¿Es posible conmemorar algo así?
“El Santo Padre Francisco irá a Lund (Suecia) para conmemorar el 500° aniversario de la Reforma
Su Santidad Francisco tiene la intención de participar en una ceremonia conjunta entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial para conmemorar el 500° aniversario de la Reforma, en programa en Lund, Suecia, el 31 de octubre de 2016.”
Esto es lo que ha salido publicado en la página web del Vaticano y refería a la Sala Stampa del la Santa Sede. Sobre esto, ya no puede haber dudas pues no es poco cierto que había rumores aunque, ciertamente, extrañaba que se pudiesen concretar en tal sentido porque el tema es más que delicado.
Pero, ciertamente, hay cosas que no son fáciles de entender. Bueno, para espíritus light a lo mejor es fácil pero para quien tiene de su fe católica un sentido, simplemente, normal y ordinario, las hay que dan bastante grima y asco.
Sabemos que cuando se conmemora algo es porque se considera que es positivo. Así, por ejemplo, a nadie en su sano juicio se le ocurriría conmemorar la apertura de los campos de concentración nazis. Sin embargo, sí se conmemora una fecha importante como, por ejemplo, el descubrimiento de América o la finalización de cualquier guerra.
A lo mejor lo que pasa es que en tal acto se les va poner las peras al cuarto a los protestantes que, al parecer, tan contentos andan con aquel aquelarre sucedido hace muchos, demasiados, años. Tal sería un momento muy oportuno porque siempre es bueno que a quien es un hereje se le diga que es un hereje y, de paso, se le diga que pueda volver a la casa de donde salió.
Sin embargo, hay quien ha dicho esto:
“Es lícito encolerizarse cuando se sabe qué especie de traidores, ladrones y asesinos son los papas, sus cardenales y legados. Le complacería a Dios que varios reyes de Inglaterra se empeñaran en acabar con ellos.
Castigamos a los ladrones a espada; ¿por qué no hemos de agarrar al Papa, a los cardenales y a toda la pandilla de la Sodoma romana y lavarnos las manos en su sangre?
Todos estos caerán cuando su sacrílega y abominable Misa haya sido reducida a polvo” (Martín Lutero)
Es difícil creer que a este tipo de personas se les pueda convencer de algo que no sea la, para ellas, propagación de unas barbaridades tan grandes.
Pero, al parecer, hay que conmemorar eso. Debe ser lo políticamente correcto aunque no sea lo que conviene a un católico que sabe que el protestantismo es una herejía del catolicismo (única religión verdadera) y que todo lo que no sea atraer a la Esposa de Cristo a los que se fueron no tiene nada de católico sino de todo lo contrario.
Francamente tengo que decir que el ambiente se está volviendo irrespirable. Y también tengo que decir que nadie haya que se pueda quejar si la materia para el palo y tentetieso es abundante. Vamos, es que lo ponen a huevo.
De todas formas, es bien cierto que en los últimos decenios ha habido acercamiento entre católicos y protestantes. Pero de ahí a conmemorar aquello, por parte de nosotros, hay una gran distancia. Alguien, además, dijo que no se podía conmemorar un pecado… ¿o sí?
Padre Dios, ayúdanos a superar esta terrible prueba.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Por la libertad de Asia Bibi.
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Por el respeto a la libertad religiosa.
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Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Hay cosas que es mejor no tocarlas.
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12 comentarios
No quiero meterme en averiguar quién tiene razón con el asunto de Colón, pero sin duda ejemplifica dos cosas: Una, que todo evento tiene dos puntos de vista -como mínimo- y dos, que cuando han pasado 500 años las cosas suelen verse un poco diferentes de cuando ocurrieron.
Un amigo mío, español viviendo de este lado del charco, solía quejarse de que los americanos somos excesivamente rencorosos, pues a él le seguían echando la culpa del saqueo del que fuimos víctimas hace 500 años, evento en el que ni él ni sus antepasados habían jamás participado.
Algo parecido siento con este asunto del Papa y los luteranos. Sea como sea, haya hecho el mal que haya hecho Lutero, los que hoy viven no necesariamente son culpables de eso. Ciertamente España sigue gozando de la riqueza que se llevó de América, pero, ¿de qué me sirve recordárselo cada 12 de octubre? ¿Usted piensa que por muchos reclamos que yo haga Su Alteza Real Felipe VI va a enviarme un cheque por el oro que se llevó España de mi país hace 500 años o que al menos va a firmar una disculpa pública?
Estará usted de acuerdo que los americanos y los españoles podemos vivir muy en paz olvidándonos de las rencillas de antes, que no fueron en nuestro tiempo y realmente ni nos afectan hoy en día; aceptar que unos aprendimos de los otros y seguir adelante.
¿Por que no podrían hacer lo mismo los que creen en Cristo?
Yo puedo perdonar y olvidar algún mal que se ME ha hecho: el problema de la reforma de Lutero es un mal que se perpetua en el tiempo, contra el Cuerpo Místico de Cristo.
Si no entiende esta problemática, no entenderá de modo alguno las soluciones.
El problema de la conquista de América es que es un mal que se perpetúa en el tiempo, contra los pobladores de toda esta región, que sigue siendo empobrecida gracias a los españoles.
Y aún así, estamos dispuestos a perdonar.
Si usted no entiende esa práctica, no entenderá de modo alguno las soluciones.
los toques de atencion que recibió en su
momento por el mismo Dios Hijo.Asi que
nada nuevo bajo el sol
Estoy completamente de acuerdo con usted. Y por eso veo la necesidad de pasar la página y empezar a construir a partir de bases comunes.
Y esto aplica tanto al hispanismo como al cristianismo.
Ignoro cuál sistema de gobierno es más corrupto, si el latinoamericano o el español, por lo tanto, no puedo asegurar cuál sistema podría darle más bienestar al pueblo. Y aunque los católicos estamos completamente convencidos que nuestro sistema es superior al de los protestantes, a mí sigue pareciéndome que hay ciertas cosas fuera del sistema que no están del todo bien en las que los protestantes nos superan. Si nos atreviéramos a dejarnos de ver el ombligo y reconocer que tenemos defectos no en el sistema, sino en las prácticas corrompidas podríamos reconocer que Lutero tenía bastante razón en muchas de sus tesis.
En mi opinión, es tonto aferrarse a afrentas que llevan siglos sin resolverse y que si se resolvieran como uno supone que debieran resolverse, traerían más o iguales problemas. Y eso aplica tanto al panhispanismo como al cristianismo.
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