La Palabra del Domingo - 14 de agosto de 2011: La fe se tiene teniendo
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Mt 15, 21-28. Mujer, qué grande es tu fe.
21 Saliendo de allí Jesús se retiró hacia la región de Tiro y de Sidón. 22 En esto, una mujer cananea, que había salido de aquel territorio, gritaba diciendo: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada.» 23 Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos, acercándose, le rogaban: «Concédeselo, que viene gritando detrás de nosotros.»
24 Respondió él: «No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel.» 25 Ella, no obstante, vino a postrarse ante él y le dijo: «¡Señor, socórreme!» 26 El respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.» 27 «Sí, Señor - repuso ella -, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.» 28 Entonces Jesús le respondió: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas.» Y desde aquel momento quedó curada su hija.
COMENTARIO
La fe se tiene teniendo
A Jesús le seguía mucha gente. Hoy día podríamos decir que era un líder y que, por eso mismo, de entre las personas que iban, literalmente, tras Él, muchas lo harían, precisamente, por ser alguien con fama ganada por lo que hacía pero que, en verdad, tenían poca fe. Los llamaba, más bien, la aureola del extraordinario hacer de Cristo.
Todas las personas, sin embargo, no eran así. Gracias a Dios, que infundió en ellas la creencia y la confianza en Él mismo como Creador y supieron escuchar, en su corazón, la llamada, bastantes de sus contemporáneos estaban, en efecto, con el Hijo de Dios porque sí creían en el mismo.
Creer, como sabemos, no es cosa baladí o de poca importancia. No lo es porque supone, en primer lugar, poner la confianza y el corazón en Alguien; en segundo lugar, porque hacer tal cosa tiene, ha de tener, consecuencias, en la vida del creyente o de quien confía. No se tiene fe, por lo tanto, si sólo hay un acatamiento a la voluntad de Dios de palabras para afuera pero, en realidad, no se es consciente de llevar el Espíritu del Creador en el corazón.
La mujer cananea no se quedó en su casa esperando el paso de Jesús sino que salió a su encuentro porque dice el texto “una mujer cananea, que había salido de aquel territorio” (se refiere a Tiro y de Sidón). Por tanto, necesitaba encontrar a Jesús porque sabía que su hija quedaría curada. Tenía confianza en aquel hombre del que se decía que tanto bueno hacía por donde pasaba.
Los discípulos quieren, por decirlo así, acabar pronto con aquel problema que llevaba gritando desde hacía un rato. Actuaban mundanamente porque no comprendía la forma de pensar del Maestro.
Cristo espera. Aquella mujer no era israelita. Sin embargo, confía en la bondad de Jesucristo. Insiste en su petición al Hijo de Dios que, a pesar de que, como él mismo dice, había sido enviado para salvar a las ovejas descarriadas de la casa de Israel y la mujer que le rogada no era de tal nación, bien sabía Cristo que no iba a hacer de menos la Misericordia y el Amor de Dios. Pero espera a que la mujer manifieste si, en verdad, tiene o no tiene fe.
Creer, tener fe, lo demuestra la mujer cuando le dice a Jesús que basta con un poco de su voluntad para curar a su hija. Al igual que le pasara a la mujer que sufría hemorragias de sangre y que estaba segura que tan sólo con tocar un poco el manto que llevaba Cristo iba a quedar curada, la madre sufriente confía en que por muy poco que pueda decir el Maestro, su hija quedaría curada.
Y, como la levadura que es poca cosa pero ayuda a la masa a crecer y hacerse grande, de lo poco de Cristo salió lo hermoso y gozoso. Quedó curada la hija endemoniada y así lo fue porque su madre tuvo fe haciendo, además, que el Amor de Dios no se limitara a aquellas ovejas extraviadas del pueblo elegido sino que se extendiera a todo ser humano sufriente y dolido por su vida o circunstancias.
PRECES
Por todos aquellos que no siguen a Cristo porque no confían en Él.
Roguemos al Señor.
Por todos aquellos que no tienen fe.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a tener fe y a confiar en Tu Hijo Jesucristo y, luego, a llevar a nuestras vidas lo que hizo y dijo.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
Eleuterio Fernández Guzmán
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4 comentarios
Podría expander un poquito sobre la contestación de Jesús en el versículo 26. Perros o perritos, creo que en nuestros dias uno se sentiría insultado si alguién lo comparara a uno con perros. Sé que Jesús tenía que preocuparse por su pueblo, ¿pero en que contexto, especificamente, podríamos interpretar la palabra perros o perritos? Muchas veces he oído este evangelio pero siempre que oigo las palabras de Nuestro Redentor, francamente me siento mal por la respuesta dada a la mujer necesitada.
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EFG
La verdad es que hoy y antes comparar a una persona con perro es fuerte. Sin embargo, para mí que la señora quiere decir que, al igual que un perro, que se siente totalmente dependiente de su amo igual tenemos que sentirnos nosotros al respecto de Dios. En realidad el ejemplo no quiere decir que las personas seamos perros sino que, en cuanto a lo que debemos a nuestro Señor, que es todo, así lo consideremos. Además, como muy dice aquella mujer, con lo poco de Dios nos basta para existir.Lo que tenemos que hacer es, en todo caso, tenerlo en cuenta en nuestra vida y ser agradecidos con el Creador al igual que, seguramente, lo es un perro con su amo.
26 El respondió: «No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.» 27 «Sí, Señor - repuso ella -, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.»
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-Interesante incógnita: He aquí esta mujer que ni es israelita, ni es una oveja perdida como algunos de Israel. Y humildemente, ella sin complejo de marginalidad admite de su condición de extranjera, gentil. Jesús la asimila al "perrillo", animal éste de extraña psicología humana.
-Ella no tiene derecho a la gracia de Jesús, pero insiste. ¿Porqué. Es acaso una descendiente de Ismael, parte de hombre libre -Abraham-y parte de hembra sometida Agar -esclava-?
¿Quiere esto decir que los hijos de Ismael, -hoy los ismaelitas- si tienen fe, también son considerados para el reino? Como el Hijo Pródigo de la parábola que no es el mayor sino el menor.
-Permíteme ser más exhaustivo quelo anterior fuere si se quiere.
- Una vez más, lo que aquí aparece es una circunstancia de herencia genética y sus derechos; Sea la de los hijos de Israel, que aunque estén flacos de fe, por principio genético tienen derecho a ser socorridos por el Mesías.
-Otros los que por no descender de esta generación no tienen este derecho.
-Y finalemnte, que es donde se encuentra la ascendencias genética de esta mujer, sea la de ser consecuencia genética de la promicuidad de entre la generación humana y la que no lo es,..
Jesús, muy ajustado al asunto para quien sabe comprender, emplea el símil de perrillo o perro. Pero no emplea el símil de cerdo. Aunque ambos animales tiene mucho de genética humana psíquica y física.
Pienso que la cananea hace mal en "postrarse" ante Jesus. La idolatria es eso, es idolatrar alguien que no es mejor que tu.
Dudo mucho que Jesus aceptase tales cosas, este relato no es veridico. Es "una moraleja" del evangelista.
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EFG
Como Ud. es judío no tendremos en cuenta lo dicho. Al fin y al cabo tiene Ud.otra religión distinta a la nuestra...
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