Aunque Masiá se vista de alegórico, Juan Masiá se queda
Ahora ha sido en “Somos Iglesia” de Andalucía que es una de las llamadas “corrientes” de la Iglesia católica o, por decirlo pronto, una de las formas que en la misma se producen para tergiversar la doctrina católica.
Pero reconozco que Juan Masiá se ha adornado más de la cuenta. Tal es así que he estado a punto de ponerlo en la sección “Tontos de capirote” que es, ya, donde merece estar el jesuita díscolo.
Resulta que ha escrito una especie de alegoría o algo así llamada “De la carretera de montaña”.
Ciertamente resulta curioso como quiere disimular para decir lo mismo de siempre pues en una especie de relato que pretende ser ingenioso destapa las trapacerías de otras veces y ¡Ay! la misma inquina de siempre.
Al parecer, hay cuatro vías en la Iglesia católica de las cuales tres no son buenas y, claro, la cuarta, la que sigue Juan Masiá, es la buena. En resumidas cuentas, la tal vía, la cuarta, defiende lo siguiente:
“La cuarta vía persiste en su misión profética, apela a la conversión continua, recuerda la meta de la peregrinación, invita a cambiar, a hacer camino al andar y a perder todos los miedos: perder el miedo al pluralismo, el miedo a la mujer, el miedo a la sexualidad, el miedo a la responsabilidad laical y profesional, el miedo al cambio, etc.”
Conversión continua quiere decir algo así como adaptación a lo que el mundo diga para no desentonar con el mismo. Vamos, dejar de ser católico para ser… lo que sea. Por eso dice que hay que perder el miedo… ¿A qué tenemos miedo los católicos?
Yo creo que pronto olvidó las palabras, primeras, de Juan Pablo II Magno cuando fue elegido para ocupar la silla de Pedro que eran, precisamente, “No tengáis miedo” y que nos conducen por el mundo. Sin embargo, el no tener miedo no quiere decir hacer de nuestra capa un sayo que es, más o menos, lo que hace Juan Masiá que, al parecer, confunde el no tener miedo con tener mucha cara espiritual.
“La cuarta vía ‘se moja’, no pierde la libertad y, al precio de que no le den poder o la difamen, sigue diciendo que no se deben tratar política o religiosamente cuestiones que son científicas y éticas”.
Eso ha de venir, seguro, por temas como el de la manipulación de células madre embrionarias o cosas que son, ciertamente, objeto de estudio científico. Lo dice porque es experto en Bioética y por ver si cuela y le dejan en paz cuando dice, por ejemplo, que la vida no empieza hasta… cuando le dé la gana al científico de turno.
Pues aquí también se equivoca porque hacer tal cosa, es decir no tratar religiosamente un tema como el de las células madre embrionarias o, incluso, el del aborto (que es científico y, en fin, médico) es dejar, al albur del capricho de quien corresponda, la manipulación de la vida humana que es, como sabemos, sagrada.
En cuanto a los llamados encuentros “interculturales” e interreligiosos dice dos cosas:
“La cuarta vía no dice ‘ellos o ellas todavía no son como nosotros’, sino dice ‘nosotros todavía nonos hemos encontrado con ellos y ellas, encontrémonos y dejémonos transformar mutuamente’”.
“La cuarta vía, en vez de sentarse en una mesa redonda a dialogar, opta por encontrarse primero en el camino: unos peregrinos se encuentran con otros, reconocen que cada uno lleva distintas trayectorias, provienen de orígenes diversos, escuchan lo que tienen que contarse, las narraciones de quienes son diferentes, se dejan así transformar, no presumen de tenerla identidad ya acabada, se la dejan deshacer y rehacer en cada encuentro”.
Lo que quiere decir es que, a su modo y manera, no se diluye el catolicismo en lo oriental que es lo que a él le ha pasado, desvirtuando su fe católica.
“La cuarta vía reconoce que el perdón es creatividad, que en una auténtica reconciliación no debe haber vencedores ni vencidos, que hay que caminar de cara al futuro, sin estar hipotecados por el pasado, que hay que arriesgarse a ceder, aun cuando se tenga razón y que hay que estar dispuesto a dialogar incluso con el mal para vencer al mal con el bien”.
Esto está relacionado con lo que Juan Masiá llama pacificación y reconciliación que es algo así como pedir que, por favor, se olvide lo que hace y dice, muy a menudo, este experto en Bioética pero poco experto en doctrina católica.
Pero cuando ya riza el rizo es cuando vuelve a las andadas:
“En el momento presente, la crisis de la iglesia en nuestro país se debe a que dos terceras partes de la jerarquía eclesiástica se halla instalada en la primera vía y el resto no pasa de una tercera vía indecisa y timorata. Hay que animar a las comunidades cristianas de base para que se fíen del Espíritu y opten por caminar hacia una iglesia alternativa de la “cuarta vía”, como Pablo y como Jesús”.
No creo yo que eso fuera así porque Jesucristo entregó a Pedro las llaves de la Iglesia, luego llamada católica, que es la misma que hoy día difunde fe y doctrina, como misión encomendada en Pentecostés, por el Hijo de Dios. La misma, Masiá, porque es la misma y a la que debería prestar un poco más de atención y actuar con un poco más de obediencia.
Y es que no debería olvidar que, por ejemplo, el obedecer es algo muy a tener en cuenta por parte de un creyente. Si el tal creyente pertenece, además, a un instituto religioso, véase los jesuitas, la obediencia sube un peldaño de exigencia.
Aunque, claro, Juan Masiá hace mucho tiempo que bajó todos los escalones de respeto por su fe.
Y, por cierto, las alegorías y cuentos, quizá gusten en otros lugares porque aquí, en occidente, sólo entretienen a los niños. Y, a veces, ni eso.
Eleuterio Fernández Guzmán
—
Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:
Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).
9 comentarios
---
EFG
Pues que le aproveche. Pero luego no se queje de que su espíritu sufra daños irreparables.
A este hombre tan progre le pasa como con los "ultracatólicos",quieren una Iglesia a su imagen y semejanza,en vez de tenerla como Madre y Maestra,no se dejan guiar por Cristo,sino que ellos deciden quien es Cristo. En fin,pobrecillo y que Dios le de luz para abrirle los ojos.
Y mientras,los sencillos sufriendo los embates de ambos lados,tratandoles como a bobos a quienes llevarse al huerto de "sus verdades". Una pena.
---
EFG
Si Ud. quiere ponerse a mitad de camino entre los llamados progres y los llamdados ultracatólicos debería pensar dónde se encuentra porque, además, mientras que los progres pretenden terminar con la Iglesia católica, se llama ultracatólica a toda aquella persona que, siendo católica y sitiendo que lo es, defiende su ve. Por tanto, motejar de ultra a quien hace que es, simplemente, obligación de cada católico, es ir demasiado lejos.
De todas formas,no entiendo por qué se ha ofendido,en ningún momento he aludido a usted. Vaya. Le puedo asegurar que para mí La Iglesia es Madre y maestra y duele ver que los de ambos lados la pervierten. También decirle que me han llamado progre y ultra,depende de con quien hablara-lo que me importa poco-. Se donde estoy,D. Eleuterio,en la misma Iglesia peregrina que usted,y con el entendimiento que Dios me ha dado,intento-como converso-llevar la alegría y luz de Cristo conmigo y mostrarsela a todo aquel que se me cruza en el camino.
Cuídese y que tenga un buen día.
---
EFG
Pues siento haberlo no interpretado bien.
Y, por cierto, ahora que pronto será Pentecostés, está muy bien que Ud. trate de mostrarle la luz de Cristo a quien, a lo mejor, no la conoce o la conoce de forma escasa.
Gracias por responder.
---
EFG
A los creyentes nos corresponde, en todo caso, sembrar. La cosecha ya la hará Dios cuando corresponda.
---
EFG
Pues es una libertad donada por Dios. Como cada cual hace con ella lo que quiera o lo que le dejan, que cada cual aguante lo que tenga que aguantar.
:)
De todas formas, absurda comparación entre el Justo de los Justos y nosotros gusanos pecadores. Nosotros, nos dijo San Pablo, no nos predicamos a nosotros mismos, le predicamos a Él, el Rey de Reyes y Señor de Señores.
¿Lo de los fusiles a que te refieres?
---
EFG
Pues imagínese una Iglesia dominada por lo mundano y entregada al mundo.
¿Tú no la ves?
No es necesario imaginarla, se mira por todos lados. Por ello, la propuesta de Juan es interesante, pues, con tus palabras, le das la razón al colocarte, sin duda alguna, en la "tercera vía", ni siquiera en la primera.
Es necesario cambiar la mente, porque siguiendo este camino, la iglesia se aleja, y se mira sin dudas, como el ratón del gato, de Dios.
Dejar un comentario