La palabra del Domingo - 6 de marzo de 2009 - Lo que corresponde según la fe

Biblia

Mt 7, 21-27. La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.

1 «No todo el que me diga: “Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. 22 Muchos me dirán aquel Día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Y entonces les declararé: “¡Jamás os conocí; = apartaos de mí, agentes de iniquidad!” = 24 «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: 25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. 26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: 27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»

COMENTARIO

Saber lo que corresponde según la fe

Muchas veces nos las prometemos felices al pensar que hemos cumplido con la voluntad de Dios y que eso mismo será suficiente para llevar una vida espiritual correcta.

Como suele ser habitual Jesús nos sorprende. No dice lo que esperamos que diga que sería, por ejemplo: “Habéis hecho muy bien en hacer así esto o lo otro y merecéis una vida eterna bien ganada”. Eso sería trasladar nuestra voluntad a la expresión del Hijo de Dios.

No. Muy al contrario actúa el Mesías.

Orar pensando que Dios no ve en lo secreto de nuestro corazón es hacer algo de forma insensata y olvidando, sobre todo, que el Creador es, eso mismo, Creador y que por tal causa conoce hasta los escondites más alejados de nuestro corazón. Decir, así, “Señor, Señor”, no es suficiente porque puede parecer que nos basta cuando, en realidad, puede ser sólo una apariencia.

Incluso Cristo va más allá porque es extraño, para nuestro pensar de hombres, que si se ha hecho algo en nombre del Hijo de Dios, luego no se tenga eso en cuenta por parte de Dios. El caso es que una cosa es lo que se hace y otra, muy distinta, el cómo se hace y actuar de forma farisaica no puede ser del gusto de Quien nos dio la vida.

Y para que comprendamos lo dicho nos pone, Jesús, el ejemplo de la construcción de una casa, aquí espiritual y en el texto, física.

Nuestro espíritu lo podemos construir de varias formas. Cada una de ellas nos traerá buenas o malas consecuencias ya no sólo para el espíritu sino, también, para nuestro ordinario vivir porque hay que estar en la seguridad de que nuestro corazón, donde mora el Espíritu de Dios, transmite su ser a lo que hacemos y llevamos a cabo.

Por eso, construir nuestro espíritu apoyándolo en la roca fuerte que es Cristo facilitará en mucho nuestro ordinario vivir porque sabremos a qué atenernos y qué no tenemos que seguir, qué caminos equivocados no tenemos que tomar. Cuando venga la tormenta y el vendaval del Mal no se caerá ni flojeará nuestro espíritu, no nos vendremos abajo ni nos apartaremos del camino del Bien que traza Jesucristo con su ejemplo y forma de ser.

Por el contrario, si no nos apoyamos en Cristo, es del todo seguro que nuestro edificio espiritual se vendrá abajo porque la arena del mundo es movediza y, con facilidad, puede tragarnos con sus llamadas de falsa bondad. Construir sobre ella es, por eso mismo, cosa de insensatos y de personas que aprecian poco su vida eterna.

Escuchar la voz de Cristo y no llevar a la práctica lo que dice es ser, en un modo muy claro, personas alejadas de Dios, candidatas a que se venga al suelo nuestra casa del alma.

PRECES

Por todo aquel que prefiere el mundo a Dios y no escucha la voz de Cristo.

Roguemos al Señor.

Por todo aquel que no quiere edificar su vida sobre la roca firme que es el Hijo de Dios.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a construir nuestra vida sobre Cristo, para que tu alegría sea completa.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

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Para el Evangelio de cada día.
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2 comentarios

  
Odet
Construir:otra bella parábola de Jesús.La vida es algo que se construye,que está por hacer.Se puede construir bien,sólidamente y el cimiento seguro es la Palabra de Dios.Se puede construir mal y la casa se vendrá abajo.
La vida de cada persona es entendida por Jesús como una edificación,una edificación de sí mismo.
06/03/11 2:34 PM
  
María
SÍ Odet, tienes razón....Y es que hoy en Dia, se empiezan a construir la casa empezando por el tejado ....sin cimientos, y claro.......enseguida se vienen abajo......Hoy en dia lo que se hace es ...
" CONSTRUIR CASTILLOS EN EL AIRE " ......como decia aquella canción........


Saludos
06/03/11 10:47 PM

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