La Palabra del Domingo -Domingo, 7 de julio de 2024
Mc 6, 1-6
“1 Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. 2 Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: ‘¿De dónde le viene esto? y ¿Qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? 3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Jose, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?’ Y se escandalizaban a causa de él. 4 Jesús les dijo: ‘Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio.’ 5 Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó pudiéndoles las manos. 6 Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.”
COMENTARIO
Escuchar y comprender a Cristo
Suponemos, porque lo hemos leído y porque, lógicamente, sería así, que Jesús iría muchas veces a Galilea. Es decir, en el tiempo en el que estuvo anunciando la Buena Noticia no es de extrañar que quisiera ir a su tierra para decir que el Reino de Dios había llegado. Y qué significaba eso.
El texto de este Evangelio nos dice, precisamente, que “salió de allí y vino a su patria”. No sabemos de dónde salió exactamente. En el capítulo 5 de su Evangelio, san Marcos escribe acerca de la curación de la hija de Jairo. Podemos entender, pues, que salió de la Decápodos y fue a Galilea.
Cuando llegó allí Jesús esperaba que sus vecinos, aquellos con los que había vivido y convivido, aceptaran de buen grado lo que estaba a punto de decirles. Jesús creía que viendo a quien había estado con ellos durante, al menos, treinta años, prestarían atención a lo que les iba a decir. Además, es más que seguro que ya tuvieran noticia de lo que su antiguo vecino hacía y decía.
Y Jesús acude a la sinagoga. Lo hace siguiendo la santa costumbre judía de ir al templo a escuchar. Y, también, a enseñar. En el lugar santo las personas especialmente preparadas explicaban las Sagradas Escrituras. Y eso es lo que hace Jesús muchas veces. También en su pueblo.
Imaginamos que, teniendo el texto sagrado ante sus ojos, Jesús explicaba según el conocimiento total que tiene del mismo, de la Verdad en su realidad y, en fin, de todo lo que el Hijo de Dios atesoraba en su corazón.
Nos dice san Marcos que cuando le escuchaban se quedaban maravillados. Es decir, que gozaban escuchándole y que sus palabras tocaban sus corazones.
Pero no todos los presentes eran del mismo pensamiento. Aquel “¿De Belén puede salir algo bueno?” cuando se dijo de dónde sería el Mesías toma ahora forma con las dudas de algunos de los que han conocido a Jesús en su tiempo de vida en Nazaret en la casa de José y María.
¿Es posible que un carpintero pueda decir lo que dice?
Resulta curioso que se hicieran aquella pregunta. Podían haberse dado cuenta de que si un carpintero decía tales palabras era porque estaba tocado por Dios y porque hablaba bajo inspiración divina. Si no podían creer que fuera el Hijo de Dios… al menos podían haber caído en el hecho de que Alguien le inspiraba lo que decía. A más no podían llegar según parece.
Pero Jesús, que conoce sus corazones, sabe la verdad de todo aquello. Sabía que el pueblo judío tenía la mala costumbre de no escuchar a muchos de los que Dios les había enviado. Incluso les había matado…
De todas formas, no por eso iba a dejar Jesús de cumplir la misión para la que había sido enviado: enseña en la sinagoga para quien quiera escucharlo, entenderlo y seguirlo (propone, pues, pero no impone) y cura a los enfermos que le llevan o conoce. Eso sí lo hace.
Y luego… nos dice san Marcos que continuó recorriendo los pueblos del contorno. Y es que el Hijo de Dios no iba a venirse abajo porque sus propios vecinos, algunos de ellos, no comprendieran lo que estaba diciendo o, mejor, no quisieran comprender.
PRECES
Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren escuchar a Jesús.
Roguemos al Señor.
Pidamos a Dios por todos aquellos que no confían en la sabiduría de Cristo.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a escucharte, a comprenderte y a seguirte.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Saber Quién es el Enviado de Dios; creer en Él… así de sencillo
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
1 comentario
Jesús, hijo de María y de José ,fue primero " el hijo del carpintero " ,y después que supuestamente su padre José murió ,era el carpintero de Nazaret. Nada de especial a la vista de todos sus familiares y paisanos ; era simplemente el carpintero del pueblo ; cómo cualquier carpintero ,o panadero que podamos haber conocido en algún pueblo pequeño de nuestra provincia.
Su Madre María guardaba todas las cosas meditándolas en su corazón. Y seguramente fue su Madre María la que un día le dijo " : Hijo , tú eres el Mesías ,eres el Hijo de Dios " . Podemos imaginar la cara de asombro del Niño Jesús . Entonces mi padre no es José ? . Y cómo fue ésto Mamá : por favor dime la verdad ; toda la verdad . Preguntas y más preguntas ,y todas seguramente fueron respondidas por su Madre. Y papá ; tú no eres mi padre ? : ya te lo ha dicho tu Madre ,yo no soy tu padre ; tu eres el Mesías de Israel ; mira lo que dice de Ti el Profeta Isaías . Y también de tu Madre . Y mira lo que dicen los Salmos.....
No puedes decir nada a nadie ,le diría su Madre María ; hasta que el Señor Nuestro Dios te lo indique.
Podemos imaginar cada año durante la Fiesta de la Pascua ,en el Templo de Jerusalén. .... " Ésta debería ser mi Casa ,porque soy el Mesías ,el Hijo de Dios ". Y cuando fue un poco mayorcito ,ya con 12 años se quedó en el Templo ,sin que lo supieran sus padres. No era la Voluntad de Dios ,y tuvo que volver a Nazaret.....
Jesucristo recibió el Poder del Espíritu Santo cuándo Su Padre Dios lo dispuso ,y fue bautizado por Juan el Bautista :" Éste es Mi Hijo ". Durante todo el tiempo anterior , Jesús era una persona absolutamente normal ,y un carpintero excelente. Es por ésto que sus familiares, amigos y paisanos se sorprendieron en gran manera ,y nadie podía sospechar que fuera Hijo de Dios ,sino Hijo de José y de María. Tampoco sus
" hermanos" ! No podían ejercer Fe en Él ; no podían concebirlo , porque lo habían visto crecer ,y solamente ejerciendo el oficio de su padre José.
Muchas gracias Don Eleuterio Fernández Guzmán. Y feliz Domingo para todos.!
Dejar un comentario