J.R.R. Tolkien - Ventana a la Tierra Media – Sobre la película de título “Tolkien”- Aparte del cura...

Tengo que reconocer que cuando se dijo que se iba a rodar una película sobre J.R.R. Tolkien la cosa, pensaba el que esto escribe, era como para chuparse los dedos, si ustedes me entienden…

Luego, cuando se estaba rodando, que si esto que si lo otro, que si los actores, que si las situaciones que se iba a reflejar en la cinta… en fin, que la cosa prometía porque un tema tal suculento como el de la vida y existencia del profesor de Oxford debía hacer las delicias, primero, de quien llevara a cabo el proyecto y, luego, de quien se lo llevara al corazón al ver la película.

Por fin, llegó el estreno. Y triste fue la cosa.

Lo de la tristeza no lo digo, todavía, sobre la película en sí sino por la distribución de esta por las salas de cine. Y es que el esto escribe no pudo verla sin hacer, casi, un acto de fe, acudiendo a un lugar remoto porque en la salas de cine, unas cuantas, de unas que lo son más que importantes en España, no habían dispuesto la proyección de esta película que les debería parecer de segundo orden. Y esto, teniendo en cuenta las cosas que se ponen en las salas de cine… en fin.

Tengo que decir que no, que cuando se estrenó la película, creo que en moderno llaman biopic o algo así, sobre nuestro amado profesor… vamos, que no la pude ver.

Las cosas, de todas formas, de la técnica, que están muy avanzadas, han hecho posible que unos meses después (apenas tres, tampoco es tan grave la cosa) haya podido ver, por fin, la tal película de título “Tolkien”. Incluso pasarán otros tres hasta que esto salga publicado…

En primer lugar, tengo que decir que, para ser un “biopic” se ha quedado un poco corta. Y es fácil pensar que la vida de Tolkien padre fue, a lo mejor, un poco extensa (en cuanto a acontecimientos, quiero decir) como para hacer otra cosa que la que hicieron. Entonces, prefirieron quedarse con sus primeros años justo hasta cuando escribió eso de “En un agujero…”. Y ahí acaba la cosa.

Personalmente, creo que la vida de nuestro autor da para algo más que una película y, dadas las modas de hoy de eso de las series, hubiera estado mucho mejor que se lo hubieran tomado algo más en serio y hubieran hecho una con la vida del autor de obras tan emblemáticas como las conocidas “El Hobbit” y “El Señor de los Anillos”. En fin… qué le vamos a hacer.

De todas formas, como la cosa ha llegado hasta ahí, a lo mejor hubiera sido más justo que, dadas las circunstancias de la vida de la familia Tolkien, de la conversión de lo que quedaba de ella al catolicismo, a lo mejor, digo, hubiera sido oportuno, como poco, que se hubiera visto reflejada algo más la fe del protagonista de la película.

Esto lo decimos porque, aparte del P. Morgan, así, del cura quiero decir que tanta importancia tuvo en su vida, la fe de Tolkien padre brilla por su ausencia.

Ciertamente, a lo mejor no era políticamente correcto (mi asco particular por esto) que se viera a un personaje inglés, en la Inglaterra hereje, como quiera era; a lo mejor no era políticamente correcto que quien tanto amó su fe católica dijera algo de la misma porque algo tuvo que influir en su decisión, por ejemplo, de no mantener relaciones (no de las que se pueden pensar sino de la más simple de trato personal) con quien sería su esposa, Edith, porque el P. Morgan creía que era importante que no dilapidara su tiempo en según qué cosas…

Es más que probable que la ausencia de un tema tan crucial en la vida de J.R.R. Tolkien haya causado, en ciertas personas, no poco gozo porque ¡A qué santo va a tener que ver la fe en la obra del profesor!, pensará más de uno. Y lo piensa porque no sabe, al parecer (o quiere olvidarlo) que tiene todo, todo, que ver…

Ciertamente, las cosas podrían haberse tratado de otra forma. Seguramente, también, hubiera tenido menos clientes la película citada pero es verdad que eso se hubiera hecho en aras de la verdad.

De todas formas, ya sabemos la consideración que tiene hoy día la verdad: voluble, adaptable, cambiable… en fin, demasiado subjetiva para un espíritu mínimamente fiel.

Sí, es cierto que se pensará que un tema como la fe no es tan importante como para criticar una cinta cinematográfica. Y eso se piensa porque no se es consciente que, en personas, como J.R.R. Tolkien no era un adorno sino, al contrario, una realidad espiritual que condujo su vida.

Y, por cierto, terminar la película con ese folio y la frase citada de comienzo de El Hobbit… en fin, es de un racanismo casi miserable.

Eleuterio Fernández Guzmán - Erkenbrand de Edhellond

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Hay mundos que, sin duda alguna, nos llevan más lejos del que vivimos, nos movemos y existimos.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.