Libro: Novena a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio

Título: Novena a las Benditas Almas del Purgatorio

Autor: Eleuterio Fernández Guzmán

Editorial: Lulu

Páginas: 46

Precio aprox.: 3,88 € papel – 1 € Libro electrónico 

ISBN Papel: 978-1-326-40989-0

ISBN eBook: 978-1-326-41003-2

Año edición: 2015

Lo puedes adquirir en Lulu, en versión papel y en versión eBook.

Novena a las Benditas Almas del Purgatorio-Purificatorio

En el libro de Jean Guitton “Retrato de Marta Robin” dice, en un momento determinado, la Venerable francesa:   

“El Purgatorio no es un purga. Es algo grande y serio. Yo diría una cosa noble. Son sufrimientos, pero sufrimientos de amor, de verdadero amor, de puro amor. Las almas intentan ir hacia Dios, se apresuran… pero no llegan. ¡Si vierais qué desgarrón! Aún no es su hora, que queda aplazada. Cuanto más se desea salir, más se busca entrar en él. Se debiera llamar ‘purificatorio’. Todo debe ser purificado. Nuestras mismas intenciones deben ser purificadas. Nunca sabemos si nuestras intenciones son perfectamente puras. Teresa del Niño Jesús, que era tan pura, ¿tenía siempre intenciones perfectamente puras?”

Aportamos este testimonio para acogernos al mismo y llamar, desde ahora mismo, también Purificatorio a lo que, tradicionalmente, se ha llamado Purgatorio. No queremos, con esto, desdecir lo hasta ahora dicho sino manifestar que, como dice Marta Robin, en tal estado espiritual que se alcanza antes de llegar al Cielo y como remedio a nuestras manchas del alma no limpiadas en nuestra vida terrena, nos purificamos para alcanzar el Cielo en total limpieza.

Esto, con ser importante, no es lo que más nos debe importar sino algo que es, en sí mismo, el objeto de esta novena. Tiene todo que ver con la necesidad que tienen las almas que se encuentran en el Purificatorio de pedir por ellas. En sí mismas, ellas no pueden merecer ya. Pasó el tiempo en el que los cuerpos a los que estaban unidos, podían acumular la vida eterna. Pero ahora, en tal estado de cosas espirituales (a la espera del Cielo) no pueden hacer nada más que dar gracias a Dios por encontrarse así y esperar, de los miembros de la Iglesia militante, que se dirijan a Dios oraciones por ellas para que, volviendo la gloria que se da al Todopoderoso con las mismas el Creador las revierta en beneficio de las que esperan la Visión Beatífica.

Esta novena tiene, por tanto, un claro objetivo que no es otro que dedicar un tiempo determinado a orar por aquellas almas que, habiendo evitado el Infierno, gozan por saber que cuando eso sea verán la gloria de Dios pero sufren el fuego que allí limpia sus manchas y que es, no podemos negarlo, un sufrimiento misteriosamente gozoso.

Se dice, porque debe ser verdad, que es posible que se haya olvidado algo a las Benditas Almas del Purgatorio. Queremos decir que la oración por ella y la petición a Dios por una mejoría en su situación real a lo mejor ha venido a menos. Seguramente es resultado de un mundo, de unos creyentes, que se han secularizado en exceso y no se dan cuenta de que es más que posible que sus almas habiten, alguna vez, el Purificatorio. Por tanto, es más que conveniente, ahora que aun se puede merecer, hacer todo lo posible por ellas porque, además, las mismas también piden a Dios por los que por ellas piden.

Necesitamos, por tanto, pedir por las Almas del Purificatorio porque merecen que les dediquemos un tiempo que, por cierto, nunca será mejor empleado que dirigiéndose a Dios para que beneficie, según sea su voluntad, a las que quiera de ellas. Sin embargo, es bueno acordarse (por nuestra parte) de aquellas almas de las que nadie se acuerda.

¿Es posible esto?

Ciertamente, es más que posible que haya muchas personas de las que se haya dicho, en vida, que su alma iría al Infierno. Quizá la forma de comportarse o sus actitudes vitales han hecho pensar a sus conocidos que tenían difícil su salvación. Sin embargo, sólo Dios conoce la total realidad de los seres humanos (el secreto de nuestro corazón) y es posible que  tal persona, que tan mala fama tenía en vida, dedicara parte de su tiempo a orar por las necesidades ajenas; también que hubiera auxiliado a necesitados sin que nadie (salvo ella misma y Dios) lo supiera, etc.

Queremos decir que por cosas como éstas Dios ha podido creer que el alma de tales personas no merecía el Infierno sino un tiempo largo en el Purificatorio. Y, claro, nadie se acuerda de ellas (porque las creen en el Infierno) y por eso no pueden mejorar su situación de purificación por tal vía espiritual.

Pues bien, pedir por ellas ha de ser muy bien recibido por Dios que sabe, perfectamente, las necesidades de cada una de las mismas pero que no puede negar su gozo al ver que hay parte de sus hijos que se acuerdan de aquellas almas a las que muchos habían destinado (juzgando mal una existencia en su totalidad) a la condenación eterna.

Pidamos, de todas formas, por todas las Almas del Purgatorio y hagámoslo, por ejemplo, con esta novena con la que manifestamos a Dios que también nos acordamos de aquella Iglesia Purificante que espera, con gozo, tener la Visión Beatífica y gozar de la Bienaventuranza.

Digamos, por otra parte, que la estructura de la novena es bien sencilla. Basta con seguirla para darse cuenta que tanto la oración inicial para cada día como la reflexión y las preces tienen relación directa con el título que hemos dado a cada uno de nos nueve que componen esta práctica de piedad popular.

También nos gustaría recordar que puede hacerse, esta novena,  en cualquier momento del año y no limitar tal práctica espiritual a los días anteriores a su celebración, digamos, oficial, el 2 de noviembre. Las Benditas Almas así lo esperan.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tener en cuenta las Benditas Almas del Purgatorio es agradar a Dios en mucho.

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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