El aliento inasequible, y errado, de algunos católicos vascos

Como la elección de Monseñor Munilla no fue de su agrado ahora vuelven a la carga y al ataque los que, en tierras vascongadas, prefieren hacer de su capa un sayo.

Ahora, al ser Bilbao la sede que, vacante, permanece a la espera de que sea nombrado su Pastor y siendo el momento exacto de decir lo que se piensa (olvidando que eso ni es necesario ni se espera que se haga) algunos que creen que les va a salir las cosas torcidas porque, a lo mejor, nombran a un obispo que no es de su cuerda progre, han levantado la voz.

Para que se les oiga lo han hecho sin saber, a lo mejor, que no se les quiere escuchar.

Son, aquellos que protestan antes de tiempo y se ponen la venda antes de tener la herida, los que parecen no entender el procedimiento por el cual se nombran los obispos para las diversas diócesis que en el mundo católico hay. A lo mejor el que esto escribe ignora que así sea pero no creo haber oído o leído que los fieles de los lugares donde va a ir destinado un sacerdote en calidad de Pastor de un determinado territorio se dirijan a Roma vía lo que sea, escrito o presión en la calle, para sugerir cómo o quién ha de ser quien se les envíe.

Realmente parece que la forma de comportarse de los progres y nacionalistas habitantes de Bilbao que se dicen católicos (y, seguro, de más sitios de las vascongadas) no es la más adecuada.

Es posible que lo hagan porque, de otra forma, no se escuchará su voz porque tal es, exactamente, el caso que siempre se sigue: no se oye la voz de quien ha de tener, entre su vecindad, a un obispo sino que se acepta la decisión que tome por parte de quien tiene que tomarla que es, o debe ser, la que en Roma, Vaticano, se tenga por oportuna.

Pero eso que tan sencillo es de entender no entra en el caletre de determinadas personas acostumbras, más de la cuenta, a manipular las opiniones ajenas so capa de la libertad en general y la libertad de expresión, en particular. Además, en realidad, les importa bien poco lo que hacen porque tienen, de la Iglesia católica, una visión algo así como de una democracia plebiscitaria donde todo el mundo puede opinar de lo que le venga en gana y cambiar doctrina cuando les tiene por conveniente. Y eso, claro, ni es así ni puede ser así.

Por eso, el otro día convocaron una concentración bajo el lema “Yo también pido la palabra” porque deben creer que con lo que digan pueden presionar a Roma aunque, al parecer no fueron muchos fieles los que acudieron a la tal concentración. Sería por el calor…

Pues más les valdría callarse un poco y dejar que quien corresponda haga lo que tiene que hacer o ¿Acaso ha habido algún tipo de concentración, discurso o papel en el que otros fieles bilbaínos hayan dicho cosa contraria?

Sin embargo, debería hacer pensar a más de uno qué es lo que se pretende por según qué tipo de católicos cuando los mismos se manifiestan en contra de lo sucedido con el libro “Jesús, aproximación histórica” de José Antonio Pagola.

No todo, a pesar de lo aquí dicho, está perdido porque quien tiene que hacerlo ha dicho lo que tiene que decir.

Por eso, el Vaticano tienen, del asunto, una opinión acertada y limitada a lo que, en tales nombramientos, corresponde. Por eso dicen que será obispo de Bilbao quien “realmente necesita” aquella diócesis y no, deben haber pensando, quien sea del interés de determinado grupo de presión.

Pero eso, claro, algunos no lo entienden. Ellos, a lo suyo.

Eleuterio Fernández Guzmán

—

Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:

Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).