Eppur si muove - ¿Cuántos católicos han saltado las olas esta noche pasada?
AVISO: este artículo está escrito a posteriori de las horas de autos a caso hecho para pillar en renuncio, seguro, a más de uno.
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“Ni que decir tiene que esta fiesta solsticial es muy anterior a la religión católica o mahometana. Uno de los antecedentes que se puede buscar a esta festividad es la celebración celta del Beltaine, que se realizaba el primero de mayo. El nombre significaba “fuego de Bel” o “bello fuego” y era un festival anual en honor al dios Belenos. Durante el Beltaine se encendían hogueras que eran coronadas por los más arriesgados con largas pértigas. Después los druidas hacían pasar el ganado entre las llamas para purificarlo y defenderlo contra las enfermedades. A la vez, rogaban a los dioses que el año fuera fructífero y no dudaban en sacrificar algún animal para que sus plegarias fueran mejor atendidas.
Otra de las raíces de tan singular noche hay que buscarla en las fiestas griegas dedicadas al dios Apolo, que se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador. Los romanos, por su parte, dedicaron a la diosa de la guerra Minerva unas fiestas con fuegos y tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas. Ya entonces se atribuían propiedades medicinales a la hierbas recogidas en aquellos días. El cristianismo fue experto en reciclar viejos cultos paganos.”
Este texto lo he copiado de un grupo denominado M.A.I.S. TOLTEKAHIOTL. A.C. “Mancomunidad de la Amerrikua Iniciática Solar". Dice lo que dice y se refiere, en concreto, a los “Orígenes paganos” de la celebración, digamos, del solsticio de verano y, en concreto, de la noche de San Juan o, lo que es lo mismo, la madrugada entre el 23 y el 24 de junio.
Otro texto más:
“Se trata de una fecha cargada de simbolismos y de magia, en la que las deidades de la naturaleza, las hadas y los duendes andan sueltos por los campos para bendecirlos, siendo posible tropezarse o comunicarse con ellos.
Las celebraciones del Solsticio de Verano están llenas de símbolos y otras alusiones de carácter solar, como las hogueras (encendidas con el doble propósito de purificar y ayudar al Dios Sol a mantener vivo su poder) .Se trataba de una festividad que celebra el placer y la alegría de la vida y la abundancia de la naturaleza.
En esta noche, tradicionalmente, se recolectan las hierbas mágicas y medicinales que se usarán durante el resto del año, así como también se recoge agua de los manantiales o del mar a la que se le atribuye milagrosas propiedades por estar situado el Sol a cero grados de
Cáncer, signo de agua. Está considerado como uno de los mejores momentos para la magia, siendo especialmente eficaz toda aquella relacionada con ritos de amor, salud y prosperidad.”
Este texto lo he traído aquí y viene de un blog titulado “Masonería para todos”.
Seguramente podría traer muchos otros ejemplos que muestran la concepción, real, que muchas formas de pensar, no precisamente cristianas ni, aquí, católicas, tienen acerca de la noche de San Juan. No son, digamos, concepciones que estén de acuerdo con lo que la Iglesia católica entiende que se celebra, precisamente, tal noche y que no es otra cosa que el nacimiento del primo de Jesucristo, hijo de Isabel y Zacarías y sería, con el tiempo, quien bautizara en el Jordán al Cordero de Dios. No otra cosa celebramos católicos que-creemos-en-nuestra-fe.
Es decir, nada de rituales paganos ni nada de saltitos en las olas pidiendo que se cumpla tal o cual deseo. Nada, tampoco, de echar malos espíritus fuera del cuerpo ni cosas por el estilo. Todo eso no es más que una morralla pagana y una vuelta a tiempos muy anteriores a los que Dios quiso que fueran los últimos con la llegada del Emmanuel.
En fin… cada cual podrá haber hecho lo que le haya venido en gana. Pero, luego, por favor, que no se llamen católicos los que practican tales cosas paganas. Al menos, que sirva de aviso para otros años que vendrán con sus nuevos solsticios de verano.
¡Ay, bendito Juan, cuántas barbaridades se hacen y dicen en tu nombre!
A mí, ante esto, sólo se me ocurre lo que sigue:
Gloriosísimo San Juan Bautista, por el amor ardiente que tuviste al Niño Jesús y por la santísima dulzura que infundió en tu corazón con sus halagos; por aquellos privilegios que te concedió para hacer tantos milagros a favor de tus devotos, te suplico te dignes favorecerme en todas mis necesidades con tu eficaz patrocinio y en particular te ruego me alcances la gracia que te pido en este día.
¡Oh, glorioso San Juan Bautista, muévete a piedad de esta alma acongojada, que en ti puso sus esperanzas; líbrala, te ruego, de sus miserias. ¡Oh, santo de los milagros!, alivia la congoja de mi corazón, y haz que yo viva aquí como verdadero amante de mi Jesús para poder gozar de Él en el Cielo.
Amén.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Para el Evangelio de cada día.
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7 comentarios
¿Cómo es eso de que "TODA la religión católica está basada en mitos, creencias y celebraciones paganas o de otras religiones"? A ver, a ver. ¿Tendría usted la amabilidad de ser un poco más explícito y, de paso, poner unos cuantos ejemplos?
Lo del Santa Claus del traje rojo es más bien al contrario.
Lo de menos es que sean tonterías; lo que importa realmente es que son cosas muy peligrosas, sobre todo lo de saltar las hogueras. Sólo hay que tener en cuenta lo que ha pasado en Galicia.
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