Un amigo de Lolo – Sobre títulos y motivos: “Mesa redonda con Dios “
Presentación
Ya son algunos años los que, el que esto escribe, lleva escribiendo sobre el Beato de Linares (Jaén, España) en esta casa de InfoCatólica. Siempre ha valido la pena hacer algo así y aportar, aunque sea, un granito de arena a la comprensión de un creyente tan fuerte y profundo como es Lolo.
El linarense universal que tanta atracción espiritual tiene para quien lo conoce, no deja de producir interés en aquella persona que se acerca a su persona a través de su obra pues ahora mismo no resulta posible hacerlo personalmente o, digamos, en la intimidad de la conversación entre amigos, que lo somos todos aquellos que ansiamos serlo.
Lolo nos acerca a lo bueno que tiene saber que, cuando se es hijo de Dios la mejor forma de serlo es, sencillamente, siéndolo. Y él una muestra perfecta de cómo hacer algo que, algunas veces, a muchos nos resulta difícil y a algunos… imposible.
Acerquémonos, desde ahora, a la obra misma de Lolo a su intimidad podríamos decir, con lo que vamos a ganar, seguramente, mucho y más que mucho. Y, para más abundancia de lo bueno y mejor, al final de todo esto les ponemos uno de los aforismos espirituales que publicó Lolo en su libro ”Bien venido, amor“. Vamos, miel sobre hojuelas, como se dice en la Biblia pues esto, al fin y al cabo, es cosa del alma de cada cual.
Sobre títulos y motivos: Mesa redonda con Dios
Y es que, en esto también, en el título que el escritor da a sus obras, o, mejor, sobre todo en esto, hay un motivo o muchos motivos. Y es que, en el fondo, titular de una forma o de otra puede cambiar el sentido de lo escrito pero, más que nada, refleja lo que, desde el corazón mismo, sale al mundo exterior.
Eso pasa con el tercer libro que publicó Lolo. Corría el año 1963 cuando salió a la luz pública Mesa redonda con Dios el cual, por cierto, en sí mismo, dice mucho más de lo que pudiera parecer a primera vista.
Cualquiera que le esto puede imaginar, y seguramente es el caso, lo que es una mesa redonda o, bien, una mesa-camilla. En ella nos sentamos y es fácil que nazca conversación sencilla y, sobre todo, establezcamos una relación muy directa con la persona que está, digamos, al otro lado… Y es que la cosa da para eso.
Algo así hace Lolo con Dios, por así decirlo. También lo sienta a su mesa redonda y allí hace que el Creador intervenga en su vida de las más diversas formas.
¿Qué tiene que decirle el Todopoderoso a Lolo y, así, a nosotros mismos?
Por ejemplo, en lo tocante a la oración (esa relación tan estrecha que podemos tener con Dios) que “sigue siendo la gran exploradora y descubridora del objetivo vital del corazón” (p. 26) Pero, además, que es “como una segunda Encarnación, de vuelta; como una semilla de hombre que se hace raíz en la Belén de corazón y de Dios y allí se nutre de su vitalidad” (p. 27).
Orar, así, en la mesa redonda que el Beato de Linares (Jaén, España) tiene con Dios es algo tan natural como la vida misma que el Todopoderoso le ha concedido a nuestro amigo y de la que tanto provecho espiritual está obteniendo.
Pero es que Dios mismo inspira a Lolo algo que, dicho por Su Hijo en un momento determinado de su vida, será de gran utilidad espiritual. Y es que lo llama a eso Manuel “Ocho recetas para ser feliz” (recogidas entre las páginas 191 a 201) Y nos referimos a las Bienaventuranzas que, como sabemos, son un verdadero faro para orientarnos en nuestro camino hacia del definitivo Reino de Dios llamado Cielo.
El caso es que Lolo, al sentar a Dios en su meda redonda y tenerlo tan cerca, hace posible que todo lo que pueda salir del corazón del Creador nos llegue directamente al nuestro. E, incluso, tiene este libro un apartado en el que Dios está “al volante” (página 105 a la 129) en el que bien se nos explican muchas de las cosas que tantas veces nos suceden pero ante las cuales no sabemos reaccionar siendo, como somos, hijos de Quien con Lolo está sentado…
Sienta Lolo a Dios en su mesa y allí, tan cerca de sí mismo, casi podemos imaginar las caricias que le hace el Todopoderoso al corazón de quien tanto había sufrido y todavía sufriría. Y nosotros, que tan sólo podemos ser testigos de eso sólo nos cabe gozar de que hubiera quien, como Lozano Garrido, fuera capaz de sentar a Dios en su mesa redonda. Y saber que, siendo sus amigos, a nosotros también nos llega el rayo de Amor del Padre.
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.
Aforismos de fe católica: del libro de Lolo “Bienvenido, amor“
“¿Fuerza ciega la del Autor de la vida, cuya Omnipotencia le viene precisamente del caudal del Amor? (3)”
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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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