La Palabra del Domingo .- 3 de febrero de 2013

Por la libertad de Asia Bibi.
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Por el respeto a la libertad religiosa.

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

Tener fe es no necesitar nada externo a nuestro corazón para afirmarla. Otra cosa sería hacer muy de menos a nuestro Creador.

Lc 4, 21-30

21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.» 22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.» 24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.» 25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; 26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. = 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.» 28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; 29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. 30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.

COMENTARIO

La Verdad, a veces, duele

Jesús, a lo largo de su vida pública tuvo muchos encontronazos con algunos creyentes judíos que no estaban de acuerdo ni con lo que decía ni lo que hacía: con lo que decía porque entendían que se alejaba de lo dicho por el Creador y de lo que hacía porque en muchas, demasiadas según los mismos, practicaba milagros en días no permitidos como, por ejemplo, el sábado.

Por otra parte, nada había peor para un judío que se le comparara, a peor, con otras personas que consideraba gentiles o, simplemente, ajenas a la fe de Abraham. Eso era como una acusación que no podían soportar según qué personas fueran las aludidas y según qué personas estuvieran, entonces, allí presentes.

Jesús, sin embargo, sabe la verdad porque Él es la Verdad. No tiene razón alguna para callársela y, aunque sepa que eso le pueda causar algún que otro problema, no por eso va a mirar para otro lado.

Aunque fuera lógico que muchos, al atribuirle la filiación de José, el carpintero, quisieran decir que no era de esperar que un hijo de un carpintero pretendiera ser un profeta y, menos aún, el Hijo de Dios, no por eso debía dejar de creer que lo era porque estaban viendo lo que decía y hacía y ellos, precisamente ellos, estaban siempre necesitados de signos y de realidades extraordinarias que eran las que, precisamente, hacía Jesús.

No creen, muchos, ni siquiera con lo que han oído que ha hecho Jesús en otras tierras. Esperan algo más.

Pero Jesús sabe que tal tipo de personas, buscadoras de emociones muy alejadas de la verdadera fe en Dios Todopoderoso, no están preparadas o no merecen que haga cierto tipo de cosas. Sin fe no puede haber vida eterna y eso lo sabe muy bien Quien ha venido del Padre y al Padre volvería en su día.

Por eso pone Jesús ejemplos de personas, no judías, que recibieron el favor de Dios porque el Creador, eso no lo podían entender los judíos, ama a todas las criaturas por igual y, como también dice Jesús en otra cosa, hace salir el sol sobre buenos y malos. Pero eso no lo entienden ellos: los ha puesto, bien puestos, por debajo de unos infieles…
Quieren, entonces, matarlo. Sin embargo, aún no ha llegado la hora para dar su vida por nosotros. Por eso dice el texto que se escabulle entre ellos y nada pueden hacerlo.

En realidad, nada de esto debería extrañar a nadie. Como Jesús es Dios hecho hombre, nada más sencillo como irse sin que nadie pueda hacerle nada y, menos aún, unas personas que no acababan de entender la voluntad de Creador.

PRECES

Por todos aquellos que quieren apedrear a Jesús de cualquier forma.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que esperan signos sin tener fe.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tener fe sin necesidad de que hagas demostraciones de poder.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

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Para leer Fe y Obras.
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