La Palabra del Domingo - 5 de mayo de 2024
Como es obvio, hoy no es domingo 5 de mayo de 2024 sino sábado, 4. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, de domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.
También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario
Jn 15, 9-17
“9 ‘Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. 10 Si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. 12 este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. 13 Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15 No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 16 No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. 17 Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.’”
COMENTARIO
Amar como Cristo nos amó
Quizá Jesús fue enviado del Padre sólo para una cosa, sólo para que comprendiésemos el principal mandato de Dios, el mandato del amor. Y digo mandato aunque esto pueda parecer excesivo. Esta palabra pudiera ser en exceso dura para quien no respeta a quien le dirige una orden pero que, si bien pensamos, y, sobre todo, en este caso, lo mandado y ordenado va, siempre en bien de sus receptores.
Esto, por otra parte, traza un camino a seguir, una senda por la que debemos pasar si, verdaderamente, queremos y ansiamos, el conocimiento de esa voluntad intrínseca de Dios que Jesús trata de que esté al alcance de nuestro corazón. Tal es así que el Mesías nos ama como su Padre lo amó, darle ese mismo amor, sin escatimar nada, como quiere que hagamos nosotros.
Pero, por eso, hemos de cumplir los mandamientos (¡otra vez aparece el mandato se puede pensar!), aquello que recibió Moisés y que Jesús perfecciona con su vida y con su predicación como, por ejemplo, sucede con las Bienaventuranzas. Es decir, ha de haber una correspondencia entre lo que decimos que hacemos, seguir a Jesús, y lo que, en realidad hacemos. Porque Jesús quiere que estemos, como él, en el seno del Padre, para que permanezcamos en su amor.
Y para eso, nada mejor que el ejemplo: predicar y dar trigo, podríamos decir. Jesús dice, en este texto que “nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos” ya que conocedor de su futuro, sabía que, para empezar, ellos eran sus amigos, no sus siervos, y, por eso, iba a dar su vida para que todos fueran, fuéramos, salvados.
Pero, para eso, para que su amistad tuviera un sentido recepticio, fuera recibida por nosotros y, en consecuencia, fuera correspondida, hay que hacer, y nunca será bastante repetido esto, lo que él mandó.
Cabe decir, con relación a la permanencia en Cristo que, aunque podamos pensar que nosotros, dotados de la libertad dada por Dios, somos los que, libremente, por tanto, escogemos a Dios para que forme parte de nuestra vida esto, esta apreciación, no es adecuada. Sabedores, y creyentes en eso, de que hemos sido creados por Dios, es fácil colegir de ello que es Él el que nos escoge a nosotros y no nosotros los que somos tan “bondadosos” que optamos por formar parte del grupo de los que se consideran hijos de Dios. Cometería un gran error quien pensara, seriamente, otra cosa. Así, y sólo así, daremos fruto; y así, sólo así, ese fruto será considerado por el Padre como digno reflejo del amor de Cristo, de Jesús, de su Hijo.
Así, de esa forma, de ese modo, aquello que demandamos a Dios nos será concedido, aunque sea difícil conseguir esa correspondencia a la que antes he hecho referencia.
El amor con amor se paga, como dice el dicho. Y Jesús nos dio amor, graciosamente, nada mejor que corresponderle, de cara a él y a los demás, con ese amor que vino a sembrar al mundo.
PRECES
Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren guardar los mandamientos de Dios.
Roguemos al Señor.
Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren responder a la elección de Dios.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a tener siempre presente que eres Tú quien nos eliges a nosotros. Y, entonces, a responderte con un sí.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Permanecer en el amor de Cristo es algo más que una voluntad que queramos cumplir.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
1 comentario
San Juan destaca por el amor especial que sentía por su Maestro . Y Jesús le correspondía con el mismo amor que Juan sentía por Él. Y por ésta razón se ganó el distintivo de "Discípulo amado ",el Discípulo que Jesús amaba " , etcétera.
Al pie de la cruz sólo aparece la Virgen María y el Discípulo Juan. Los demás salieron huyendo, y hasta renegaron del Maestro ,que sin duda los amaba a todos por igual .
"Al atardecer de la vida te examinarán por el amor ". Y en este episodio de la Pasión y Muerte de Jesús ; el único aprobado sobresaliente ,fue San Juan. Los demás se ganaron un sonoro suspenso.
Lo que Jesucristo nos manda en el Evangelio de hoy ,es " que nos amemos los unos a los otros cómo Él nos ha amado '. Y en ésto el Evangelio de San Juan ,y la Tres Cartas ,junto con el Apocalipsis ; se llevan la palma en el Nuevo Testamento.
Muchas gracias don Eleuterio Fernández Guzmán : Feliz Domingo para todos los católicos del mundo !
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