La Palabra para el Domingo - 7 de mayo de 2023
Como es obvio, hoy no es domingo 7 de mayo de 2023 sino sábado, 6. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.
También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.
Jn 14, 1-12
“1 ‘No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. 3 Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. 4Y adonde yo voy sabéis el camino.’ 5 Le dice Tomás: ‘Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?’ 6 Le dice Jesús: ‘Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. 7 Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.’ 8 Le dice Felipe: ‘Señor, muéstranos al Padre y nos basta.’ 9 Le dice Jesús: ‘¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? 10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. 11 Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. 12 En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.’”
COMENTARIO
Permanecer en Cristo
Una vez diría Jesús que quien tuviera fe podría hasta mover una montaña del sitio donde estaba y ordenarle que se echara en el mar. Sin duda lo decía porque sabía que muchos de los que le escuchaban no tenían mucha. Y por eso termina el texto del evangelio de san Juan diciendo que quien crea en Él hará, nada más y nada menos, que las obras que Él hace.
Pues bien, es bien cierto eso. Sin embargo, Jesús no se vino abajo al respecto de lo que había venido a hacer al mundo, la misión que Dios le había encomendado.
Jesús tiene que decir, por activa y por pasiva, que va a morir. Lo dice, muchas veces, de forma muy poética pero sin desconocer lo que eso significa. Pero trata de que, aquellos que lo escuchan, comprendan lo que eso quiere decir.
Dice el Hijo de Dios muchas cosas importantes en esta conversación con aquellos que le escuchan y, por eso, con nosotros mismos.
Ha de irse a la Casa del Padre. Pero se va porque tiene que prepararnos un lugar para que allí estemos cuando seamos llamados a la misma. Dice Jesús, por eso, que no está mintiendo cuando dice que en la vida eterna hay donde estar. Pero debe irse para terminar de preparar el camino que nos lleva a la misma.
Y luego… volverá. Jesús anuncia, aquí mismo, el momento en el que volverá para juzgar a vivos y a muertos y para llevarse a los que, de su juicio, se deduzca que han merecido la vida eterna y no la muerte eterna.
Hay, sin embargo, entonces y ahora, algunos que no reconocen a Cristo y no se dan cuenta de que es Dios hecho hombre y que todo lo puede. Por eso dice Jesús que es, él, el Camino, por el que se va a Dios; la Verdad, porque es Dios mismo y la Vida porque en Él reside y está, la que es eterna. Y por eso sólo se va a Dios por Cristo.
Siendo parte de la Santísima Trinidad (si bien tal verdad no podían entenderla aquellos que le escuchaban) es bien cierto que el Espíritu de Dios, que moraba en el corazón de Cristo, le hacía realizar y llevar a cabo las obras que realizada y llevaba a cabo.
Dice Jesús, a este respecto, que conocerlo a Él o, lo que es lo mismo, creer en Él y confiar en Él es hacer lo propio y lo mismo con Dios. Y esto es lo mismo que decir que lo contrario (no creer en Él y no confiar en Él) es hacer eso con Dios, Todopoderoso.
Jesús quiere que nos convenzamos de algo que es más que importante para nuestra vida eterna: debemos permanecer en Cristo y Cristo en nosotros. Sólo así tendremos un “mañana” gozoso en el definitivo Reino de Dios donde no hay dolor y todo es alegría y felicidad.
Y, además, nos dice Jesús que sabemos el camino para llegar al Padre: tenerlo a Él de ejemplo y, por tanto, ser serviciales con nuestro prójimo, ser misericordiosos, humildes y mansos de corazón. Ahí está el gran secreto de decir que se es hijo de Dios y, en verdad, serlo.
PRECES
Por todos aquellos que no creen en la vida eterna.
Roguemos al Señor.
Por todos aquellos que no ven en Cristo a Dios mismo hecho hombre.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a confiar siempre en que eres el Camino, la Verdad y la Vida.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Cristo nos muestra el Camino que es Él mismo.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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