J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – Sobre la visión que se suele tener de Tolkien y su obra
Hace muy poco tiempo (apenas unos días con relación al día en el que se escribe este artículo) una persona muy allegada a quien esto pone sobre el folio en blanco le preguntó cuántas partes, en número, se dividía El Señor de los Anillos.
Ni qué decir tiene que la pregunta nos suscitó mucha sorpresa. Y no uso el plural en sentido de querer aparentar algo más de la personalidad que tiene el que esto escribe sino que digo que nos suscitó sorpresa tanto a mí como, imagino suscitaría en el propio autor de tan importante obra literaria. Así, nos suscitó, sí, a los dos…
En fin…
Eso es, claro, una simple anécdota pero, en realidad, esconde mucho de lo que suele pensarse, creo que suele pensarse tengo que decir (yo mismo pensaba algo parecido antes de caer en las maravillosas manos y redes del profesor de Oxford) sobre la obra de J.R.R. Tolkien y de todo lo que rodea a la misma.
En realidad, quizá desde un principio, cuando se sostenía que El Hobbit era un cuento para niños, se creía que sí, que lo era y que no se le debía dar más importancia de lo que la cosa tenía. Incluso podemos imaginar lo que pudieron pensar los colegas de trabajo del profesor Tolkien cuando supieron que parte del tiempo que debía haber dedicado a su trabajo como tal (tenía, según sabemos, algo así como una ayuda económica y debía terminar determinado tipo de trabajo en aquel entonces) lo empleó en escribir “aquello”…
Sí, ciertamente, no debieron ser muy elogiosos los adjetivos que le debieron dedicar entonces porque no podían comprender en su totalidad lo que significaba ya y significaría después aquellas páginas que habían sido escritas para entretener a sus hijos por parte de alguien que dedicaba su tiempo profesional a cosas, digamos, más “contundentes”, si ustedes me pueden entender…
Es más que probable que, incluso hoy día nos encontremos, respecto a la obra de J.R.R. Tolkien, entre el desconocimiento y la minusvaloración o, incluso (perdonen el palabro jurídico) la capitidisminución del valor literario pero, sobre todo, intrínseco, que tiene la misma. Es decir, que pareciera que es cosa de poca importancia y, claro, la misma se le quita en cuanto se cita el nombre de un autor así…
Nosotros, ciertamente, podemos parecer frikis de la cosa porque cuando alguien se centra, casi, exclusivamente, en algo como esto… no es poco cierto que puede (y digo puede) llegar a producirse una, casi, obsesión con los aspectos más minúsculos que puedan estar contenido en las obras escritas por Tolkien padre. Y es que nos interesan tantas cosas y tantos aspectos nos interesan de la Tierra Media y todas sus criaturas que, por decirlo así, ¿hacen faltan otros mundos?
Sin embargo, un frikismo así (en caso de haber caído en el mismo) sólo abona en nuestro corazón un bien, menor sí comparado con el mayor que representa lo escribo y leído, pero, al fin y al cabo, un bien que nos llena el alma, sin duda, a rebosar.
Arriba decimos eso de que El Hobbit se pueda considerar un cuento. Un cuento, sí, seguramente lo es, pero no es para niños. Al menos, no exclusivamente para niños aunque el mismo sirva y valga para que muchos menores puedan adentrarse en otras profundidades a las que, sin duda alguna, va a llevar (por fuerza y por lógica) la lectura de las aventuras de Bilbo Bolsón, el saqueador, y sus compañeros de aventura.
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que lo que pueda pensarse y decirse acerca de nuestro autor está bien dicho, o podría estarlo, si no está cuajado de prejuicios. Y es que podemos asegurar que si los mismos abundan en determinadas opiniones no exentas de despreocupación por conocer a quien se critica, se están jugando un duelo a espada o a hacha, según sea la criatura a quien se haya ofendido… y ustedes me entienden ¿a que sí?
Y de El Señor de los Anillos no decimos nada porque sería hacer lo propio aumentado y crecido, muy aumentado y crecido. Pero creo que ustedes entienden a la perfección a qué me refiero con todo esto.
Y es que los que creemos en estas cosas podremos ser considerados como quieran considerarnos pero en serio nos tomamos las ofensas, faltaría más.
Eleuterio Fernández Guzmán - Erkenbrand de Edhellond
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Hay mundos que, sin duda alguna, nos llevan más lejos del que vivimos, nos movemos y existimos.
…………………………….
Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
8 comentarios
No entiendo por qué dices que preguntar el número de partes del libro es negar su valor. ¿Me lo podrías explicar?
En lo demás, muy de acuerdo contigo. Tengo la suerte de dictar un curso sobre Chesterton, Lewis y Tolkien en la universidad y me toca ver a alumnos descubrir a Tolkien, más allá de las películas, digamos, y es como si yo lo pudiera gozar de nuevo (el momento de descubrir, digo)
Saludos
EFG
Siento no haberme sabido explicar. Lo que quiero decir con eso de la disminución del valor literario de la obra de Tolkien es que algunas personas podrían pensar que no lo tiene por ser, quien quiera pensar eso, una obra algo así como fantasiosa o algo de poca importancia. Yo no creo eso, por supuesto.
Por cierto, parece más qué interesante el curso que usted está dictando.
EFG
Estoy muy de acuerdo con usted. Las películas sobre la obra de Tolkien, seguramente, no reflejan del todo la obra de nuestro autor. Creo que eso sería casi imposible y se queda para la lectura de los libros y para demostrar que no siempre una imagen vale más que mil palabras.
Por cierto la película de dibujos animados a la que usted hace referencia hace bastante tiempo que la tengo pero no he sido capaz de quitar el plástico para verla. No me atrevo, la verdad.
En este tiempo de tribulación y mientras se quedan dormidas las niñas he estado escuchando unos audiobooks de youtube con el libro interpretado y he tenido un acercamiento novedoso a la obra que no había tenido antes. Tampoco soy de los que se leen ESDA todos los años: lo leí con 15 años y lo he leído dos o tres veces más a lo largo de 25 años, osea, no soy un friki friki.
A lo que iba: esta vez lo he leído, o mejor dicho, lo he escuchado como examen de conciencia. ESDA es un vastísimo examen de conciencia. Otra cosa que tenemos que agradecer al gran Tolkien, y que no creo que sea "casualidad".
EFG
Me parece que me están entrando grandes ganas de ver la obra de dibujos animados. De este fin de semana no pasa. Y si, seguro que nada es casualidad en la obra de Tolkien ni, por cierto, en ninguna otra cosa..
Probablemente tengas la película que llega hasta la batalla del abismo de Helm. La parte final yo no la he visto comercializada. Hace tiempo estaba es youtube y la vi, pero hace más de 10 años yo creo.
No es que las películas no reflejen completamente la obra, es que sacrifican su mensaje en favor del "ritmo" de la película y de enviar mensajes "políticamente correctos". Además se inventan muchas cosas, de manera que las omisiones que serían excusables por la extensión del libro ya no lo son.
Además, Sauron a partir de su reaparición en Dol Guldur, (el Nigromante), tiene forma física. Aunque después de la caída de Numenor no podía adquirir una apariencia hermosa y estuvo un tiempo vagando como un espíritu, ha adquirido forma corpórea otra vez. Se dice en varios pasajes del Señor de los Anillos y en las "Cartas" de Tolkien.
1.-la tentación de volver a La Comarca cuando el espejo de Galadriel
2.-la tentación de tomar el anillo para convertir Gorgoroth en un jardín
3.-la tentación de ceder a la desesperación en su camino al Monte del Destino, escena que Tolkien plantea como un diálogo de Sam consigo mismo al estilo de Gollum con Smeagol (Sam también estaba herido por el anillo)
Veo un paralelismo con las tentación del Señor, aunque incompleto. Lo que sí está claro es que nosotros tenemos tentaciones muy similares.
EFG
Muchas gracias por la idea. Si no le importa, se la tomo prestada...
La última parte de la película, que es la que se hizo para la BBC, estaba en youtube hace tiempo, yo la vi hace más de diez años.
Por supuesto que Sauron tenía forma corpórea, lo que no era es un ojo de fuego entre dos pináculos de Barad Dur alumbrando como un faro, esto no era. En el mismo ESDA se dice que el trono de Sauron está detrás de un velo y ambas cosas presuponen la forma corpórea.
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