Un amigo de Lolo - “Lolo, libro a libro” - Lolo fue periodista: así – 3
Presentación
Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista que vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infligían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.
Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.
Continuamos con el traer aquí textos del Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo. Lo hacemos ahora con “Mesa redonda con Dios”.
Lolo fue periodista: así – 3
“Me negarás el sueño, como también la sal y el pan de cada día, sí sólo puedo hablar y callo por cobarde.” (Mesa redonda con Dios, p. 75)
Como hemos ido viendo a lo largo de los artículos referidos a este texto de título “El periodista” que el Beato Manuel Lozano Garrido deja escrito en su “Mesa redonda con Dios” no podemos decir que nuestro amigo tenga las cosas poco claras o que hable con medias tintas. No. Y es que, como bien sabe, el oficio de periodista no es uno que lo es, digamos, común y ordinario sino, al contrario, más que extraordinario al tener que llevar a los demás, a su prójimo, lo que pasa y sucede.
El caso es que la importancia del periodismo y, claro, de aquellos que hacen de tal profesión su vida no es decir las cosas como si no tuviera importancia lo que se dice sino, al contrario, tener muy en cuenta que es más que posible que haya muchas personas que sigan el criterio que se ponga negro sobre blanco Y eso obliga a hacer las cosas algo más que bien y a no dejarse llevar por una corriente de vaguedad o inconsistencia.
En las pocas palabras que traemos hoy aquí del texto del Beato de Linares (Jaén, España) nos dice más que mucho y pone en el camino de quien cumpla con la misión de periodista para no perderse y andar como tiene que andar alguien que ha de ser quien diga lo que es y lo que pasa.
No podemos negar que Lolo le pide a Dios, Padre del Cielo que todo lo ve, cosas que no son poco sino, al contrario, mucho y más que mucho. Y es que, sabiendo la importancia de la misión del periodista (y Lolo lo fue y lo era y por eso escribía esto, claro está) menos no podía decir. Y lo decía, para que nadie se llevase a engaño y, si es posible eso, que más de uno, entonces y ahora, tomara nota.
¡Qué preocupación no ha de caber en el corazón de quien transmite lo que pasa para pedir lo que pide el linarense universal!
El caso es que le pide a Dios, nada más y nada menos, que le niegue el sueño. ¿Y eso debido a qué?
Antes de seguir, digamos que no es sólo eso lo que le pide a Dios que le niegue sino que, además, llevando la cosa hasta el extremo, también ruega al Padre que le niegue, incluso, “el pan y la sal”, como suele decirse de alguien a quien hasta lo más elemental, en cuanto alimento, no se le da pudiendo dárselo.
Lolo, sin embargo, no se anda con chiquitas y, sabiendo y creyendo que la profesión de periodista, la suya misma, tiene una importancia tan crucial, pide a Dios lo máximo ante según qué actitudes pueda manifestar, digamos, él mismo y quien eso haga.
¿Entonces?
Pues bien, Manuel Lozano Garrido cree, y así nos lo dice, que merece un tal castigo (pues lo es, sin duda alguna) de parte del Todopoderoso si, siendo periodista, adopta alguna de estas dos actitudes (sino las dos, a veces):
1. Hablar por hablar.
2. Callar cuando debe hablar… por cobardía.
Ciertamente, tanto una actitud como otra con censurables en alguien que debe cumplir con su misión pero, también, con su deber. Y, entonces, cuando sólo hace de su profesión un insustancial cacareo como para cumplir con la misma o, lo que es peor, cuando no dice nada cuando debe decir y eso se debe a su cobardía… entonces, justo entonces, cree y entiende el Beato Lolo que merece un castigo así de parte de su Creador: no dormir… hasta que sea capaz de cumplir con lo que debe cumplir; ni siquiera comer hasta que sea capaz de cumplir con lo que debe cumplir.
Seguros estamos que eso no es lo que, hoy día, reclamaría ningún periodista pues ya sabemos cómo está el gremio. Sin embargo, no podemos negar que si las tales avisos e indicaciones vienen de parte de quien vienen… entonces no deberíamos mirar para otro lado por muy dura que sea la labor que se deba realizar y por muy algo que sea el muro que se deba escalar.
Por eso, podemos decir, hay tanta diferencia entre lo que reclama Lolo y lo que hay por ahí…
Eleuterio Fernández Guzmán
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Saber sufrir, espiritualmente hablando, es un verdadero tesoro.
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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