlo) viene la mar de bien para conocer al escritor que todos tenemos presente en nuestra vida. 

Pues bien, como decimos, en un momento determinado, al hablar de cómo era en el fondo el autor de “El Hobbit” (etc.) nos dice que Tolkien padre “meditaba sobre la heroicidad que se esconde en las cosas de cada día”. Y eso nos ha llevado a pensar que sí, que también hay héroes que hemos dado en llamar “de lo ordinario”. 

¿Qué es, por tanto, lo ordinario y cómo se puede ser un héroe así? 

Para empezar, está más que bien que J.R.R. Tolkien meditara, pensara en profundidad, sobre esto que, en principio, pudiera parecer tema de poca importancia cuando, al contrario, es más que importante porque abarca el mayor tiempo de la vida y forma de ser de las personas. Y es que lo ordinario es lo común, por así decirlo. 

Digamos, por tanto, sobre esto, que lo ordinario y su cumplimiento a la perfección (y de ahí la heroicidad) pues ¿puede haber mayor proeza o hazaña que cumplir con lo que se debe cumplir en cada momento? Y, repetimos lo de “en cada momento” pues ahí reside la cosa: en no envalentonarse con lo grande sino en perseverar en lo pequeño, ordinario, de cada día. Y eso aplicado a los personajes que caminan por la Tierra Media. 

Así, por ejemplo, podemos considerar un héroe a quien: 

- Sabe levantarse cada mañana y no se desmorona ante lo que debe hacer (ya sea arreglar un jardín, caso de Sam, forjar espadas o hacer arcos…),

 

- No quiere poner mala cara cuando se le echa sobre su espalda un trabajo que considera exagerado pero lo cumple,

 

- Sabe soportar las impertinencias de algunas razas que les son esquivas pero no quiere que la cosa vaya a más,

 

- Sabe mantenerse fiel a la misión que tiene encomendada y lo hace en cada acción que lleva a cabo, en cada omisión…,

 

- Tiene en cuenta los pequeños detalles y procura que ninguno de ellos se pase por alto,

 

- Es capaz de hacer el bien en las dosis necesarias sin que se sepa quién es quién lo hace,

 

- No se deja amedrentar por el Mal ni en las pequeñas cosas… sobre todo en las pequeñas cosas, 

 

¿Ven ustedes? Hay héroes en lo ordinario, héroes de lo ordinario en la Tierra Media porque en las cosas de cada día está la semilla del todo.

Eleuterio Fernández Guzmán- Erkenbrand de Edhellond

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra. 

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

12.10.21

12 de octubre: cuando se tiene tanto que celebrar…

El descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492

Ya sabemos que hoy día las cosas se han sacado de madre, por así decirlo, en muchos aspectos de la existencia. Y una de ellas es lo que fue, al suceder, y lo que supuso, luego, el descubrimiento de América que, como todos sabemos, acaeció un día como hoy pero de 1492. 

En torno a la llamada “Leyenda negra” que se ha suscitado, seguramente desde hace mucho tiempo, en contra de España, de su historia y de lo que fue la misma, es bien cierto que se dicen exactas barbaridades pues ya sabemos que cuando las cosas no son del pensar de según qué tipo de personas lo mejor que saben hacer es meter la pata. Y la meten más que bien y en este tema, el que hoy tratamos, la meten y la remeten y no quieren sacarla del sito para nada de nada pues ahí viven, en su ignorancia, tan contentos de haberse conocido. 

Sabemos que es muy políticamente correcto hacer eso de respetar las costumbres ajenas. Lo que pasa es que cuando tales costumbres se desbarran y, así, por decirlo pronto, suponen una afrenta a la humanidad lo que toca ser es verdaderamente intolerante con ellas. Y no vale ningún comportamiento como el que decimos arriba, el políticamente correcto, ni nada por el estilo pues lo que es una barbaridad es una barbaridad lo diga quien lo diga. 

Y ahí estaban aquellas costumbres de algunos lugares de la no descubierta América consistentes en sacrificar seres humanos. Es decir, era algo propio del sitio aquel que, en muchos pueblos indígenas, se tuviera por costumbre coger a una persona, colocarla en el sitio apropiado para la cosa, rajarle el cuerpo de parte a parte, sacarle el corazón y tirar el cuerpo por las escaleras del templo de que se tratase. Y luego, como podemos suponer, lo más propio de aquella costumbre era “comerse” el cuerpo del sacrificado. Y eso era una costumbre que, al parecer, hay que respetar porque es propio de aquella idiosincrasia… 

Y llegan los “invasores” españoles al lugar de marras. Y, claro, dado las costumbres occidentales de respetar la vida de los seres humanos (a no ser que alguno se empeñara en no respetar la ajena, claro está, y como es este caso precisamente) no tuvieron a bien seguir permitiendo que a miles y miles de personas (espanta sólo leer las cifras de seres humanos sacrificados al año, por ejemplo, por los aztecas) se les diera el pasaporte para el otro mundo porque había algún descerebrado que creyera que con la muerte de tales personas se iba a aplacar el ser de un dios imaginario y sanguinario. 

Las crueles prácticas caníbales de los aztecas que aterraban a Hernán Cortés

Y pasó lo que tenía que pasar y que ha pasado a lo largo de la historia de la humanidad: guerra habemus. Y es que estamos más que seguros que en tal momento no cabía diplomacia que valga con aquellos que de matar al prójimo, así, de forma bastante sanguinaria, hacían su vida ordinaria pues según las cifras no habría día que allí no hubiesen sido sacrificadas miles (al menos cientos; una, hubiera sido excesivo) de personas, incluyendo niños. Y sobre esto, es alucinante que cuando un niño lloraba ante tal situación (¿Quién no lo haría?) se creía que era signo de que iban a haber grandes lluvias… En fin… 

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9.10.21

La Palabra para el Domingo - 10 de octubre de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 10 sino sábado, 9 de octubre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

 

 

Mc 10, 17-30

 

“17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: ’Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?’ 18 Jesús le dijo: ‘¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. 19 Ya sabes los mandamientos: = No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, = no seas injusto, = honra a tu padre y a tu madre.’= 20 El, entonces, le dijo: ‘Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.’ 21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: ‘Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los  pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.’ 22 Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. 23 Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: ‘¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el  Reino de Dios!’ 24 Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: ‘¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.’ 26 Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: ‘Y ¿quién se podrá salvar?’ 27 Jesús, mirándolos fijamente, dice: ‘Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para  Dios.’ 28 Pedro se puso a decirle: ‘Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.’ 29Jesús dijo: ‘Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio,   30 quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.’”

 

COMENTARIO

            

Seguir de camino hacia el otro lado del Reino de Dios

                                   

1.- Como seres humanos, sabedores como somos que hay algo más después de esta vida, anhelamos encontrarnos allí algún día, en el definitivo Reino de Dios llamado Cielo. 

Por eso, la pregunta que aquel joven rico hace al Maestro Jesús no deja de tener sentido pues, según él, o eso creía, había cumplido todo lo que la ley decía. Así, cuando Jesús le nombra los mandamientos, tan conocidos, del no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, etc., él es consciente, y así lo dice, que esa parte, la de la relación del hombre con Dios, en aras a ese cumplimiento, ya la lleva a cabo. Está, por eso, orgulloso. Y esto, francamente, es así. 

2.- Pero, como tantas veces pasa con Jesús, le tenía preparada una sorpresa que le iba a bajar, en aquel momento, de su pedestal de hombre de bien y de su contentura natural. 

Otras veces le preguntaron al Maestro que cuáles eran los mandamientos de la Ley de Dios. Él, resumiendo, los reduce a dos: amarás a Dios sobre todas las cosas, el más importante  y, por otra parte, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Y aquí, en este segundo mandato, digamos que, general, radicaba la cuestión a debatir. 

¿Cómo se ama al prójimo? Puede hacerse, seguramente, de muchas formas. Pero para Jesús había una que era esencial: repartir, con el necesitado, lo que tenía, dejar de ser como era. También diría Jesús que a los pobres siempre los tendríamos con nosotros, consciente de esa realidad que es la pobreza y que, por eso, de Él había que aprender eso, dar al que no tiene, ofrecer al que no tiene. 

3.- El joven rico, como era eso, joven y rico, encuentra aquí un gran problema. Cuando se trata de una relación, digamos, teórica, con Dios: el no matar, el no robar…algo, digamos, de espíritu (aunque eso tenga su objeto en el otro), parece que está dispuesto. Ahora bien, cuando hay que bajar a la realidad misma de la entrega, al prójimo, desprenderse de lo propio, aquí, ahora, eso ya no parece ser de su gusto. En el joven rico ha privado su calidad de hombre, que vive en el siglo, antes que su calidad de hijo de Dios. Por eso se entristece, porque ha vencido el tener sobre el ser. 

De ahí que Jesús manifieste eso: “Qué difícil para los ricos entrar en el Reino de Dios”. Pero esa dificultad no lo era por el hecho de tener, sino por el hecho de no dar, de optar por la avaricia cuando había necesidad o por ejercitar esa otra forma de avaricia que es el dar lo que le sobra a uno (recordemos el hecho de aquella  viuda que da lo que, seguramente, era lo único que tenía). 

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6.10.21

J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – Aquel bendito insecto

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Sí, es cierto que alguien puede pensar que estamos desvariando al escribir sobre esto pero, dado los años que han pasado desde entonces y el resultado de todo aquello… en fin, que bien podemos agradecer que a Tolkien padre le pasara lo que le pasó en Francia, en aquellas trincheras malditas donde tantos murieron… 

En realidad, esto no es más un ejemplo de literatura-ficción que, dado de la persona de la que hablamos, en fin… que tampoco está tal mal. 

Pues bien. Estamos allí, en 1916 en plena Guerra Mundial (la primera de las dos que el siglo pasado, el XX, produciría para aberración y vergüenza del ser humano) Y nuestro autor, el oficial de comunicaciones J.R.R. Tolkien está enfrascado en la guerra, en cada batalla en la que se ve inmerso. 

La situación no es buena pues la guerra de trincheras, además de no ser demasiado vistosa es, al contrario, más que mortífera y no hay día que no mueran cientos y cientos de soldados por parte de los dos bandos. Y, por tanto, eso pasa en el del inglés milita aquel que ya había tenido ciertas ideas para escribir sobre un mundo nuevo

Entonces llega el momento clave. Y aquí podemos imaginar dos situaciones distintas que son, a saber:

 

-      A Tolkien padre no le pica el piojo que le podía transmitir la llamada “fiebre de las trincheras”.

-      Tolkien es herido e, incluso, muerto en alguna de las batallas en las que iba a intervenir y le pasa lo mismo que a muchos de sus amigos.

Regreso histórico de fiebre de las trincheras a Colorado

El caso es que si le hubiera pasado la primera de las situaciones y no hubiera sido devuelto a Inglaterra bien podía haberle pasado la segunda que era, verdaderamente, peor que contraer la dichosa fiebre. 

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4.10.21

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Dios es providente

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Dios es providente

 

 “Cuando surge la lluvia se observa y se sabe de dónde cae y cuando falta el alimento se recuerda el ciclo del grano. Sobre la lluvia y el trigo, sobre la inseguridad del hombre, la confianza del Dios que asiste y provee. El pan, ya nos lo das, si trigo tiene el mundo. Que nos lo den también los hombres que lo guardan, los que lo pueden traducir a jornales y camisas, descanso y escuelas, pluses y montepíos.” (Mesa redonda con Dios, p. 219)

 

Seguimos acercándonos a “Mesa redonda con Dios”, el libro que el Beato Manuel Lozano Garrido regaló al mundo allá por los años sesenta del siglo pasado, el XX. Y lo hacemos con un nuevo capítulo del mismo de título “De qué se amasa el pan” que lleva, por decirlo así, por subtítulo, “Dánosle hoy” pues el mismo pertenece a una parte del Padre Nuestro con la que Lolo, en su saber hacer, nos entrega parte de su corazón y lo hace con las cosas cotidianas, a modo de parábola… 

En este texto de Lolo se entrevén varias cosas que tienen que ven con el hombre y, luego, con Dios… más que nada con Dios y con la confianza que nosotros debemos tener en nuestro Señor y Creador. 

Es cierto que, lo mismo que en una ocasión Jesucristo les dijo a los que le escuchaban que cuando oían tronar sabían que había tormenta al caer (y otra serie de ejemplos) nos dice Manuel Lozano Garrido que cuando suceden determinadas cosas que sabemos traen una consecuencia cierta que siempre se cumple… lo bien cierto es que estamos al cabo de calle, estamos seguros de eso. Pues lo mismo pasa aquí con Dios o, al menos, así debería ser y para nuestros corazones así debería parecer. 

Recordar algo como, por ejemplo, nos dice Lolo con el “ciclo del grano” supone manifestar que hay ese algo que lo tenemos en cuenta y que de tal forma ha calado en nosotros que lo tenemos presente cuando debemos tenerlo presente. Por lo tanto, eso ha de querer decir que lo traemos al ahora porque fue, sucedió, y que tal hacerlo presente supone una actualización de lo que ya sabíamos y que ahora, precisamente ahora, eso, recordamos. 

A nosotros debería darnos un vuelco el corazón al recordar, por tanto, algo que es crucial para nuestra existencia: Dios está siempre presente pero, sobre todo, provee lo que nos es necesario. 

Eso que decimos es una verdad más que cierta (por ser la Verdad de quien hablamos) pero reclama Lolo algo que nunca debería ser olvidado. Y es que eso de “a Dios rogando y con el mazo dando” es algo más que un refrán, una frase bien hecha o, en fin, algo más que expresión de una buena intención. Y es por lo que sigue. 

El ser humano ha de saber que procede de la creación del Todopoderoso y que, por lo tanto, el resto de seres humanos no ha venido de otra galaxia ni mucho menos de más allá aún sino que también ha sido creado por Dios. Y por eso el Beato de Linares (Jaén, España) reclama que hay quien, teniendo, haga lo posible para que tenga quien no tiene… 

Esto dicho así es bien sencillo: tener en cuenta al prójimo como parte fundamental de los Mandamientos de Dios no debería extrañar a nadie sino, al contrario, estar bien presente en el corazón de los hijos de Dios. Y por eso Lolo, que sabe muy bien que siempre no es así, escribe que no sea sólo Dios quien dé sino que también los hombres den de lo que tienen y eso se traduzca en un bien de carácter general. 

Todo, en suma, se resume en que el ser humano, que debe reconocer que Dios provee, no esconda debajo de ningún celemín su amor al prójimo sino que, al contrario, lo haga efectivo. Y sí, seguro que no es fácil hacerlo siempre pero si, al menos, se intentase alguna vez…

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

2.10.21

La Palabra para el Domingo - 3 de octubre de 2021

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Como es obvio, hoy no es domingo 3 sino sábado, 2 de octubre de 2021. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana, el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del domingo siguiente.

También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

  

Mc 10, 2-12

 

“2 Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: ‘¿Puede el marido repudiar a la mujer?’ 3 Él les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?’ 4 Ellos le dijeron: ‘Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.’ 5 Jesús les dijo: ‘Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto. 6      Pero desde el comienzo de la creación, = El los hizo varón y hembra. =7  = Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, =8     = y los dos se harán una sola carne. = De manera que ya no son dos, sino  una sola carne.9 Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.’10 Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. 11    Él les dijo: ‘Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; 12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.”

 

 

COMENTARIO         

 

En el principio…

Este texto evangélico de Marcos nos muestra cómo la Ley de Dios no coincide con la de los hombres. Y es lo que pasa con el tema del matrimonio. 

En lo referido al matrimonio, alguna interpretación peculiar de la Ley de Dios había dado al traste con el verdadero sentido de lo que el Creador estableció en un principio. Es evidente que pretendían “cazar” a Jesús con la pregunta del repudio y el acta de divorcio. Sin embargo, no es menos cierto que el Mesías, que las tenía todas consigo, podía evitar, fácilmente, ese embate supuestamente difícil. 

Dice, también, Jesús: “Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”. Esta frase, muy oída en muchas ocasiones, encierra esa Verdad que, en sí misma, dice mucho de la voluntad de Aquel. Cuando creó, cuando nos creó, en la figura de nuestros primeros padres, Dios no se conformó con hacer eso, que ya es suficiente, sino que manifestó, con la unión de ambos, un futuro establecido para el bien de la humanidad. 

Esa unión indisoluble, como era voluntad de Dios y como concepto y realidad, quedó bastante clara desde aquel momento. Eso no podía cambiarse. Por eso Jesús habla de “en un principio”, en aquel principio, cuando su Padre creaba, y creó, a aquellos que vendrían, luego, a traicionar su confianza; por eso, el Mesías entiende que se ha traicionado aquello y que Moisés, por la cerrazón y la dureza de corazón de aquellos semejantes suyos, estableció aquella “adaptación” de la Ley de Dios. Es claro que aquella forma de derivación de la norma fundamental de unión matrimonial era una solución temporal, adaptada a la forma de vida de aquel pueblo que Dios escogió como suyo. 

Pero Jesús que, como dijo, no había venido a abolir la Ley, sino a darle  (o sea, que aquella ley que se aplicaba no era la que se debía cumplir) pone esto sobre la mesa: en un principio Dios unió para siempre al hombre y a la mujer, y así será por toda la eternidad (cuando se de ese matrimonio, claro) y eso no podía cambiar aunque Moisés hubiera establecido aquello que lo hizo, con toda seguridad, por indicación de Dios ya que era un profeta o, lo que es lo mismo, alguien que habla, por su boca, de las cosas que Aquel le dice. 

Por lo tanto, debía de quedar claro que no cabía interpretación contraria al verdadero sentido de la Ley. Además, también dijo que “que quien mira a otra mujer deseándola, ya comete, con ella, adulterio en su corazón” Esto, como es fácil entender, era y es cuestión de muy difícil digestión. Pero la Ley de Dios era, y es , como era y es y la dificultad de cumplimiento es cosa de nuestra particular naturaleza.

 

 

PRECES

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que tienen, de Su Ley, un sentido contrario a su verdad. 

Roguemos al Señor.

 

Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren aceptar la Ley de Dios. 

Roguemos al Señor.

 

 

ORACIÓN

 

Padre Dios; ayúdanos confiar siempre en tu Ley.

  

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén. 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

     

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 

Panecillo de hoy:

Perder la vida o ganarla siendo la eterna.

Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna. 

30.09.21

Ventana a la Tierra Media - El Silmarillion: principio y fin

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En realidad, aquel escritor que iba a ser, lo que quería era que su Principio fuera como fue. Y así fue El Silmarillion… 

Es cierto y verdad que esta obra escrita fue, por decirlo así, el embrión de todo aquel ser literario que sería subcreado por J.R.R. Tolkien. Y desde el mismo momento en el que nuestro autor empezó a escribirlo, podemos decir, lo que tenía que venir llegó a ser por su propia naturaleza. 

Sabemos, también, que refleja el principio de todo aquello que sería la Tierra Media. Y, por tanto, que todo lo que, con el tiempo, llegó a ser una obra literaria, refleja la voluntad de quien sabiendo lo que quería hacer… lo hizo y bien que lo hizo. 

Por otra parte, decimos arriba que aquello es el “Principio” porque, en efecto, desde aquel momento todo empezó a tener explicación. 

Resulta curioso, de todas formas, que no fuera hasta muchos años después de haber empezado a escribir lo que acabaría siendo “El Silmarillion” cuando conocimos aquel principio aunque en sus obras posteriores como son El Hobbit y El Señor de los Anillos es obvio que hay referencias a los primeros tiempos de donde viene, precisamente, el Anillo Único y las demás joyas redondas entregadas a Elfos, Hombres y Enanos. Es decir, de la obra misma que lleva el título al que nos referimos, es de suponer, nadie sabía de su totalidad hasta que Christopher Tolkien fue capaz de armar, por así decirlo, todo el esqueleto que había dejado su padre y dar a luz aquella obra, ahora sí, conocida como “El Silmarillion”. Y lo hizo, seguramente, lo mejor que pudo aunque, como suele pasar, siempre hay quien crea que a lo mejor se “nota” mucho su mano en lo que al final resultó de todo aquello. 

De todas formas, tampoco podemos negar que el resultado obtenido de los muchos escritos que tendría de su padre no fue nada malo y podemos pasar por alto lo que, de suyo, haya podido poner allí para hilvanar bien un tejido tan complejo como es El Silmarillion. Y es que, para empezar, ahora podemos llevarnos a los ojos y al corazón lo que fue, para J.R.R. Tolkien la intención de subcrear un mundo, la Tierra Media, y cómo lo quiso desde el mismo momento en el que empezó a escribir sobre el mismo. 

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28.09.21

Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro”- Ansiar la salvación

Presentación

Beato Manuel Lozano Garrido, beato Lolo sonriendo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

Ansiar la salvación

 

“Querer lo que quieres al toque del despertador, la firma en la oficina, la subida del ascensor y el contacto de las gentes, para un día cumplir también la otra, la Grande, la Última, la de la Salvación” (Mesa redonda con Dios, p. 18)

 

Continuamos con el apartado de título “Los ojos más hermosos (‘Tu Voluntad’) del libro del Beato Lolo “Mesa redonda con Dios. Y, ciertamente, lo que aquí nos dice nos conviene y más que nos conviene. 

El caso es que nuestro amigo, del que nos preciamos que lo sea, lo tiene, por decirlo de forma popular, más claro y cristalino que el agua limpia. Y es que la Voluntad de Dios en nuestra vida no es algo que debamos tener por bueno y verdad cuando nos conviene sino, exactamente, siempre y siempre; o sea, en toda oportunidad, en toda ocasión y a cada paso. Y sí, eso sabemos que es difícil, pero… 

Quizá podamos parecer exagerados pero no hay más que leer (o escuchar si se nos lee) lo que propone Lolo que es, a saber, que tenemos en cuenta a Dios:

 

1º, desde el mismo momento en el que, tras la noche o el descanso, nos incorporamos, por decirlo así, a la vida ordinaria, a la nuestra, a la de cada día. Por eso habla de “al toque del despertador”.

 

2º, luego en nuestro trabajo labor, pues saber en tal momento qué es lo que Dios quiere para nosotros y qué es lo que no quiere en nuestra vida, es un seguro de existencia que vale la tener contratado…

 

3º, cuando contactamos con aquellos que son nuestro prójimo. Y aquí hay que hacer una distinción que es:

 

-Cuando volvemos a casa y, en general,

 

-Cuando nos encontramos con las personas que forman nuestro alrededor y aunque sea más lejos…

 

En realidad, esto nos hacer ver que siempre, como hemos dicho arriba, debemos hacer que nuestra vida “acuerde” con la Voluntad de aquel que nos ha creado y, no lo olvidemos nunca, nos mantiene y por eso podemos dar ese primer paso cada día que es apagar el despertador o, en todo caso (pues hoy día hay otros medios que cumplen tan función) darnos cuenta de que otro día se abre ante nosotros. 

Este siempre supone, claro está, una obligación más que evidente y ha de conformar nuestra vida a la medida de la que Dios quiere para nosotros. Y sí, repetimos, no siempre va a ser fácil e, incluso, no siempre la vamos a aceptar pero… 

Pero, como no puede ser de otra forma, Manuel Lozano Garrido nos pone, por así decirlo, la zanahoria (¡cuántas veces somos más que “burros” en lo tocante a esto) para que, al menos, nos demos cuenta de que todo esto, todo este ser y este estar acorde con lo que Dios quiere para nosotros, tiene una gracia grande y un don que nunca podemos olvidar y que ha de ser lo que nos guíe: la Salvación, la nuestra, sí, la nuestra.

 El caso es que Dios quiere “nuestra” salvación, la de cada uno de sus hijos. Y por eso nos dice Lolo que hay que cumplir la Suya que es la que decimos: la Grande, la Última y que es la Salvación eterna. Pues se refiere a lo que supone la nunca ya muerte porque estaremos salvados y que, como diría Santa Teresa de Jesús, dura para siempre, siempre, siempre que es una forma decir que no termina nunca, nunca, nunca. 

Todo esto, todo este recorrido que debemos hacer a lo largo de nuestra vida, tal acordar nuestro corazón con el Dios… en fin, que tiene un final, sí, feliz, que no es otro que gozar de la Bienaventuranza y la Visión Beatífica. Y eso, se diga lo que se diga, no es poco sino mucho y más que mucho. 

Ansiar la Salvación, así, con mayúscula. ¿Habrá algo que sea más importante? 

Eleuterio Fernández Guzmán

Llama Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.

Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.