Un amigo de Lolo - Acercarse a Dios en la tribulación
Por la libertad de Asia Bibi.
……………………..
Por el respeto a la libertad religiosa
……………………..
Enlace a Libros y otros textos.
……………………..
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Ante el dolor que, seguramente, nos hará caer en más de un abismo, no nos queda otra que tener siempre presente el sufrimiento de Cristo.
Y, ahora, el artículo de hoy.
Presentación
Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.
Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.
Acercarse a Dios en la tribulación
“Unos minutos de altura se valen para renacernos de todos los agotamientos”.
Manuel Lozano Garrido, Lolo
Bien venido, amor (854)
Como está más que demostrado que, de una manera o de otra, sufrimos en nuestra vida más de una vez y más de muchas, no es esto lo que nos ocupa sino aquello que puede resultarnos de beneficio en unos momentos en los que lo pasamos mal o en los que, sencillamente, suframos el zarpazo de algún determinado padecimiento.
Desesperarse no es muy aconsejable para un cristiano. Perder la esperanza y como decirle no a Dios, que hemos dejado de creer en su santa Providencia y que, a lo mejor, nada de lo que nos han dicho y hemos sostenido, es cierto. Por eso desesperarse es caer por un abismo negro que sólo puede llevar a la perdición de nuestra alma y, con ella, nosotros mismos.
Pero, en realidad, el desaliento, que no tiene porqué terminar en el oscuro túnel de la desesperación, puede ser, también, un eje sobre el que hacer girar una vida vacía de Dios y muy alejada de un querer a Quien todo nos lo dio a cambio de nuestra fidelidad.
Luz, lo que se dice luz que ilumine nuestra vida, la tenemos por todas partes porque Dios, que lo creó todo deja huellas en nuestro mundo que no podemos ni negar ni ignorar. Si miramos a nuestros hermanos (todos somos hijos del Creador) ahí lo vemos; que la naturaleza, ahí está el Padre; que lo que acontece, ahí vemos su Providencia…
Pero, sin embargo, ni es difícil, como decimos, sufrir ni hay pocos momentos en los que estamos tentados a la desesperanza. Pues incluso para esto tenemos instrumentos espirituales que coadyuvan a sobrenadar a los unos y a la otra. Y, no por casualidad (que no existe) tiene Dios mucho que ver.
Como sabemos, el Todopoderoso gusta de la compañía espiritual de sus hijos. Es más, quiere que todos le acompañemos en su definitivo Reino y, como la gallina que guarda a sus polluelos bajo sus alas, lo mismo quiere hacer con sus criaturas humanas. Por eso, en momentos en los que pudiera parecer que caemos, y caemos y caemos en lo peor de lo peor, nada mejor que acercarnos a Dios a través de la oración, de la contemplación, de… en fin, de ser hijos que buscan a su Padre porque saben que en su compañía los males, sobre todo los males, no nos arrebatan el gozo de sentirnos hijos y, además, son más soportables y llevaderos.
Acercarnos a Dios, entonces, es como ir a beber a la fuente que mana Agua Viva que nos ha de servir para no tener nunca más sed y tener, cuando el Creador quiera que eso sea, la mejor compañía que nadie ha podido soñar y que no es otra que la de Quien creándolo todo, todo lo ama.
Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, ruega por nosotros.
Eleuterio Fernández Guzmán
…………………………….
Para leer Fe y Obras.
…………………………….
InfoCatólica necesita vuestra ayuda.
Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:
Y da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7), y haz click aquí.
Todavía no hay comentarios
Dejar un comentario