Un amigo de Lolo – Quizá así lo escribiría Lolo – María, Virgen y Madre
Presentación
Es posible que pueda pensarse que lo que va a hacer este que escribe pueda ser una osadía. Y es que, de todas formas, es seguro que lo es pues uno quizá no debería ponerse en la mente y el corazón de otra persona para ver qué podría decir o hacer.
Es cierto esto pero también lo que es que cuando un creyente católico ha alcanzado la altura espiritual que alcanzó Lolo y que tiene, seguro, en el Cielo, no podemos negar que se ha hecho mucho de todos sus hermanos en la fe.
La osadía de escribir algo según, a lo mejor, pudiera hacerlo el Beato de Linares (Jaén, España) es, seguramente, un grave atrevimiento por parte de quien eso haga y, aún más, por quien esto escribe que es, sencilla y llanamente, nadie en materia espiritual pero que siente el alma de Lolo inscrita en las palabras que dejó al mundo. Y por eso, es seguro que nuestro amigo Manuel Lozano Garrido, va a perdonar (desde ya, desde que se escribe esto mismo, estas palabras a modo de presentación) un tal atrevimiento por mi parte.
Esto es, a lo mejor, lo que Lolo podría decir.
Quizá así lo escribiera Lolo – María, Virgen y Madre
Es posible que alguien pueda tener por bueno el orden que aquí vamos a seguir a la hora de hacer lo propio sobre la Sagrada Familia. Es decir, que primero escribamos sobre esta al completo (en sus tres miembros) y, luego, sobre cada uno de ellos. Sin embargo, también es posible que haya quien crea que lo mejor sería escribir en primer lugar sobre cada uno de quienes componen la Sagrada Familia y, luego, como colofón a eso, sobre la Sagrada Familia al completo.
Nosotros hemos escogido la primera opción que es, creemos, tan buena como la segunda…
Y esto que sigue es lo que Lolo podría haber dicho…
María, hija de Nazaret, joven que dijo sí a su Señor porque siempre lo había querido y amado; María de José, su desposada y esperanzada mujer, aquella que supo comprender la llamada de Dios y se supo esclava de un tal Padre.
Tú que quisiste ser seno para que reposara la semilla del Creador, Tú que fuiste Arca, anhelo del pueblo escogido por Adonai, Tú que viste a Gabriel y te perturbaste en tu juventud excelsa.
María, Madre que fuiste de la criatura llegada directamente del Amor de Dios, Madre de poderosa memoria que guardaba todo en su corazón donde el Espíritu se adueñaba de sus cosas y sus vivencias junto a Quien sería la salvación del mundo y también de sí misma.
María amada por todas las generaciones como le dijiste a tu prima Isabel, Magnífica María que llevaste la alegría a la casa de Zacarías e hiciste que Juanillo saltara en el vientre de la que llamaban estéril hasta que Dios volvió a mostrar y demostrar que para Él nada hay imposible, ni siquiera eso.
Madre de todos porque quiso tu hijo que fueras madre de todos: madre de los jornaleros, madre de los oficinistas, madre de las escuelas, madre de los que labran la tierra, madre de los que se manchan de grasa en los talleres y las fábricas, madre de las niñas sin novio, madre de quien espera tenerlo, madrecilla querida de quien espera aún ver qué le pasa en la vida, madre primeriza y única, madre de corazón tierno, de mirada suave, de luces en el alma; madre que juega con su hijo y lo levanta cuando cae, madre que limpia las lágrimas de los que padecen, madre que acompañas en las muchas soledades por las que pasamos, madre virtuosa, madre virgen; además Virgen, así con mayúscula porque es prodigio que hizo para ti y en ti tu Padre del Cielo; madre amorosa, madre fiel hasta lo último de lo último, madre que camina para siempre con sus hijos, a su lado madre de la Sierra, madre de los enfermos, madre de las letanías, madre río que nos lleva al Cielo, madre, en fin… Madre de Dios y nuestra.
María, que tantas veces me has acompañado en mi pueblo, en la montaña donde descanso y lleno mis pulmones de aire limpio; madre que sanas los corazones que sufren porque reposa en ellos tu dulzura y tu amor; madre en las oraciones, madre en los rezos, madre de las súplicas de los necesitados, madre de la bondad primera, madre de la música que nos alegra el alma, madre tú, María; Madre y Virgen porque es lo que eres y serás para siempre, hasta que tu hijo vuelva al mundo y nos juzgue, a los buenos y a los malos, a los que hayan entonces acertado en su ser y a los que se hayan desviado en el camino hacia Dios; Madre que se postra ante Dios y pide por nosotros, sus no tan fieles hijos….
Madre, María; Madre y Virgen o, al revés. De todas formas, es lo cierto y verdad. Madre, así, a secas.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
La Sagrada Familia en todo el esplendor de Dios.
Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bien venido, amor” (338)
La familia es el núcleo piloto donde, por la Generosidad, Dios ensaya aquí ya la dicha que nos espera en el Cielo.
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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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