Eppur si muove - ¿Pero existe el fundamentalismo católico?

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Pedro Fernández Barbadillo, en esta misma casa, escribió que La Sexta (la cadena televisiva del socialismo español), nos trajo la mala (buena para ellos) nueva (por falsa) según la cual tal cadena había propagado la especie según la cual el asesino noruego que tanto daño causó en aquella nación hace unos era católico. Es más, que era fundamentalista católico.

El mismo autor del artículo llamaba IDIOTAS (con total razón y causa) a determinadas personas que, en realidad, no saben lo que dicen y, como consecuencia, cometen errores de bulto como el de decir que una persona que se fotografía con símbolos masones es católica. Eso es, además, manifestación de una ignorancia a tener en cuenta y para poner, en barbecho, todo lo que tales personas puedan decir y hacer.

Pero, en fin… eso es lo que hay y con tales bueyes (mejor mulos) tenemos que arar.

El caso es, sin embargo, que todo esto me ha dado en pensar si, en verdad, existe el fundamentalismo cristiano, aquí católico porque, de ser así, algo grave estaría pasando en la cabeza de más de uno.

Todo esto, además, parte una concepción bastante equivocada de lo que es el cristianismo, aquí catolicismo, y, sobre todo, de lo que cada cual hace con la religión a la que pertenece o, al menos, a la que dice pertenecer.

Hay personas, porque de todo hay en la viña del Señor, que están en la seguridad de que porque una persona defienda unos principios, unos valores y unas creencias determinadas se manifiesta de forma radical y, lógicamente, le dan por llamarla, como poco, fundamentalista. Pero, fundamentalista, más que nada.

Por ejemplo, podría decirse que es fundamentalista una persona que defiende la vida y no está de acuerdo con el aborto. Light, ni fría ni calurosa, es una persona que se dice cristiana y transige con el aborto porque lo da como una realidad contra la que nada se puede hacer. Pero, fundamentalista, más que nada, es la primera de las personas citadas que, además, le da por pertenecer a alguna de las asociaciones que están a favor de la vida.

Por ejemplo, podría decirse que es fundamentalista una persona que está en la seguridad de que el matrimonio sólo cabe, como tal realidad, entre un hombre y una mujer y tiene una conciencia y un pensamiento heterosexual sin por eso desconocer que existe la homosexualidad pero que allá cada cual con sus cosas. Light, ni fría ni calurosa, es una persona que se dice cristiana y transige con la voluntad disgregadora de determinadas legislaciones de romper con una realidad porque no gusta a una concreta ideología. Pero, fundamentalista, más que nada, es la primera de las personas que, por si no fuera ya suficiente pensar tal cosa, además, va y lo dice.

Por ejemplo, podría decirse que es fundamentalista una persona que no cree que el divorcio deprisa y corriendo, sin dar oportunidad a ninguna otra posibilidad, sea lo mejor para la vida de un matrimonio y, a lo mejor, de unos hijos habidos en el mismo. Light, ni fría ni calurosa, es una persona que se dice cristiana y que no le parece tan mal el divorcio como solución, sin haber buscado otra antes. Pero fundamentalista, lo que se dice fundamentalista es la primera de las personas que, si no fuera ya suficiente con no estar de acuerdo con el divorcio, promueve un matrimonio fiel y, a ser posible, duradero.

Y, ciertamente, existen muchos casos según los cuales parece que dar carta de naturaleza al fundamentalismo cristiano, aquí católico, es posible. El problema es que, en verdad, no se trata de que tal forma de pensar y actuar esté en contra de la humanidad sino, al contrario, a favor de la misma.

Pero, lo que, sobre todo, es más cierto es que no existe el fundamentalismo cristiano, aquí católico, como algunos pensamientos quieren hacer pasar como pernicioso para el mundo en el que vivimos. En realidad lo que pasa es que hay personas, muchas y contadas por millones que estamos en la seguridad de que vale la pena defender lo fundamental de nuestra religión. Y no es por ser extremistas sino por ser fieles.

Por tanto, el fundamentalismo cristiano, aquí católico, en cuanto extremo peligroso no existe, lo que sí existe es una voluntad firme de no desviarse del camino marcado por Dios.

Y, por cierto, lo que más molesta a muchas personas es que, precisamente, el asesino noruego fuera, sea, masón porque es, precisamente, la misma ideología de la que nos achacan fundamentalismo. Y es que la técnica del calamar de esparcir la tinta para que no se le vea no va a colar en este caso.

Eleuterio Fernández Guzmán

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Para el Evangelio de cada día.
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