¡Lo que faltaba!: Madrazo, un comunista, dando clases de Cristología

Yo no sé si a lo largo de la historia del cristianismo ha pasado, alguna vez, lo que está sucediendo ahora y es que, paradójicamente, personas que, de forma objetiva, demuestran no ser cristianos, aquí católicos (“por sus hechos les conoceréis” dijo Cristo, por ejemplo) se empeñan en dar lecciones de cristianismo al portador.

Así, por ejemplo, José Bono o José Blanco, ambos del PSOE, se cubren de cristianismo cuando les conviene y, don erre que erre, tratan de que creamos que siguen al Hijo de Dios cuando en su diario proceder político demuestran, un día sí y otro también, que sólo se trata de mera apariencia y, entonces, de doble falsedad.

Pero, como es esperar en la fauna izquierdista, siempre viene alguien que supera al anterior.

Se trata, ahora, de Javier Madrazo que en una entrevista ha demostrado, en primer lugar, que es un católico sui generis y, en segundo lugar, que, en todo caso, de todo hay en la viña del Señor.

A la pregunta “¿Cuál es su interpretación del nombramiento de Munilla como obispo de San Sebastián y del previsible de Iceta en Bilbao?” responde que “La cúpula vaticana y la de la Iglesia española han planificado los destinos de la Iglesia vasca. Tienen perfectamente estudiados los movimientos. Nada de lo que ha sucedido es casual. El Vaticano y los sectores más conservadores de la Iglesia quieren que Munilla e Iceta sean los nuevos líderes de la Iglesia vasca para meterla en cintura”.

Y, en efecto, nada de lo que sucede en la Iglesia católica es casual. A lo mejor a alguien con legitimidad para hacer nombramientos se le ha ocurrido que la deriva de la diócesis de San Sebastian no era la más adecuada y que con Setién y Uriarte había sido más que suficiente.

Sin duda, de casualidad nada de nada porque cuando alguien tan mal intencionado como Madrazo dice que lo que se quiere es “meter en cintura” a la Iglesia vasca lo que se ha entender es que se quiere cambiar el rumbo que tan mala deriva llevaba.

A la pregunta “Y eso usted, ¿cómo lo lleva como feligrés?” responde que él es “Muy crítico con la Iglesia del Vaticano. Creo que está muy alejada no ya de la sociedad, está muy alejada del Evangelio. Por tanto, veo con mucha pena el momento que nos está tocando vivir”

En fin… ¿Qué vamos a esperar de un comunista? No es posible que diga otra cosa aunque lo peor es que diga que es católico. Ambas cosas no son posibles, como es fácil adivinar.

A la pregunta sobre si se siente muy próximo a la teología de la liberación por el hecho de haber estudiado en un instituto jesuita (yo también estudié en un colegio jesuita y eso no marca en tal sentido) responde que se identifica “Con los sectores comprometidos con las luchas sociales, la teología de la liberación, con las corrientes que quieren unir marxismo y cristianismo bajo el lema ‘cristianos en el partido, comunistas en la Iglesia”.

O sea, que lo que pretende, por ejemplo, es que se unan quienes piensan que el aborto es algo bueno con quienes piensan que es una aberración; que quienes creen que el divorcio es una bendición civil con quieres creen que el divorcio es un efecto malvado de la convivencia. Y así podríamos seguir para demostrar lo absurdo de tan ridícula pretensión.

A la pregunta >“¿Qué es lo más trasnochado de la doctrina oficial de la Iglesia?” responde que “Se habla mucho de la moral sexual y de la familia. Además, me parece lamentable que no se dediquen más fuerzas a denunciar los poderes dominantes, el desorden mundial, las causas de la pobreza en el mundo…”

¡Qué temas tan manidos y manoseados!: la moral sexual, la familia… y algo tan falso como que la Iglesia católica no dice lo que tiene que decir sobre el poder dominante, el desorden mundial, etc. dice mucho de una persona que muestra, sobre esto, una ignorancia muy propia, por cierto, de la ideología que lo sustenta.

Y, para rematar la faena, no podía faltar la pregunta sobre el Santo Padre: ”Qué representa para usted la figura del Papa, Benedicto XVI?”

Como no se podía esperar otra cosa, otra cosa no se lee: “Su nombramiento me produjo tristeza porque él dirigió la Congregación para la Doctrina de la Fe, la antigua Inquisición. Representa una jerarquía completamente derechizada. También me preocupa el escaso papel de la mujer en la Iglesia…”

¡Y se dice católico! renegando de su Pastor, del Vicario de Cristo. Y habla de Inquisición, de jerarquía derechizada…

¡Qué lenguaje tan, digamos, izquierdista!

Cristología comunista

Pero lo mejor es cuando pretende dar clases de cristología. Y no lo hace una sino hasta dos veces.

1.-“Si Jesucristo, de carne y hueso, viviera hoy…”

Tiene gracia que diga eso quien se dice católico. Parece que ignora que Jesucristo vive, tras la Resurrección, y que no hace falta que esté en carne y hueso para que creamos en lo que dijo y en lo que la Iglesia que fundó hace.

Aunque, claro, pretender que un materialista como Madrazo (en el pecado del comunismo lleva la penitencia) crea, en realidad, que Cristo está vivo es pedir demasiado. Vamos, es pedir poco pero para él, lo imposible.

2.-“Para mí no son identidades enfrentadas. Esa es mi línea. He conocido a mucha gente comprometida con el cristianismo, pero vinculada al pueblo. Es la referencia que mejor conecta con la primitiva Iglesia de Jesús”.

Aquí se refiere al comunismo y al cristiano. Y es que entiende que no son realidades enfrentadas. Coloca, aquí, la idea, algo trasnochada de que Jesús, en realidad, fue un comunista porque se enfrentaba a la sociedad en la que vivía y que estaba contra los ricos (ya se sabe eso de que es difícil que un rico entre en el reino de los cielos)

Esto es, en realidad, una gran manipulación de la verdad de las cosas porque, en primer lugar es imposible de toda imposibilidad cohonestar comunismo y cristianismo porque ni defienden el mismo modelo de vida ni tienen el mismo sentido de la ética ni nada de nada de nada y de nada de nada. O sea, de nada. En segundo lugar porque hay que ser muy retorcido o, simplemente, muy ignorante, como para no comprender qué quería decir Jesús cuando hablaba de los ricos y de los pobres y querer entender como ataque a la riqueza lo que era, en realidad, una crítica al mal uso del dinero…

Pero es difícil, a quien trata de mezclar churras con merinas, pedir determinados entendimientos.

Sin embargo, sí hay algo en lo que le tengo que dar la razón. Cuando dice que “Si Jesucristo viviese hoy, alucinaría con la Iglesia”. Y digo que estoy de acuerdo porque, en efecto, alucinaría, a lo mejor, si viera que la Esposa de Cristo no actúa contra los que, dentro de ella, actúan en su contra o, por ejemplo, ponen palos en las ruedas de la bicicleta del Santo Padre.

Estoy seguro que tendría que coger, de nuevo, el látigo (o lo que fuera aquello que utilizó en su día) y expulsar a más de un mercader espiritual de la Iglesia que fundó.

Eleuterio Fernández Guzmán

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