J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – C.S. Lewis y J.R.R. Tolkien: apologías de la fe cristiana a su manera
Nosotros partimos de la base de que quien se lleve esto a los ojos (o alguien pueda leérselo por cualquier tipo de problema) tiene un cierto conocimiento de la cosa. Es decir, que cuando alguien lea el título de este artículo no diga algo así como “¿Cómo?” o, también, “¿Quiénes son tales personas?”
No vaya a creer nadie que esto es cosa baladí o de poca importancia sino que es puramente crucial pues a partir de un conocimiento así es posible entender lo que ha de venir. Y es que partir de no saber, siquiera, quién es Lewis y quien es Tolkien… en fin, como que no puede ser.
De todas formas, estamos más que seguros que cualquiera, aquí, sabe a qué nos referimos y nos quita la preocupación de explicar más de la cuenta…
Y sí, tanto C.S. como J.R.R. han sido, y lo son, escritores de renombre en el mundo de las letras. Y aunque alguien pueda decir que, en todo caso, lo han sido, y lo son, del mundo de lo fantástico (como haciendo de menos tal campo) y que tampoco es para ponerse según de qué forma, algo así como elevando el tono de lo referido a ellos, nosotros, como no puede ser de otra forma, los alabamos por lo que merecen que es más que mucho, si ustedes nos entienden.
En general, esto se enmarca dentro de un título mayor que abarca, por decirlo así, lo que suponen ambos autores en cuanto cristianos que son (y es que a nosotros no nos gusta escribir como si, al morir, todo tuviese que escribirse en pasado porque ellos están ahí porque está su obra y su obra está más que presente, es de ahora y es actual en sí misma considerada) Y sobre eso van a tratar estas letras (unas 1500 más o menos, según dé la cosa…) que van a procurar, eso sí, ser ecuánimes pues tampoco es de nadie desconocido que mientras que el autor de “Las Crónicas de Narnia”, “Cartas del Diablo a su sobrino” o, sobre todo, “Mero cristianismo” (obra verdaderamente loable donde las haya) era anglicano, el que lo es de “El Hobbit”, “El Señor de los Anillos” o “El Silmarillion” era católico convencido de serlo y no podemos, ni debemos, hacer uso de tal distinción algo así como para zaherir, desde el punto de vista católico al que lo fue anglicano. No. Y es que aquí la cosa va más allá pues ambos, digamos que en general, se pueden enmarcar (cada uno a su forma) en apologistas del cristianismo y eso no lo deberíamos olvidar nunca y tenerlo como no puesto por vaya a saber usted qué cosas de nuestras respectivas fes.
Creemos que está muy bien señalar un aspecto como el que hemos puesto en primer lugar para que nadie se lleve a engaño y pretenda encontrar aquí nada distinto de aquello que va a encontrar pues, de otra forma, sería errar tanto el tiro que, seguramente, daríamos muy fuera de la diana que, por supuesto, recibiría, como proyectil, una flecha, como corresponde al ideario literario de ambos autores ingleses.
¿Saben ustedes lo que pasa con C.S. Lewis y con J.R.R. Tolkien, así, al alimón? Pues lo que pasa es que son dos autores tan buenos que sobran ciertas cosas que podría separarlos (y que seguro que los separó en un determinado momento aunque, a lo mejor, más por parte del segundo que del primero…) Aquí sólo nos vale el tema en cuestión para hoy: ellos dos son dos apologistas cristianos, así dicho, en general y para que se sepa lo que hay. Y todo esto está muy por encima de lo que se pretenda hacer, si es el caso, con sus obras por parte de aquellos que, no creyendo en su fe (la de los autores, queremos decir) trazan algo así como un mundo donde la creencia espiritual nada tuviera que ver cuando, en realidad, es justamente todo lo contrario.
El caso es que, como es bien sabido, C.S. Lewis no se adscribía, por así decirlo, a ninguna creencia. Y fue por amistades como las de J.R.R. Tolkien, por las que acabó acercándose al cristianismo y, aunque no dio el paso al catolicismo, al menos, abandonó su no creencia y optó por el anglicanismo que, como podemos pensar, es mejor que no creer en nada.
Seguramente, teniendo en cuenta la pluralidad de conceptos que existe sobre el cristianismo, esto dicho por C.S. Lewis pueda clarificar mucho:
“Cuando hayas escogido tu propia habitación, sé amable con quienes han escogido diferentes puertas, y con quienes aún permanecen en el salón de espera. Si se han equivocado, necesitan de tus oraciones mucho más; si son enemigos tuyos, tienes la obligación de orar por ellos. Esta es una de las reglas comunes de la casa.”
En este sentido, no creemos que este autor y el otro, Tolkien, aceptaran el uno del otro, de forma total, el concepto que tenían del cristianismo. Sin embargo, ha de ser verdad que debían limar las diferencias que había entre uno y otro en tales aspectos de su fe pues, de otra manera, no hubiera, siquiera, podido coexistir en un mundo tan diversificado como es el que constituye los discípulos de Cristo, entonces y ahora mismo.
De todas formas, es posible que el autor de “Las Crónicas de Narnia”, diciendo esto que ahora traemos aquí, acerque mucho a católicos y anglicanos:
“Hubo una vez en el mundo, un pesebre, y en ese pesebre, algo más grande que el mundo”.
“Creo en el cristianismo así como creo que el sol ha salido. No sólo porque lo veo, sino porque gracias a que lo veo puedo ver todo lo demás”.
“Si admitimos a Dios, ¿debemos admitir los milagros? De hecho, no tienes forma de negarlos. Vienen en conjunto”.
“Si leemos la Historia, veremos que los cristianos que más hicieron por este mundo fueron aquellos que pensaron más en el otro”.
“La vida con Dios no es inmunidad contra las dificultades, sino paz en medio de las dificultades”.
“El hecho de que nuestro corazón anhela algo que la tierra no puede proveer es la prueba de que el cielo debe ser nuestro hogar”.
“Ser cristiano significa perdonar lo inexcusable en otros porque Dios perdonó lo inexcusable en ti”.
“No estaremos bien mientras amemos o admiremos cualquier cosa más de lo que amamos o admiramos a Dios”.
“Dios no nos ama porque seamos buenos, Él nos hace buenos porque nos ama”.
“Dios nos susurra en nuestros placeres, habla a nuestra conciencia, pero grita en nuestro dolor”.
“Si el cristianismo es falso, no es importante. Si es cierto, es infinitamente importante. Lo único que no puede ser es medianamente importante”.
“Apunta al cielo y tendrás la tierra por añadidura. Apunta a la tierra y no tendrás ninguna de las dos cosas”.
“La historia humana es la larga y terrible historia del ser humano tratando de encontrar algo distinto a Dios que lo haga feliz”.
“Dios nos permite experimentar los puntos bajos de la vida para enseñarnos lecciones que no podríamos aprender de otra manera”.
“Puedes orar por alguien sin amarlo; pero no puedes amar a alguien y no orar por él”.
“Todo hombre debería tener un cementerio de considerable tamaño para enterrar las faltas de sus amigos”.
Y, por parte de Tolkien, podemos decir que esto es posible lo acepte cualquier cristiano, en cuanto a defensa de la vida:
“Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.”
Pero es que J.R.R. Tolkien sabía que su fe era crucial en su vida. Por eso le escribe, en 1916, a su amigo Geoffrey y le dice esto que puede ser aceptado por cualquier cristiano:
“Quiera Dios que esto no suene arrogante; me siento ahora más humilde en verdad, e inmensurablemente más débil y pobre. La grandeza a la que me refería era la de ser un gran instrumento en las manos de Dios, un promotor, un hacedor, un ganador incluso de grandes cosas, un principiante aun en la menor de las grandes cosas.”
O cuando en 1944 escribe a su hijo Christopher diciéndole que “Estamos en las manos de Dios”, principio que perfectamente puede aceptar todo cristiano; o también al mismo hijo cuando le dice “Pero aún hay alguna esperanza de que las cosas mejoren para nosotros, incluso en el plano temporal, por la clemencia de Dios”, de lo cual decimos lo mismo que antes.
O cuando escribe a su hijo Michael en 1963, noviembre, pocos días antes de la muerte de C.S. Lewis, y le dice que
“Pero el acto de voluntad de la fe no es un momento único de decisión definitiva: es un acto permanente indefinidamente repetido, es decir, un estado que debe prolongarse, de modo que rezamos por la obtención de una ‘perseverancia definitiva’”.
En realidad, en el autor de El Hobbit vemos apología de un cristianismo que puede ser aceptado por cualquier discípulo de Cristo: defensa de la vida, humildad, estar en manos de Dios, que el Todopoderoso nos crea y nos mantiene o cuando defiende que la fe no es algo que nos sucede, digamos, en un repente sino que se ha de prolongar a lo largo de nuestra vida.
¿Apologías distintas?; en todo caso, complementarias y, sobre todo, necesarias para un mundo que se pierde.
Eleuterio Fernández Guzmán- Erkenbrand de Edhellond
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Tierra Media: otra Tierra, esta Tierra.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
11 comentarios
EFG
Francamente le digo que no ha sido mi intención hacer que parezca lo mismo pues es más que claro que Tolkien era católico y Lewis no, faltaría más.
Me han gustado especialmente esas citas tomadas de las cartas de Tolkien. Dan para reflexionar.
Muchas gracias y quedamos a la espera del siguiente artículo.
R. Olalla.
EFG
Gracias. Pues no se preocupe porque tengo artículos escritos hasta el 24 de noviembre pues luego, como creo que es de entender, dedicaré todo el mes de diciembre a escribir sobre el Adviento... Y Tolkien volverá, Dios mediante, en enero de 2022.
Por favor líbrennos de leer los comentarios de “al”, ostenta un nivel de ignorancia impresionante cada vez que comenta, sea el tema que sea.
Sus comentarios sólo causan disgustos, además es inútil corregirle porque siempre responde con más necedades.
No entiendo por qué le publican en este sitio, siempre les está refutando todo con argumentos falaces y absurdos.
EFG
Lo siento, perdone mi torpeza. Como diría aquel: "lo hecho, hecho está" pero será difícil que se vuelva a hacer.
Le ánimo a seguir con ello.
EFG
Gracias, haremos lo que podamos.
Espero que pueda sacar algún día de Diciembre para una pequeña reflexión tolkeniana que tanto nos gusta. ^_^.
EFG
No pasa nada.
Por cierto, sobre eso de diciembre... acabo de coger el libro de las Cartas de Papá Noel de Tolkien y, a lo mejor, voy a ver si soy capaz de escribir algo pues también es tema de Adviento, si sé explicarme...
Valores como el perdón, la misericordia, la manera de afrontar las dificultades, el combate interno contra las apetencias de uno mismo, etc aparecen constantemente. Pero no es una alegoría cristiana.
Que difícil para un lector cristiano de ESDLA es no realizar un paralelismo entre el pan élfico (lembas) y el pan eucarístico...pero Tolkien en ningún momento o sitio dejó por escrito que las lembas representan el pan Eucarístico.
Tolkien crea un maravilloso mundo pagano, donde no hay Encarnación ni Redención que poco a poco se va llenando de estos valores tan universales.
Pero de ahí, a decir que Tolkien es un autor con ideas contrarias al Concilio Vaticano II hay un abismo.
Tolkien fue educado por un el Padre Francis Morgan. Este sacerdote fue formado por Sant John Henrry Newman. Si el señor "al" cree que el Cardenal Newman era contrario al concilio Vaticano II...
Dice que su familia ataca a la Iglesia Católica...no sé a qué se referirá pero Tolkien era de misa diaria (bastantes km recorría para ir al templo) y tiene un hijo sacerdote.
Y que los niños y adultos no deberían leer estos libros me parece la mayor barbaridad de todas. El objetivo de Tolkien no era que crear un manual de metáforas del catecismo de la Iglesia Católica. Lo primero de todo es que hay que disfrutar de la Belleza literaria del libro. Quien quiera ponerse exquisito y buscar la paja ajena y defectos doctrinales en cualquier libro de cualquier autor cristiano seguro que los encuentra.
Saludos!
Afirmar que Tolkien creó un mundo pagano sólo denota la ignorancia que tienen sobre lo que es un género literario.
Tolkien no hizo una alegoría cristiana tal como Lewis en Crónicas de Narnia, pero los temas del pecado y la redención salen a relucir de todas formas. Parece que ni siquiera han leído El Señor de los Anillos, y si le leyeron y no encontraron esos temas entonces no entendieron nada.
En sus cartas Tolkien sí dejó escrito sobre la alusión que le hicieron sobre el lembas y la Eucaristía, y la aprueba, está en la página 288 del libro “The Letters of JRR Tolkien”.
Bastante información dejó escrita para poder entender sus obras.
Tolkien es un genio de la literatura, jamás alguien ha hecho lo que él hizo, por eso le han querido tirar abajo siempre, porque no pueden soportar que semejante genio de hombre sea Católico. Lo mismo que Miguel Ángel y Beethoven. No es casualidad que los más grandes genios del arte hayan sido católicos.
PD
Olvidé agradecerle por su artículo. Espero leer el próximo sobre las Cartas de Papa Noel, absteniéndome de leer a los comentaristas.
Gracias.
EFG
Gracias por lo que me toca. Ya veremos qué sale del tema de las Cartas de Papá Noel...
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