Un amigo de Lolo – Dar a ver a Dios
Presentación
Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.
Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.
Dar a ver a Dios
“La sonrisa de Dios florece en el jardín de la serenidad de los hombres”
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (859)
Desde que el ser humano supo, vía hechos y vía intervención divina mediante, que el Creador era el Creador y que no había que tener múltiples dioses porque sólo uno era Dios, cundió, entre los seres humanos ya creyentes (porque creían en el Todopoderoso según es el Todopoderoso) la especie cierta según la cual mucho de lo que hacemos refleja que somos semejanza del Señor.
Por ejemplo, al Padre Abrahám, que vivía complacido con sus muchos bienes y llevaba una vida, digamos, agradable (según su tiempo y circunstancias) se le complicó la existencia cuando Dios le dijo que lo abandonara todo (incluso, sobre todo, los muchos dioses que eran adorados allí donde habitaba) y que fuese donde le iba a decir. Pues bien, tuvo fe y el Padre, que había confiado en la naturaleza espiritual de aquel hijo suyo, vio cómo en aquel hombre se cumplía su santa voluntad. Se vio, pues, que era posible que el ser humano reflejara que era lo que era y que provenía de Quien provenía
.
Pero Dios tiene una serie de cualidades y virtudes que a muchos hijos suyos nos gustaría poder mostrar como propias, de nosotros mismos. Y tales cualidades apuntalan nuestro camino porque nos muestran cómo caminar, hacia dónde mirar y, sobre todo, qué hacer (¡y que no hacer!) en tal camino, en tal caminar, en tal ir hacia la vida eterna.
Pero para nosotros, que queremos igualar, en fe, a quien más haya tenido y a quien mejor haya sabido responder a la voluntad de Dios con respuesta acertada, resulta muy difícil, a lo mejor, siquiera plantearnos eso. Nos vemos poca cosa (lo somos, es cierto) y por nada del mundo querríamos que Dios creyese que le damos de lado porque fallamos y porque hacemos caer, a nuestra alma, en las trampas que el mundo nos tiende. No queremos que eso sea del conocimiento de Dios aunque estamos seguros de que ya lo sabe y conoce pues su ser penetra hasta lo más escondido de nuestro corazón, allá en lo secreto del mismo donde queremos que nadie llegue. Pero Él sí llega; Él llega, ve lo que somos y acaricia nuestro corazón con su perdón porque sabe que lo necesitamos y que sin el mismo caemos, caemos, caemos en la tibieza.
Eso, tal llegar, debería hacernos ver que nos conviene, muy mucho, manifestar un comportamiento que acuerde con lo que Dios quiere. Así, entonces, de tal manera y de esa forma, habremos cumplido con la parte que nos toca en el pacto entre el Creador y nosotros: Él nos crea y mantiene y nosotros, por nuestra parte, no hacemos como si eso no fuera así y nos hubiéramos creado a nosotros mismos y nada dependiese de su voluntad. Y tal pacto sigue vigente porque lo confirmó con sangre: la de su Hijo Jesucristo.
Es bien cierto, por otra parte, que sabemos que el corazón de Dios no es que sea grande (que lo es) sino que es capaz de soportar los más grandes agravios que perdona siempre que haya arrepentimiento por nuestra parte. Ser, entonces, con tal arrepentirse, hijos de un tan gran Señor no ha de ser imposible para nosotros o, ni siquiera, difícil. Y es que bien podríamos decir que Dios sonríe cada vez que un hombre, que es imagen y semejanza suya, ha comprendido que es imagen y semejanza suya.
“Imagen y semejanza de Dios”. Y entregarlo todo por la una y por la otra. Y saber qué significa eso. Y no fallarle nunca, nunca más.
Eleuterio Fernández Guzmán
La Editorial Stella Maris convoca el I Premio de Ensayo REVISTA EL PENSADOR.
Las bases son las que siguen:
1.- Editorial Stella Maris convoca el I Premio de Ensayo REVISTA EL PENSADOR, conforme a las presentes bases.2.- Podrán concurrir al Premio cualesquiera obras inéditas de ensayo, en lengua castellana, cuya temática verse sobre “De Franco a hoy: evolución de España desde 1975 a 2013″ desde el punto de vista social, cultural y/o moral. Esta temática podrá ser abordada en conjunto o desde cualquier aspecto concreto.
3.- Las obras tendrán una extensión mínima de 150 páginas y máxima de 300. La tipografía a utilizar será el Times New Roman, tamaño 12, espaciada a 1,5. Se presentarán dos copias impresas en papel y se adjuntará una copia en formato word.
4.- Los autores, que podrán ser de cualquier nacionalidad, entregarán sus obras firmadas con nombre y apellidos, o con pseudónimo.
En el caso de que la obra venga firmada con nombre y apellidos, es obliga-torio incluir fotocopia del documento oficial de identidad, una hoja con los datos personales (nombre y apellidos, dirección postal, teléfono y email), un currículum vitae detallado del autor, así como un certificado firmado en donde se haga constar que la misma es propiedad del autor, que no tiene derechos cedidos a o comprometidos con terceros y que es inédita.
En el caso de que la obra sea presentada bajo pseudónimo, se incorporará una plica (con el título de la obra y el pseudónimo utilizado), en cuyo interior se incluirá la documentación referida en el párrafo anterior. Las plicas sólo serán abiertas en el caso de que la obra fuera premiada. En caso contrario serán destruidas junto a los originales presentados.
5.- Se admite la presentación de obras colectivas, pero en este caso el premio se repartirá a prorrata entre los autores. Y la documentación exigida en la cláusula anterior regirá por cada uno de ellos.
6.- Las obras presentadas al Premio no podrán ser editadas, reproducidas, cedidas o comprometidas con terceros, hasta el fallo definitivo. El ganador y, en su caso, los accésits ceden, por el mismo acto del fallo y de manera inmediata, los derechos exclusivos y universales de edición durante quince años a favor de Stella Maris.
Ninguna obra presentada al Premio podrá ser retirada del concurso hasta el fallo del Jurado.
7.- El Premio consistirá en:
* 6.000 euros en concepto de anticipos de derechos de autor.
* Publicación de la obra en una de las colecciones de Stella Maris.
* El 7% sobre las ventas, en concepto de derechos de autor.8.- El Premio puede ser declarado desierto. Asimismo puede otorgarse un Accésit por cada una de las siguientes modalidades: Ciencias Sociales, Cultura y Filosofía.
El premio de cada accésit será un diploma acreditativo. Stella Maris se reservará el derecho de publicación de cada accésit y, en este caso, el otorgamiento de un 7% sobre ventas en concepto de derechos de autor.
9.- El plazo máximo de presentación de obras que opten al Premio comienza el 1 de febrero y finaliza el 29 de diciembre de 2014 a las 24 horas.
Las obras deberán presentarse por correo certificado a la siguiente dirección:Stella Maris
(PREMIO “REVISTA EL PENSADOR")
c/. Rosario 47-49
08007 Barcelona10.- El Jurado estará compuesto por cinco profesores universitarios e intelectuales de reconocido prestigio, designados por Stella Maris. La composición del Jurado se hará pública al mismo tiempo que el fallo del Premio.
11.- El premio será fallado el 27 de febrero de 2015 y será publicado al día siguiente, comunicándose directamente además al ganador y accesits. El fallo del jurado será inapelable.
Las obras no premiadas serán automáticamente destruidas y no se devolverán en ningún caso a sus autores. Stella Maris no están obligados a mantener correspondencia con ninguno de los aspirantes al Premio.
12.- La concurrencia al Premio implica la aceptación expresa de las presentes bases de convocatoria.
……………………….
Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..
Por el respeto a la libertad religiosa
……………………..
Enlace a Libros y otros textos.
……………………..
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Dios está en nuestra forma de manifestarnos al prójimo.
…………………………….
Para leer Fe y Obras.
…………………………….
InfoCatólica necesita vuestra ayuda.
Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:
Y da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.
Todavía no hay comentarios
Dejar un comentario