La Palabra del Domingo - 8 de septiembre de 2013
Lc 14, 25-33
”25 Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo: 26 «Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. 27 El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío. 28 «Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? 29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30 “Este comenzó a edificar y no pudo terminar.” 31 O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se sienta antes y delibera si con 10.000 puede salir al paso del que viene contra él con 20.000? 32 Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz. 33 Pues, de igual manera, cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.”
COMENTARIO
La cruz, nuestra propia y personal cruz
No puede negarse que Jesús decía lo que pensaba y que lo que pensaba no era del gusto de muchos de aquellos que le escuchaban. Sin embargo, su misión era hacer cumplir la voluntad de Dios y, como se ha demostrado a lo largo de la historia, no siempre el ser humano ha estado, egoístamente, de acuerdo con ella.
Seguir a Cristo, bien que lo dice el Señor, no era ni es fácil. Tiene sus dificultades personales y comunitarias. Sin embargo, es lo único que puede hacer un hijo de Dios.
Lo que pone sobre la mesa Jesucristo es lo que supone seguirlo. Nada más y nada menos.
En realidad, en otras ocasiones dice algo parecido porque no cambiaba de idea sino que sus pensamientos, siendo Dios hecho hombre, no pueden ser como veletas que ahora marcan el norte, ahora el sur… y así. No. Jesús no es tal tipo de personas pues también diría que donde era sí tenía que ser sí y donde era no debía ser no.
Dejarlo todo por Cristo es, en esencia, el comportamiento que debe tener quien le quiera seguir. Así de sencillo decir pero… tan difícil de cumplir. Y se refiere a todo y a todos: bienes y familia, lo que se quiere materialmente y lo que se ama espiritualmente.
Eso, en sí mismo, supone cierta cruz que, a veces, resulta imposible de soportar. Por eso muchas personas dejaban de seguir a Jesús y, por eso mismo, muchas dejan de seguirlo hoy día pues desprenderse de tantos bienes no está al alcance de todos los espíritus ni de todas las personas.
Pero Jesús se refiere a otra realidad espiritual que hay que tener en cuenta. Él mismo lo practicó a lo largo de su vida y, sobre todo, al final de la misma. Tiene un nombre muy corto pero un significado muy extenso: cruz, la cruz, nuestra propia y personal cruz.
Debemos tomar nuestra cruz y seguirlo. Es decir, que para ir tras Cristo no bastan las buenas intenciones sino que, en efecto, debemos hacerlo con todo nuestro bagaje personal y ello conlleva, por supuesto, nuestra propia cruz.
Jesús no dice que quien no tome la cruz no puede seguirlo. Es cierto que hay muchas personas que lo siguen pero no toman su cruz para hacerlo. Entonces… lo que pasa es que no pueden ser discípulos de Cristo y, como consecuencia, puede decirse que no serán salvados (“el que se crea y se convierta se salvará…”)
De todas formas, Jesús nos advierte acerca de que hay que estar preparado para seguirlo. Es decir, que no se puede hacer para ver qué pasa con el Mesías. Bien sabe el Hijo de Dios que no es fácil seguirle pero, por eso mismo, nos avisa para que estemos preparados, para que nos preparemos y, luego, no nos llevemos ninguna sorpresa. Además, como seguir a Jesús tiene un gran atractivo espiritual, lo bien cierto es que nada vale la pena más que dejarlo todo, vencer al hombre viejo y tener un corazón, nuevo, de carne.
PRECES
Por todos aquellos que prefieren el mundo a Jesucristo.
Roguemos al Señor.
Por todos aquellos que no quieren seguir al Hijo de Dios.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre, ayúdanos a tener siempre en nuestra mente y en nuestro corazón el que lo es de tu Hijo.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
…………………………….
Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..
Por el respeto a la libertad religiosa.
……………………..
Enlace a Libros y otros textos.
……………………..
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Seguir a Cristo resulta de lo más dificultoso si no sabemos, en realidad, Quién es y qué quiere de nosotros.
…………………………….
Para leer Fe y Obras.
…………………………….
InfoCatólica necesita vuestra ayuda.
Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:
Y da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.
1 comentario
---
EFG
Amén, amén.
Dejar un comentario