La Palabra del Domingo - 8 de agosto de 2010 - Para prepararse siempre es tiempo
Lucas 12, 32-48: Estad preparados
32 «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino.
33 «Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla; 34 porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
35 «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, 36 y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran.
37 Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá.
38 Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!
39 Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa.
40 También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.»
41 Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?»
42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente?
43 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así.
44 De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda.
45 Pero si aquel siervo se dice en su corazón: “Mi señor tarda en venir", y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse,
46 vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles.
47 «Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; 48 el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.
COMENTARIO
Para prepararse siempre es tiempo
¿Qué espera Dios de nosotros?
La pregunta que planteamos no es poca cosa porque determinará, su respuesta, si hemos llevado a cabo la voluntad del Creador o hemos mirado para otro lado como si no nos afectase la misma.
Dice, al respecto, el texto de san Lucas, poniendo en boca de Jesús, lo siguiente: “Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.”
Yo creo que hay que entender las cosas según el contexto en el que se dicen. Por ejemplo, el Maestro está hablándoles en términos que puedan entender aquellos que le escuchan. Por eso no debemos tomar por literal lo que dice al respecto de los azotes o el castigo porque de hacerlo así tendríamos en Dios a Quien castiga físicamente lo que es, en todo caso, culpa de origen espiritual.
Sin embargo, algo que sí tenemos que tener en cuenta es el “ambiente” general de lo que Jesús está diciendo porque se refiere a lo que debemos hacer, a lo hacemos y, sobre todo, lo que nunca podemos olvidar.
¿Cuál es nuestra obligación, grave, como cristianos?
Ante esta pregunta la respuesta salta, casi, sola: ser cristianos. Esto supone, en primer lugar, llevar a cabo, en nuestro vivir ordinario, común, de entre hermanos, no creyentes o ateos, un pensamiento que lo trajo el Hijo de Dios para que comprendiésemos cuál es el camino recto que nos lleva al definitivo Reino de Dios.
Y una parte muy importante de actuar como cristianos es la conveniente preparación del alma para que, cuando Dios quiera y vuelva Jesucristo, no nos encuentre durmiendo.
¿Durmiendo?
En efecto, en muchas ocasiones, al igual que les pasa a los siervos que, desconociendo el momento exacto en el que tiene que volver el señor se ponen a hacer barbaridades, nos puede pasar: dejamos nuestra fe a un lado, dejamos de orar, dejamos de rezar porque, en realidad, no sabemos cuándo será la Parusía y, sobre todo, cuándo seremos llamados al definitivo Reino de Dios.
Y, así y haciendo como si no nos afectara nada de lo dicho por el Hijo del hombre, permanecemos en la tierra sin darnos cuenta de la importancia que tiene para nosotros el cielo. Y, entonces, dormimos ante Dios para estar demasiado despiertos ante el mundo.
Por eso Jesús recomienda que estemos ceñidos y con las lámparas encendidas o, lo que es lo mismo, preparados para cuando llegue el momento de ser llamados.
Por otra parte, no es a nosotros a quien no es dado saber cuando sucederá tan gozoso momento. Sin embargo, sí se nos advierte, por activa y por pasiva, que sucederá, que está escrito que suceda y que, por eso mismo, tenemos que tomar las riendas de nuestra vida espiritual y desvincularlas, lo más posible de todo aquello que nos ate a lo que, en verdad, no importa.
Además, ¿Qué más queremos si sabemos que, como dice Cristo, a Dios “le ha parecido bien” darnos el Reino?
PRECES
Por todos aquellos que se olvidan del Reino de Dios y se adhieren al mundo.
Roguemos al Señor.
Por todos aquellos que no tienen la suficiente paciencia como para esperar la Parusía.
Roguemos al Señor.
ORACIÓN
Padre Dios; ayúdanos a comprender la importancia de estar preparados para cuando quieras volver o, simplemente, para comparecer ante Tu Tribunal.
Gracias, Señor, por poder transmitir esto
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalem
Eleuterio Fernández Guzmán
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Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:
Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).
4 comentarios
para que dejemos de una vez ser
soñolientos,distreaidos.y apagados Cristianos
y nos empeñemos con ahínco
en la construcción del Reino.
TÚ Palabra nos invita a vivir confiados
a mirar la vida con unos ojos nuevos
Nos invita a hacer un compromiso claro,
y a vivir atentos a lo imprevisible.
Hoy nos invitas a dejar un resquicio
por donde pueda respirar la esperanza,
y pueda sorprendernos Tú Espíritu.
Que TÚ Espìritu en nosotros
nos dé un corazón grande y generoso
para que podamos ver con claridad
que sólo cuando somos capaces
de entregar la vida al servicio del reino
podemos encontrar aquella paz y gozo, que tú nos has anunciado
El pueblo de Dios, sobretodo vive ajeno a los designios divinos y a las promesas. Apenas se atreven a pensar en "cosas de estas". Para mayor información sobre este evangelio, sugiero la lectura del blog: http://rosario-asuntosdejesucristo.blogspot.com, que aborda precisamente todo ESTO. Especialmente el artº: "Visiones proféticas: Avisos dados"
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EFG
En efecto, no sólo son, creo yo, los administradores los que pueden estar durmiendo porque, para ser honestos y francos, ¿Cuántas veces no nos quedamos "durmiendo" en la fe?
Y es que Cristo Jesús, en su Primera Venida como Mesías no tenía que ser taumaturgo, eso fue totalmente accesorio. Le bastaba cumplir con la Ley y morir inocente por nuestros pecados y Resucitar. Hubiera sido suficiente -y más que suficiente-. En cambio Jesús, para llamar la atención sobre Su divinidad especialmente delante de los Suyos, hizo muchos milagros pues eran pobres de espíritu. Por eso el juicio sobre Corozain, Betsaida o Cafarnaún tenía que ser mucho más estricto, por la cantidad de signos y milagros que hizo en estas ciudades.
Por eso, hoy en día, bastaría con analizar la Apostasía Universal que está avanzando en la Iglesia como un cáncer pancreático, para entender que los Tiempos están aquí. Pero si por alguna razón -y vaya si hay motivos- alguno no terminara de creérlo y asumir las consecuencias, pues el Cielo también se ha prodigado en miles de Signos para volver a "llamar la atención" de la Segunda Venida, cosa que sería del todo innecesaria por las evidencias -y otras- que aduzco.
Y el primero de todos los Signos es María en el Cielo, sus apariciones recientes desde hace unos 180 años -la Medalla Milagrosa- a esta parte.
Y es que por más que estemos atentos a los Tiempos, si estamos ciegos y sordos, de nada va a servir, y el juicio que caerá sobre nosotros y los reproches serán mucho peores que los que merecieron Sodoma, Gomorra, Corozain, Betsaida, Cafarnaún o Galilea.
Jesús vendrá como ladrón, así es, y será tratado como ladrón, claro está, de hecho ya fue crucificado entre ladrones, acusado de usurpador por el Imperio y por el Sanedrín. Y como tal, no sabemos ni el día, ni la hora, ni por dónde, ni nada de nada.
Eso sí, donde muchos ven Signos de los Tiempos, otros en cambio dicen: ¡Al ladrón ...!
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