Vírgenes, advocaciones – Virgen del Pilar
El 12 de octubre celebramos, de forma especial, a la Virgen del Pilar.
Recoge la Tradición que cuando Santiago el Mayor, hermano de Juan e hijo del Zebedeo, salió de Israel al haber enviado Jesús a sus discípulos a predicar al mundo la Buena Noticia, la Virgen María dialogó con él acerca de su misión.
Así, la Madre de Dios le dijo que “en aquella ciudad que mayor número de hombres conviertas a la fe, edifiques una iglesia según yo misma te daré a entender“. Y, por decirlo así, quedó la cosa dicha.
Estando en Cesaraugusta (Zaragoza), donde había convertido a 8 hombres, se le apareció la Virgen María, y tras haber, Santiago, visto en el cielo un camino de luz en el que cantaban los ángeles la canción “Ave María, gratia plena”, acudió María, llevada por ellos, en socorro de aquel que, a lo mejor, tenía como difícil su labor de predicación y conversión ajena y encima de un pilar le dijo algo que es muy conocido:
“He aquí hijo mío Jacobo, el lugar de mi elección. Mira este pilar que me asiento, enviado por mi hijo y maestro tuyo. En esta tierra edificarás una capilla. Y el Altísimo obrará, por Mi, milagros admirables sobre todos los que imploren, en sus necesidades, mi auxilio. Este pilar quedará aquí hasta el fin de los tiempos, para que nunca le falten adoradores a Jesucristo“.
María, pues, había elegido aquel lugar para que se cumpliera lo que en Israel había dicho a Santiago.
Y hasta aquí, la Tradición.
Sin embargo, el mismo sentido de la aparición de María a Santiago el Mayor está intrínsecamente unido a un alto sentido teológico pues nada de lo que hace la Madre de Dios, desde que lo era del viviente entre aquellos otros nosotros Jesucristo, deja de tener sentido.
¿Es el pilar, o columna, algo que podemos tener como poco importante?
De ninguna de las maneras podemos caer en tal pensamiento porque, en cuanto a teología, dos opiniones que vienen al caso nos pueden ayudar a comprender lo que tal símbolo significa.
Por un parte, el sacerdote Santiago Martín, en su libro “Los Santos Protectores” nos dice que “”Alguno podrá pensar que no deja ser una originalidad superflua lo de la columna. Se trata, por el contrario, de un símbolo que hace más hermoso aún y más explícito el mensaje de la aparición. María se muestra al apóstol cansado como la columna firme, fuerte, segura, en la que él se puede apoyar a fin de no desfallecer. María es nuestro puerto seguro, refugio de pescadores, consuelo de afligidos. María es aquella en la que siempre que la miramos descubrimos la mano extendida para levantarnos de donde estamos caídos. Es la que nos ayuda a volver a empezar, la que nos recoge de todos los barros y lodos en los que nosotros mismos nos hemos torpemente introducido, la que cura nuestras heridas, la que nos vuelve a poner a tono en la disponibilidad de nuestras fuerzas“.
Por otro lado, A. Ortiz García, en el “Nuevo diccionario de Mariología“, nos dice, al respecto del significado de la columna, o pilar, que: “Las columnas garantizan la solidez del edificio, sea arquitectónico o social. Quebrantarlas es amenazar el edificio entero. La columna es la primera piedra del templo, que se desarrolla a su alrededor; es el eje de la construcción que liga entre si los diferentes niveles. María es también la primera piedra de la Iglesia, el templo de Dios, en torno a ella, lo mismo que los apóstoles reunidos el día de Pentecostés, va creciendo el pueblo de Dios; la fe y la esperanza de la Virgen alientan a los cristianos en su esfuerzo por edificar el Reino de Dios“.
Por eso es tan importante no olvidar lo que tal elemento teológico tiene de importancia para los discípulos de Cristo, gozosos conocedores de Su Madre que, como intercesora nuestra, tanto bien hace en el reino de Dios.
No podemos olvidar, por otra parte la columna que acompañaba al pueblo de Israel en su andar por el desierto y que recoge Ex 13, 21: de nube y de fuego según el camino lo hacían de día o de noche. Así, peregrinos como somos por este valle de lágrimas hacia el definitivo reino de Dios, el pilar bien nos sirve de guía, de faro, de luz.
Volvamos, por su radical importancia, lo dicho por María a Santiago:
En realidad la aparición es voluntad de Cristo (enviado el pilar “por mi hijo y maestro tuyo”, dice María); además, vuelve a aparecer lo que siempre es resultado en las aparición de la Madre de Dios que no es otra cosa que se presenta como auxiliadora de los afligidos; por último, la esperanza escatológica no deja de aparecer cuando dice que “este pilar quedará aquí hasta el fin de los tiempos”.
Esperanza, pues, que fomentó María cuando Santiago, seguramente cansado en aquel año 40 de la Era de Jesucristo, hizo una parada en su camino para recuperar las fuerzas que había perdido en su peregrinar transmisor de la Fe.
En una ocasión dejó dicho Juan Pablo II Magno que daba “Fervientes gracias a Dios por la presencia singular de María en esta tierra española donde tantos frutos ha producido.“
Pero no podemos olvidar que también en Hispanoamérica se le tiene gran devoción a la Virgen del Pilar pues, no obstante, el mismo día que celebramos a la Madre de Dios en tal advocación, el 12 de octubre, fue cuando, precisamente, se descubrió aquella tierra hermana y en el que la fe en Dios llegó intacta a tierras allende los mares.
Y, como no podemos olvidar lo referido a la oración, una que fue compuesta allá por los siglos XV o XVI:
“Omnipotente y eterno Dios, que te dignaste concedernos la gracia de que la santísima Virgen, madre tuya, viniese a visitarnos mientras vivía en carne mortal, en medio de coros angélicos, sobre una columna de mármol enviada por ti desde el cielo, para que en su honor se erigiese la basílica del Pilar por Santiago, protomártir de los apóstoles, y sus santos discípulos, te rogamos nos otorgues por sus méritos e intercesión todo cuanto con confianza te pedimos“.
Confianza que, seguro, nunca nos abandona porque, además, la humildad de María no quiso que fuera para ella la importancia de la aparición a Santiago sino, en todo caso, al pilar, a la columna, que, enviada por Cristo, sirvió, y sirve, de apoyo, para la Fe.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).
10 comentarios
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EFG
Gracias por la precisión. Me parece que no me he sabido explicar. Voy a tratar de corregir el error.
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EFG
Que es, precisamente, aquello en lo que hemos de apoyarnos los hijos de Dios.
María Santísima vivía por aquel entonces en Éfeso (en la actual Turquía), sola pero custodiada por San Juan. Y su casita fue descubierta e identificada en 1881 gracias a las precisas visiones de Ana Catalina Emmerick:
Corazones.org:
http://www.corazones.org/lugares/turquia.htm
Relato A.C.Emmerick:
http://www.revelacionesmarianas.com/Archivos%20para%20descarga/00016%20Relato-Ana-Catalina-Emmerick.pdf
Ya trataron de destruír la Basílica del Pilar en la guerra civil y no lo consiguieron. Pero la afirmación de que la Columna de la Flagelación sobre la que se apareció La Virgen en Zaragoza permanecerá en este lugar hasta el Fin de los Tiempos pareciera indicar que efectivamente en un momento u otro, en los Últimos Tiempos, quizás a no tardar mucho, la Basísila pareciera que vaya a tener el mismo fatal destino que la Basílica del Vaticano. Según visiones y profecías acreditadas.
Pero que nadie se espante, si es así, será por que Dios así lo permite, aunque seguro que no lo quiere. Mas los hombres somos duros de cerviz, y si el templo de Salomón fue destruído por la apostasía del pueblo elegido, qué no permitirá ahora Jesús dada la falta de Fe generalizada de Su Iglesia.
Mas líbranos de todo mal y del Malo.
Amén.
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EFG
Muchas gracias por los enlaces... y por lo demás, por supuesto.
luz hermosa, claro día
que la tierra aragonesa
te dignaste visitar.
Este pueblo que te adora
de tu Amor favor implora
y te aclama y te bendice,
abrazado a Tu Pilar.
Pilar Sagrado, faro esplendente,
rico presente de Caridad.
Pilar bendito, trono de Gloria,
Tú a la victoria nos llevarás
Cantad, Cantad
himnos de honor y de alabanza
a la Virgen del Pilar.
De acuerdo María en todo lo que me dices en tu comentario de ayer,es un catolicismo a la carta,el que viven muchos catolicos de hoy,como Bruno tituló un post el año pasado.saludos a los dos.
Divino Corazón de Jesús: Ante la vista de tantos males como presenciamos en nuestra Patria, como merecido castigo de nuestros públicos pecados, recurrimos a Vos, suplicando vuestra misericordia a favor de este pueblo de vuestra predilección. Acordaos de vuestra promesa de reinar en España y con más veneración que en otros partes. Que vuestro reinado de amor se establezca ya en nuestra querida España. Que prenda aquí con mayor fuerza ese fuego divino y de aquí se comunique por todo el mundo. Sea vuestro Divino Corazón, la victoriosa bandera que presida nuestras justas ansias de restauración tradicional y misionera y nos dé la victoria contra todos los enemigos de Dios y de la Patria. ¡Virgen del Pilar, Inmaculada Reina de España, acelerad el Reinado del Corazón de vuestro Hijo! Amén.
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti,celestial princesa,
Virgen sagrada María,
te ofrezco en este día
alma,vida y corazón,
mírame con compasión,
no me dejes ,Madre mía.
Por favor, puede irse a otro lado a demostrar que es usted una persona a la que hay que dar de comer aparte.
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