Vírgenes, advocaciones – Virgen de Cuapa (Nicaragua)

Es más que sabido que la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, tiene querencia por interceder por aquellas personas o naciones que, en especial, lo están pasando mal y tiene preferencia, también, por los más humildes.

Por eso, Bernardo Martínez, sacristán de la capilla de Cuapa, en Nicaragua, se iba a ver sorprendido por lo que, seguramente, no esperaba.

Está situado Cuapa a 150 kilómetros al este de Managua y corría el 15 de abril de 1980.

Bernardo atribuyó a los muchachos que por allí vivían la producción de una extraña luz que percibió que salía de una imagen de la Virgen. Traviesos como eran aquellos muchachos podía ser otra más de sus andanzas.

Sin embargo, algo debió de hacer pensar al sacristán que bien estaba aquella extraña luz pero posteriormente una luz vio en la capilla que atribuyó a algún descuido de las personas que por allí pasaban.

Pero María empieza, digamos, a hacer su espiritual trabajo y Bernardo, iracundo con aquellos que causan daño donde allí lleva a cabo su labor, se vuelve callado, tranquilo y se da cuenta de que se incrementa su orar y su rezar.

Algo, sin duda, estaba pasando en su corazón.

Y no era para menos porque, a partir de tal momento, la Virgen María se le apareció en 3 ocasiones a lo que tuvo que añadir una más que lo hizo en un sueño y la aparición de un ángel en otro.

Así describió Bernardo Martínez a quien vio: “Era una bellísima Señora. Los pies los tenía descalzos. El vestido era blanco y largo. Tenía una cinta celeste en la cintura. Manga larga. La cubría un manto de color crema pálido con bordados de oro en la orilla. Las manos las tenía juntas sobre el pecho”.

Aunque pudiera pensarse que los mensajes de la Virgen en Cuapa son en exceso locales porque pudieran entenderse referidos a las especiales circunstancias por las que en aquel momento pasaba Nicaragua, no deberíamos descartar que la Madre de Dios no se refiera a cada uno de los hijos de Dios. Es más, hacer otra cosa y mirar para otro lado sería un grave error por nuestra parte.

Entonces… las apariciones se llevaron a cabo en las siguientes fechas y con los siguientes mensajes:

8 de mayo

Lo primero que le dijo María fue “Vengo del cielo, soy la madre de Jesús”, para, a continuación, hacerle ver lo que quería: “Quiero que recen el Rosario todos los días. No quiero que lo recen solamente en el mes de mayo. Quiero que lo recen permanentemente, en familia, desde los niños que tengan uso de razón…que lo recen en una hora fija cuando ya no haya problemas con los quehaceres del hogar”

Y, como petición especial: “Ámense, cumplan con sus deberes. Hagan la Paz. No (solo) pidan la paz al Señor porque si ustedes no la hacen no habrá paz“.

Oración, pues, como instrumento fuerte de vida no sólo espiritual.

8 de junio

Aquel día, a pesar de que Bernardo acudió al lugar donde había tenía lugar la aparición, no hizo lo mismo la Virgen María. Sin embargo, en un sueño sí que vio a la Madre de Dios en aquel lugar y le mostró algo muy especial.

Dijo Bernardo que “Miré un grupo de personas, que, vestidas de blanco caminaban hacia donde sale el sol. Cantaban. Los oía, pero no entendía las palabras. Tenían un gozo que yo jamás había visto. Luego apareció otro grupo”

¿Quiénes eran aquellas personas?

Fue la misma Virgen María la que le clarificó sobre las mismas: “Mira. Éstas son las primeras comunidades cuando empezó el cristianismo. Son los primeros catecúmenos. Muchos de ellos fueron mártires. ¿Quieren ustedes ser mártires?¿Te gustaría a vos ser mártir?”

Quiso Bernardo irse, en su sueño, con un grupo de cristianos porque vestían igual que él (pues había visto otros tres grupos que iban ataviados de distinta forma) Sin embargo, la Virgen María no se lo permitió porque aún tenía que “decir a la gente lo que has visto y oído. Te he mostrado la gloria del Señor, y esto van a adquirir ustedes si obedecen al Señor, la palabra del Señor, si perseveran en el rezo del Santo Rosario y ponen en práctica la palabra del Señor”.

Reclama María, pues, obediencia a Dios y oración. Pero además le refiere la necesaria adecuación entre lo que se cree, la Palabra, y lo que se hace en la vida ordinaria porque no podía, ni puede, haber separación entre una cosa y la otra.

Un sueño que tiene Bernardo el 8 de julio le confirma que, en efecto, lo que le estaba sucediendo era de orden sobrenatural.

Pero la intercesión de la Virgen María no era, ni es, algo teórico sino que una de las peticiones que Bernardo le había presentado a María era la de la hermana de un preso que lo era de forma indebida o, lo que es lo mismo, siendo inocente.

8 de julio

El ángel que vio en su sueño le dijo lo siguiente: “Ve y dile a la hermana que el preso está muy triste; que le aconseje que no firme un documento; que lo van a presionar para que lo firme haciéndose responsable de un dinero; él es inocente. Que ella no se aflija, que va a poder hablar con él a solas, que la van a tratar con amabilidad. Que vaya el lunes al comando de Juigalpa a dar todos los pasos para sacarlo, porque ese día lo van a dar. Que lleve mil córdobas porque le van a cobrar la multa”.

Todo esto podría parecer fantasía si no fuera porque llevando a cabo Bernardo según le había dicho el ángel en su sueño se cumplió palabra por palabra. Prueba, ésta, de que lo que le estaba sucediendo al sacristán no era imaginación ni invención tampoco.

Tampoco extraña que la hermana del ya no preso acudiera donde Bernardo para agradecerle su especial intervención.

8 de septiembre

El 8 de septiembre, la Virgen María vuelve a insistir: “Quiero que recen el rosario, todos los días. No quiero que lo recen solamente el mes de mayo”.

Pide, así, oración no esporádica o llevaba por determinadas celebraciones o festividades. Perseverancia en la fe y, con ella, en el rezo.

Pero aquel día María le dice algo que debería tenerse en cuenta: antes que nada de llevar a cabo obras materiales tenían, tenemos, que arreglar los desperfectos de nuestro corazón. Díjole, así, la Madre Dios ante la voluntad expresada por Bernardo de construir una iglesia: “No. El Señor no quiere templos materiales. Quiere los templos vivos, que son ustedes. Restauren el Sagrado Templo del Señor. En ustedes tiene el Señor todas sus complacencias”.

Y demandaba, así, Piedras Vivas para la viña del Señor.

Y 13 de octubre, que fue la última.

En esta ocasión, María le comunicó a Bernardo que ya no volvería a verla más como hasta ahora la había visto y le encomendó que orara por las personas que mostraban gran dureza en sus corazones. Además, le recomendó renovar la devoción de los primeros cinco sábados.

A través, pues, de la oración, se aprende a escuchar a Dios y a cumplir su voluntad.

Madre de Dios, Virgen de Cuapa, ruega por nosotros.

Eleuterio Fernández Guzmán

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