Eppur si muove - ¿Qué reformas se pretenden para la Iglesia católica?
Es bien cierto, y eso no puede negarse, que hay sectores de la Iglesia católica que quieren que la misma cambie. Que tal cosa suceda puede ser bueno o malo según sea el cambio pero negar tal realidad en nada ayuda a la misma.
Los tales sectores no son, por decirlo así, de lo más fiel a la doctrina de la Esposa de Cristo y, por eso proponen cosas como las que siguen:
Que se abra al mundoQue “avance” con la sociedad.
Que acepte proposiciones contrarias a su doctrina:
Celibato sacerdotal opcional
Sacerdocio femenino
“Democratización” interna
(Imposible) Matrimonio entre homosexuales
Divorcio
Manipulación genética
Que mire para otro lado según qué tipo de conductas.
Que se considere una más de las religiones y no la verdadera.
Que no critique las actuaciones mundanas.
Que no se “entrometa” en la vida social.
Que no tenga bienes propios (Iglesia pobre vs. Iglesia “rica”)
Que sepa acomodarse a los cambios.
Que sea light.
Que tenga un corazón ni de piedra ni de carne sino de cartón-piedra.
Todo eso, y lo que cualquiera que sea de tal pensamiento podría añadir suele ser lo que, en general, se pretende de la Iglesia católica.
En resumidas cuentas, no les gusta nada, o casi nada, de lo que desde la Tradición y el Magisterio se lleva a cabo y, por eso, pretenden que se produzca un giro que, a ser posible, sea de 360º lo que, para un despistado, podría suponer un cambio radical pero que, en realidad, supone volver al mismo sitio de donde se volvió.
Lo que se quiere, pretende y no se esconde, es que desde la jerarquía eclesiástica (terminología utilizada, las más de las veces, para zaherir a las personas que la constituyen) se invierta la doctrina que la Iglesia católica sigue por obligación y que sea un cambio de rumbo moviendo el timón de manera que la visión que se tenga de la misma sea otra, distinta, diferente.
Sin embargo, quizá todo se resuma en esto dicho por Manuel Azaña, que fuera Presidente de la nigérrima y homicida II República Española, hace muchos años pero poco tiempo en ciertos pensamientos:
“La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español. Yo no puedo admitir, Sres. Diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde la pregunta sobre el misterio de nuestro destino. Este es un problema político, de constitución del Estado, y es ahora precisamente cuando este problema pierde hasta las semejas de religión, de religiosidad, porque nuestro Estado, a diferencia del Estado antiguo, que tomaba sobre sí la curatela de las conciencias y daba medios de impulsar a las almas, incluso contra su voluntad, por el camino de su salvación, excluye toda preocupación ultraterrena y todo cuidado de la fidelidad, y quita a la Iglesia aquel famoso brazo secular que tantos y tan grandes servicios le prestó”
¿Se dan cuenta?
Habla de excluir toda preocupación ultraterrena; habla de no contar con la fidelidad, pilares, ambos, de una fe sentida y profunda.
En fin, de que España deje, de verdad, de ser católica que es el verdadero interés que se tiene desde los sectores más radicales y progres que en occidente hay pero que, muy bien, se puede aplicar a cualquiera nación donde el catolicismo sea importante o, mejor, decisivo para conformar una sociedad en la que la justicia sea verdadera y la corrupción no se adueñe del convivir social y espiritual.
Y así nos va.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:
Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).
27 comentarios
Celibato sacerdotal opcional
Es usted necio o ignorante, EL CELIBATO ES UNA CUESTION DE DISCIPLINA NO DE DOCTRINA,
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EFG
Yo creo que si "doctrina" es, por ejemplo, "Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas, políticas, etc., sustentadas por una persona o grupo", el celibato sacerdotal también está entre la doctrina de la Iglesia católica, sobre todo porque "disciplina" es, entre otra cosas "Doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral".
De todas formas ser ignorante, desde el punto de vista jurídico es tener un conocimiento nulo de alguna realidad y, sin duda alguna, yo soy ignorante en muchos aspectos (como, creo, cualquier persona) Sin embargo, lo que no trato es de marear la perdiz con los términos cuando los términos dicen lo que dicen.
Usted es el que quiere que la Iglesia cambie y tenga como doctrina algo que no tiene, por tanto, usted está haciendo eso que tanto critica a los demás: quiere hacer una Iglesia a su gusto.
Al final, los que van de ortodoxos simplemente son unos excluyentes.
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EFG
Pues yo también repito lo mismo: celibato es doctrina porque doctrina es lo que es.
Si usted lo considera doctrina, pues allá usted. Sólo demuestra su ignorancia y que realmente quiere una Iglesia que no existe. Eso que tanto critica a los demás, pues usted hace lo mismo. Pero usted va de puro, ortodoxo y los demás no son bu8enos católicos y blablabla. En fin, que se puede esperar de alguien que alaba a Franco.
Usted es un fascista excluyente y lo será toda la vida.
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EFG
Pues vale.
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EFG
Eso es bien cierto pero hay muchas personas que no lo entienden así.
Es un tema peliagudo el que usted plantea. Por un lado,en estos días la IC está perdiendo fieles a un ritmo lento,mas contínuo. Parece que existe un distanciamiento de la sociedad respecto a las doctrinas que la Iglesia dicta,que no hará más que incrementarse con el avance de las nuevas generaciones,suponiendo que la tendencia actual se mantenga.
Por otro lado está la coherencia de la propia IC, que no puede ir renegando de sus principios a la ligera. Y además experimentos de "acercamiento" a la sociedad que se han dado en otros cultos,tampoco se han traducido en una mayor cantidad de fieles,como ha pasado en la Iglesia Anglicana.
Mi opinión en este caso es desde fuera,no le deseo ningún mal a la IC,mas tampoco voy a participar en ella. Lo que creo es que la IC debería acercarse más a la sociedad,acercarse a sus problemas,dar un apoyo moral más tangible,como se puede dar en las pequeñas parroquias. Acercar esas visiones a los escalones más altos de la IC. No es necesario aceptar los matrimonios homosexuales,más bien se trata de no centrar el debate en ellos,y en otros detalles que alejan a la sociedad. Resulta curioso que los asuntos de sexo ocupen tantas páginas en los artículos de opinión católicos,parece que la IC esté obsesionada con el sexo.
Si la IC se acerca más a sus fieles,a sus problemas cotidianos,ganará en aceptación. Y eso no tiene por qué hacer cambiar sus normas. Las normas del Levítico no se aplican hoy en día,y no ha sido necesario abolirlas, sino no centrar el debate en ellas.
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EFG
Estoy de acuerdo en parte de lo que Ud. dice pero no se puede negar que la intención de quienes quieren ciertos cambios en la Iglesia católica sólo pretenden que deje de ser lo que es para ser "otra" cosa.
En consecuencia, habrá que someter a referendum el modelo que se quiere: democracia eclesial y paritaria -por aquello de la ideología de género-; procripción del celibato y obligación, en su caso, de casamiento de curas y monjas; elección paritaria alterna de Papa o Papisa; revisión muy seria de la dogmática católica: también Dios será Diosa alternativamente; nada de trinidades ni de virginidades...y mucho, muchísimo y revolucionario profetismo.
Esto es lo que nos desean algunos, pero pueden esperar sentados mientras su besícula biliar trabaja a destajo.
Roi, que la Iglesia pierda fieles es una desgracia tremenda y un signo de los tiempos. Pero quienes la amamos de veras sabemos que el Espíritu Santo vela por ella en todo momento...hasta el final. Quien quiera oir, que oiga.
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EFG
De acuerdo con Ud. Pero, de ciertos "consejos" es mejor huir.
Jajajaja, vaya frase.
Los que quieren ciertos cambios en la Iglesia católico pretenden que deje de ser lo intolerante que es en algunas cosas para que sea una Iglesia Católica tolerante.
Y es que la Iglesia puede ser tolerante en el tema del celibato, por ejemplo. Lo fue en el pasado y puede volver a serlo en el futuro sin dejar de ser Iglesia católica, contrariamente a la burradas que usted siempre dice en este tema.
Es usted el que quiere una Iglesia católica que no existe. Es usted el que quiere cambiarla para excluir. Es usted el que no es fiel a eso que dice ser tan fiel. Es usted el perfecto ejemplo de un mal católico. Y no malo porque no sepa la doctrina, que de esos seguro que hay muchos. Malo porque la sabe y le da igual, quiere excluir porque necesita usted ser un sectario, necesita echar a la gente.
Este blog es una prueba de ello.
Yo no tengo idea de si Eleuterio es o no sectario. He entrado en este blog por casualidad. Pero despues de leer su comentario a Eleuterio sí sé una cosa, usted no tiene nada de cristiano ¿sabe por qué? Porque le falta la más elemental caridad. No dudo que tenga fe y esperanza, pero el Amor de su Dios está totalmente ausente de su corazón. No se molesté en responder, pues tengo que cosas que hacer más importantes esta tarde, entre otras pedir perdón por mi muchas culpas al Padre de Jesucristo.
Gallego:
Usted además de adolecer de caridad,según mi parecer,pues la caridad nunca es insolente , ni mucho meso insulta, tiene un problema añadido, pues tiene un desconocimiento de la la historia del celibato. Aunque no quiera entrar a discutir sobre su nivel de caridad, si lo desea, y el espacio de este post lo permite, le ilustraré sobre ello desde los orígenes apostólicos, incluyendo las Sagradas Escrituras, los Santos Padres y los Concilios, aunque sería luego de pedir perdón por calificar su postura de falta de caridad públicamente.
Pero también es verdad que quienes buscan con ahinco que cambie la norma lo que pretenden es enviar un doble mensaje a la sociedad:
- La Iglesia estaba equivocada en lo del celibato. Prueba de ello es que ha rectificado su error.
- La Iglesia está equivocada en otros temas: divorcio, aborto, relaciones prematrimoniales, matrimonio homosexual, investigación con cédulas madre, ordenación sacerdotal de las mujeres... Y también tiene que rectificar.
Quieren decirle a la Iglesia, cuando ésta se oponga por ejemplo al aborto: ¿No has rectificado con el celibato? ¡Rectifica también con el aborto!
El celibato no es doctrina pero quienes quieren cambiar la norma lo intentan como si fuera doctrina.
Eso es mentira, y calumnia, conozco muchos buenos católicos, que estan a favor del celibato opcional y no sostienen esas barbaridades que usted dice.
ELEUTERIO, CELIBATO NO ES DOCTRINA, NO LO DIGO YO LO DICE EL PAPA, deje de ser un usurpador de la labor que solo corresponde a los Sucesores de los Apostoles (definir que es doctrina y que no lo es)
Si que el celibato fuera opcional, fuera una herejía (pues si atenta contra la doctrina lo es), la Iglesia católica hubiera estado en apostasía, al menos hasta el siglo XVII, porque hasta ese siglo había curas casados en el rito latino en varias partes de Europa. (De hecho siempre han existido sacerdotes casados en la Iglesia católica)
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EFG
Yo me encuentro perfectamente, gracias. No son más que opiniones que yo no comparto, claro.
Usted con sus obras no muestra que sea un cristiano. Y si lo es, será de aquellos con los que se encontró alguien como Gandhi quien dijo "
No conozco a nadie que haya hecho más por la humanidad que Jesús. En realidad no hay nada que criticar a la fe cristiana. El problema sois vosotros los cristianos. Ni siquiera os esforzáis en vivir según vuestras propias enseñanzas.»
Lo que sí es doctrina es que el estado de total entrega a Dios concretado en el celibato es el más deseable y necesario además para que la Iglesia militante nunca deje de significar la tensión escatológica casi inminente que caracterizó,por ejemplo, a las primeras comunidades cristianas.
El celibato, tal como lo entiende san Pablo es por un lado entreg absoluta configurada dentro del contexto de espera del rgreso inminente de Aquel que "ES, QUE ERA, QUE VIENE PRONTO... QUE ESTUVO MUERTO PERO AHORA VIVE PARA SIEMPRE".
Para que esten mas desprendidos del mundo, de los negocios, de las desazones ,y de los obstáculos que trae consigo el matrimonio: para que esten, porconsiguiente,mas libres para ocuparse en el servicio de DIOS y del prójimo; y más puros de cuerpo y de espíritu, para acercarse al SANTO DE LOS SANTOS, Y servir al ministerio del Santuario
¿Ha sido prohibido en todos los tiempos "el casarse "a los Subdiaconos,Diáconos Y
presbíteros?
" SÏ ": en ningun tiempo ha sido permitido a los Obispos,Presbiteros,a los Diáconos y Subdiáconos el casarse despues de ordenado.
Hagamos un esfuerzo para quitar pasión al debate, que curiosamente se ha fijado en el celibato y tratamos los asuntos con la máxima ciencia posible a cada cual y sobre todo con caridad para los que divergen. Veamos lo que pasó en la Iglesia durante los primeros siglos.
Sin embargo para comprender bien esta materia, tenemos que distinguir, primeramente entre ley escrita y la costumbre regulada por el derecho consuetudinario, pues una obligación, al igual que un derecho, no se funda siempre sobre una ley escrita. Durante siglos fue el derecho consuetudinario el que regulaba la mayor parte de las relaciones. Por ejemplo, tenemos que tener claro que el derecho romano tardó varios siglos en formularse por escrito y que sin embargo, las relaciones se regulaban por él, aunque no hubiera fijado en libros o rollos.
Además, para centrar el debate, hay que tener en cuenta que la Iglesia siempre ha tenido la costumbre de reaccionar con precisión y de aclarar, sólo cuando el mal se evidencia y se hace grande. Es decir, que sería un error decir, que la época en que apareció el celibato, coincide con los primeros escritos que aparecieron sobre él.
Veamos algunos hitos:
Año 306. Siglo IV CONCILIO DE ELVIRA:
"Los Padres son unánimes sobre la obligación del celibato impuesto a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos; es decir, a todos los clérigos al servicio del altar; quienes deben guardarse de conocer a sus esposas y engendrar hijos"
En los primeros siglos los presbíteros eran varones probados (en griego presbítero significa anciano); Desde luego no había seminarios, se elegía para el ministerio a los hombres adultos, que obviamente estaban ya casados en su mayoría, más todos los textos conocidos confirman que estaban obligados a separase de su esposa.
Obsérvese que dicho canon no constituye un nuevo mandato, sino un recuerdo de la Ley (no necesariamente escrita) debido a ciertos abusos. Porque si hubiese sido una novedad en materia tan sensible (imponiendo hábitos contrarios a los permitidos) hubiera producido una lucha de la que hubiéramos oído hablar. Pero de esta protesta no ocurrió y téngase en cuenta, que por cuestiones insignificantes ha habido cisma. Imagine que hubiera pasado en el mundo actual si se hubiera impuesto esa obligación sin una tradición.
Año 390 CONCILIO DE CARTAGO ( Codex canonum Eclesiae Africanae)
" Estamos todos de acuerdo sobre este punto: que los obispos, sacerdotes y diáconos, los guardianes de la castidad, se guarden a sí mismos de su propia esposa, a fin de que la castidad sea conservada en todo y por todos los que trabajan en el altar…Así guardamos lo que enseñaron los Apóstoles y es considerado como un uso antiguo."
Aquí vemos como la Iglesia no esgrimió fundamentos flojos, como los que se usan hoy , sino que fundamentó su obligación en el servicio al altar en primer lugar. Pero el segundo fundamento para el celibato de los clérigos que se esgrime es la práctica de los Apóstoles y la sagrada Tradición. Resulta obvió que si el mandato del celibato hubiera sido introducido en ese año 390, los Padres no habrían podido invocar la Tradición.
Año 325 CONCILIO ECUMÉNICO DE NICEA
En su canon 3 “prohibe a los obispos, sacerdotes y diáconos que alojen en su casa a mujeres, que no sean su madre, hermanas o tía ( las únicas mujeres que escapan a toda sospecha)”
Año 393 CONCILIO AFRICANO DE HIPONA
" Que ninguna extraña habite con clérigo, sea éste quien fuere, sino sólo las madres, abuelas, hermanas, tías, sobrinas"
Año 400 CONCILIO DE TOLEDO
Invoca de nuevo la autoridad del Concilio de Nicea sobre este asunto y prohíbe a todo clérigo que tenga en su casa a ninguna mujer que no sea su hermana.
SigloV CONCILIO DE ARLES
Confirma sobre el celibato lo dicho en Nicea y añade que la contingencia es obligatoria a partir del diaconado, y “que la cohabitación está prohibida incluso con la esposa convertida, bajo pena de excomunión” (Lo de la esposa convertida era un ardid para burlar la ley del celibato que algunos pícaros hacían)
Año 386 PAPA SAN CIRICIO. Carta del santo al obispo Himerio
En su carta dice que los clérigos que siguen engendrando hijos, tras su ordenación, vulneran una ley inviolable que desde el comienzo de la Iglesia ata a los clérigos ata a los clérigos que han recibido ordenes sagradas.
En otra carta de dicho Papa a los obispos de África nombra igualmente el asunto y les participa las conclusiones de un Sínodo Romano, respecto a la obligación del celibato desde el principio de la Iglesia. Les dice que no se trata de una obligación nueva, sino más bien descuidada. Les dice, así mismo que se trata de una larga Tradición que conecta con los Apóstoles.
Les dice a los obispos africanos, que “S. Pablo pide a los corintios que practquen la continencia para darse a la plegaria. Y que si aconseja esto a los laicos, cuanto más lo deben practicar los sacerdotes a fin de poder en todo momento ofrecer el sacrificio del altar y los sacramentos”
Veamos, pues, como se da tanta importancia a la Tradición ( Ley no escrita) como a la escrita. Aspecto que no habría que repetir a un católico.
Año 401-417 EL PAPA SAN INOCENCIO ( parecer de un Sínodo romano a petición de obispos de la Galia)
" Tocante a los obispos, los sacerdotes y los diáconos, que participan en los santos misterios o los realizan, por cuyas manos se confiere la gracia del bautismo y se ofrece el sagrado Cuerpo de Cristo, se dcreta: que no sólo nosotros, sino también la Sagrada Escritura y los Padres, obligamos a guardad la castidad y la continencia"
Añp 456 PAPA SAN LEÓN MAGNO (CARTA AL Obispo rústico de Narbona)
"La ley del celibato es la misma, tanto para obispos, presbíteros y diáconos. Cuando tenían órdenes menores podían casarse y tener hijos…Pero a partir del momento del diaconado, ya no les está permitido lo de antes.."
Año 150-221 CLEMENTE DE ALEJANDRÍA. PADRES DE LA IGLESIA
Atestigua que si bien es cierto que Pedro y algunos Apóstoles estaban casados cuando Jesús los llamó, sus mujeres les acompañaban en sus viajes, no en calidad de esposas, sino a titulo de hermanas.
Año 340-397 SAN AMBROSIO. PADRES DE LA IGLESIA
Afirma que el celibato es una ley del Nuevo Testamento, frente al antiguo, pues los sacerdotes de Moises sólo dedicaban al altar algunas semanas al año
Año 340-420 SAN JERÓNIMO. PADRE DE LA IGLESIA
" ¿ Qué hacen las Iglesias de Oriente? ¡Qué hacen las de Egipto y la Sede Apostólica? Escogen para clérigos a hombres vírgenes o continentes. Y si tienen una mujer cesan de ser maridos"
Vemos aquí como el celibato estaba extendido por todas las Iglesias
Haciendo unos de 1 Cor 7 dice:
" si el sacerdote rogar siempre, entonces debe privarse siempre del uso del matrimonio"
Escribe contra Joviano:
"Jesucristo y María, al haber sido siempre vírgenes, consagraron la virginidad en uno y otro sexo. Los Apóstoles eran vírgenes, o al menos guardaron la continencia si estaban casados. Los obispos, los sacerdotes y diáconos deben ser vírgenes o viudos, o, por lo menos, vivir siempre en continencia tras su ordenación…. No está permitido ofrecer sacrificios al Señor y al mismo tiempo, cumplir con los deberes impuestos al matrimonio".
CONCLUSIÓN INICIAL A ESTE RESUMEN:
“ La objeción clásica que afirma que estos primeros textos son bastantes tardíos, lo que demostraría que la practica del celibato data sólo del siglo IV o como mucho el siglo II, carece de solidez ( mucho menos sólidos son los que afirman, como algún comentarista los hace que la practica es del siglos X, XI y incluso el XIV). Por un lado como ya dije, el método jurídico nos impide extraer una conclusión tan apresurada e incorrecta; por otro, si la razón alegada fuese válida, la Iglesia hubiera creído en la presencia real, por ejemplo, sólo a partir del siglo XVI (Concilio de Trento). Y si afirmar esto último es una estulticia, afirmar la inexistencia del celibato en los primeros siglos, es una ignorancia sobre la forma de actuar de la Iglesia, o es malicia. Porque en efecto, la practica constante en la historia de la Iglesia consiste en exponer más ampliamente el dogma y en precisar la moral, cuando aquél o ésta son atacados. Fíjense, sino, en cómo la Iglesia ha actuado respecto a los dogmas marianos.
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EFG
Infinitas gracias por su documentado comentario que, creo, aclara muchas coas. Gracias, de nuevo.
No obstante, trataré, en cuanto me sea posible-espero que esta noche, si Dios quiere- completar mi anterior comentario, con la práxis de la Iglesia en Oriente, así como con los argumentos teológicos sobre la dignidad del sacerdcio y la eficacia de la Plegaria y dar las razones pastorales y de orden espiritual para seguir manteniendo el celibato, como un preciosísimo regalo de nuestro Señor, Cristo Jesús.
(PARA ACLARARNOS UN POCO II)
Conforme a todos los testimonios que hay, no cabe duda alguna de que la práctica del celibato gozaba de toda estima y se consideraba en los primeros siglos de la Iglesia.
EPIFANIO DE SALAMIS, Obispo (315-403)
Afirma que “el celibato se vive en las regiones donde la fe está viva, pero reconoce que en ciertos lugares-allí donde la fe estaba más apagada-, se nota cierta relajación”.
Año 268. SÍNODO DE ANTIOQUÍA
Precisó que el obispo, por prudencia, no debe admitir mujer alguna en su casa, “pues el que ha despido ya a una mujer”, no puede introducir otras. De lo cual, se desprende con claridad, que para aceptar la dignidad episcopal, era necesaria la separación de lechos, si previamente se había casado. Debido a esto no tenía sentido que habiendo tal separación de lecho y mesa, pudiera admitirse a otra mujer en su casa, luego de haber despedido a su esposa.
S. jerónimo, que vivió en Oriente.
Ya dijimos algo sobre el testimonio de S. Jerónimo, a causa de su conocimiento tanto de occidente, como de oriente, donde vivió muchos años. A este Padre no le cabe ninguna duda que la ley del celibato es una Tradición apostólica y que por lo tanto, no depende de las costumbres de unos sitios y otros, pues tanto en la Iglesia de Roma como en la de Oriente se mantenía, incluida la de Cartago y Egipto.
CONCILIO DE NICEA
Ya dijimos que en su cano 3, prohíbe a obispos sacerdotes y diáconos que vivan en sus casas mujeres que no sean madres, hermanas o tías.
Observad la constancia del celibato en la Iglesia occidental a través de las generaciones durante XX siglos; esto fue por la determinación de los obispos, guiados por el Papa. Lo que no deja de ser un signo de la santidad de la Iglesia, que no de sus miembros.
LA CAPITULACIÓN DE ORIENTE
La diversidad en este punto y la falta de unidad en Oriente, se hizo evidente cuando se dejó esta práctica en manos de los concilios particulares, debido a la división que existía entre los distintos Patriarcas.
Mientras que la practica del celibato se mantuvo en el episcopado- porque los candidatos eran elegidos generalmente entre los monjes- y así se logró mantenerlo a través del tiempo entre el orden episcopal, no ocurrió de la misma forma entre el bajo clero, y así finalmente, ante tanta inobservancia, se llegó a la rendición. Aunque la capitulación total tardó algunos siglos, manteniéndose casi durante 700 años el celibato en Oriente.
Si embargo, no tenemos noticia de esta rendición, hasta el año 691, en el seno de un concilio de la Iglesia bizantina denominado Trulanum II. Este concilio tuvo el carácter de particular y jamás fue reconocido por Roma.
Cito al P. Bernard Lorder: “Mencionemos que dicho concilio permitió el uso del matrimonio para los sacerdotes que ya estaban casados antes de la ordenación y no a los que llegaban a la ordenación sin estar casados y sólo durante el tiempo que no tenían necesidad de servir al altar; servicio que se reducía al domingo y, eventualmente, a otro día de la semana ( Para que se entienda mejor: El sacerdote no podía hacer uso del matrimonio el día que dedicaba al altar, generalmente el domingo) Con esta decisión se ve en la Iglesia Oriental una recesión, en la medida que su práctica es una vuelta a una concepción imperfecta, veterostestamentaria ( Los sacerdotes del Antiguo Testamento dedicaban al templo sólo unas semanas al año, pues se rotaban. Durante esa dedicación debían abstenerse de relaciones conyugales) La Iglesia Oriental no adujo jamás un mínimo de pruebas, ni la menor razón o argumentación que justificara su heteropraxia frente a la práctica de la Iglesia de Roma.
No obstante, en este Sínodo jamás aprobado, nótese que incluso se prohibía el uso matrimonial cuando servían al altar, como los sacerdotes de Aarón y que esto ha sido siempre así.
CONTRADICIONES DEL TRULANUM II
Siguiendo al mismo autor, podemos destacar varias contradicciones de este Sínodo, jamás aprobado por Roma, en esta disciplina:
1ª ¿Por qué una diferencia entre obispos y sacerdotes? La razón de celibato radica en la celebración de los santos misterios y tanto unos, como otros, los celebran.
2ª ¿Por qué prohibir a los sacerdotes un matrimonio tras su ordenación, si no estaban obligados por la ley del celibato?
3ª ¿Por qué la Iglesia de Oriente vuelve al sacerdocio de Aarón? Más perfecto que el sacerdocio del Antiguo Testamento es el de Cristo.
ARGUMENTOS A FAVOR DEL CELIBATO
Dignidad del sacerdocio
“Sacerdos alter Christus” (El sacerdote es otro Cristo). El sacerdote no desempeña sólo una función (la de presidir según muchos cristianos hoy creen. Esto lo tenían claro nuestros abuelos), sino que su ministerio es toda su vida. No sólo representa a Cristo, sino que en su función más preciosa y central, el sacrificio, actúa en la persona de Cristo. El sacerdote, en cuanto que actúa en la persona de Cristo (In persona Christi), no es sólo el presidente de la asamblea, sino que hace descender al altar la Víctima inmolada. Esta cosa tan maravillosa y preciosísima, hace comprender la necesidad de estar marcado en su alma para siempre (el sacerdocio imprime carácter). Debe guardar la virginidad, el celibato,.., porque le compete una cosa extraordinaria que no puede hacer un seglar por voluntad, no de un consenso democrático, sino del mismo Cristo, Verbo Eterno del Padre, camino VERDAD y vida. Por sus palabras hace venir a Jesucristo en la Eucaristía, por sus labios hace bajar el cielo a la tierra y se hace realmente presente (es presencia real y no una presencia simbólica, por lo tanto ríndase toda pleitesía y arrodíllese toda rodilla como nos dice S. Pablo. Para entender esto adecuadamente, hay que volver a hablar a los católicos de que la Misa es un sacrificio, en la que Cristo es Sacerdote, Víctima y Altar. Es posible que esto les suene a chino a algunos cristianos, pero es la doctrina mantenida por la Iglesia ininterrumpidamente.
Desde otro punto de vista, si Cristo es el paradigma de una vida consagrada a la entera voluntad del Padre, mostrando con ello que así se “desposaría mejor con cada alma”. Así también el presbítero, “alter Christus”, que actúa “in persona Christi”, imitando a Cristo Sacerdote, es de todos y se da enteramente a todos, consagrándose totalmente a cada oveja que le ha sido confiada. Por el celibato comprenden las almas elegidas la grandeza y santidad de la Iglesia.
La eficacia de la plegaria
Si el mismo S. Pablo en 1Cor.7,5 dice a los esposos. “No os defraudéis uno al otro, a no ser de común acuerdo y por algún tiempo, para dedicaros a la oración” se deriva de este versículo que la continencia da una mayor “fuerza” a la oración. Pues si vemos como S. Pablo entiende la continencia como un medio de conferir a la oración mayor fuerza entre los casados, cuánto más lo entenderá para aquellos que dedican su vida entera a la Plegaria. Así el ministerio bebe de una fuente de gracia con las renuncias que supone esa vida. Sus vidas están llamadas por el Señor a la Plegaria, siendo como un “pararrayos” para los hombres y la sociedad, disponiendo el corazón entero a Dios.
Argumentos espirituales
Allí donde la fe languidece, disminuyen las fuerzas y se abroga el celibato o se protesta desobedientemente para que se abrogue. Lo acabamos de ver en el breve repaso a la Iglesia de Oriente. El celibato se mantenía donde la fe era viva. En los lugares donde hoy se comprende el sacerdocio de Cristo, el celibato no constituye un problema. En las parroquias y ambientes eclesiales donde Cristo es un sólo un comparsa de la pandilla, un “tipo” guay, es donde se cuestiona el celibato; donde la Misa se entiende como sacrifico, no hay un problema existencial con el celibato, antes al contrario, se abre paso raudo en nuestra mente y lo veremos como una bendición y rogaremos para que haya más célibes. Contrariamente, donde la misa es un concierto o un kilombo sin respeto al Santísimo presente realmente o sólo una reunión más, surgirán los cuestionamientos. Si el sacerdote sólo se ve a si mismo como presidente de una asamblea, perderá la fe en su sacerdocio. Si el sacerdote no celebra el sacrificio de la Misa, sino que preside solamente, perderá la referencia del celibato, pues sólo se considerará así un especie de funcionario que se sienta en un sitio visible en una asamblea popular.
Toda la historia de la Iglesia nos demuestra que las herejías y cismas traen como consecuencia la desaparición del celibato, sin excepción: Los protestantes divididos en más de 33.000 distintas y hasta enfrentadas congregaciones. Las distintas ramas del anglicanismo; las distintas Iglesias orientales. Más de 100.000 sacerdotes han abandonado la Iglesia católica en los últimos 40 años ¿Por qué? ¿Acaso porque cuestionaban el celibato? No, no, al contrario: cuestionaron el celibato porque primero aflojaron en su fe, absorbiendo pensamientos pelagianos, o protestantes, según el caso, o apostaron y luego vino la lógica consecuencia de sus herejías: cuestionaron la ley neotestamentaria del celibato, establecida desde los tiempos apostólicos.
CONCLUSIÓN
Es muy evidente que la ley del celibato proviene de los mismos Apóstoles, aún cuando los primeros documentos escritos sobre el tema daten del siglo II. Sin embargo, estos documentos venían a recordar su obligación, por la relajación de la costumbre que había entre algunos. Es decir, había una costumbre desde los tiempos apostólicos sobre la obligación del celibato entre los clérigos y sólo cuando se relajó esa obligación en algunos lugares, como en España, tuvo que reaccionar la Iglesia y afirmar con rotundidad la obligación mediante concilios y sínodos.
Es muy claro también, que durante los primeros siglos, casi hasta el año 700, la ley del celibato era obligatoria en las Iglesias orientales y que debido a su fragmentación causó el retroceso a un sacerdocio del Antiguo Testamento y que aún así, lo mantuvo obligatoriamente para los obispos ordenados y a los que accedían a las ordenes del sacerdocio sin estar casados (a estos no se les permitía volver a casarse, una vez ordenados)
Resulta obvio también, que la Iglesia tiene no sólo argumentos pastorales para seguir exigiendo el celibato, sino lo que es más importante, tiene razones espirituales y teológicas importantísimas para seguir `pidiéndolo y exigiéndolo.
Finalmente, resulta también muy evidente, que no es la obligación del celibato lo que provocan las deserciones del Cuerpo de Cristo, sino que es al revés: La flojedad en la fe, la acomodación al mundo, el rechazo de la Cruz, escándalo para el mundo, nuestro dogmas a nuestra medida, etc., es lo que hace cuestionar la ley del celibato ¿Por qué? Porque las tinieblas no soportan la luz, según nos dice el Apóstol amado. Otros, sin embargo, exigen la derogación del celibato por ignorancia; pero tenemos la obligación de estar bien informados respecto a todo lo relativo a nuestra Fe. Claro, que respecto a esta ignorancia en que se encuentran muchos, es de manifestar que son muchísimos los sacerdotes y obispos responsables de tal desconocimiento, y de cuyas doctrinas erróneas les pedirá cuanta Cristo en su Juicio; porque Juicio de Dios habrá de seguro, aunque ya muchos cristianos no crean en ello.
A la Iglesia Santa y a los sacerdotes que viven su celibato como un signo de santificación, muchísimas gracias por haberle dicho sí a Cristo cuando os escogió¡El Señor, que juzgará a vivos y muertos y quien sabe hasta los pelos de cada uno, os bendiga por vuestra fidelidad! Yo, un seglar pecador, os amo por lo que hacéis “in persona Cristi!
Señor GOnzalez, los texgtos pueden decir muchas cosas, la mayoría concilios locales, pero el hecho es que el celibato no fue regla general para la Iglesia NUNCA, y para el Rito Latino, se intentó con San GRegorio VII, luego en los tiempos del Concilio de Trento, todavía existian sacerdotes del rito latino CASADOS Y CON HIJOS.
Enfoquese en los hechos historicos, no en las "intenciones" de concilios locales, o en canones perdidos de algun concilio ecumenico (que las iglesias de oriente demuestran que nunca se aplicaron)
¡Si usted se obstina en su opinión, no puede sacarle de su error! Simplemente me limito a mostrar hechos, no convicciones subjetivas. Ahora bien, si usted considera al Concilio Ecuménico de Nicea y sus cánones perdidos como algo que no merece consideración, le trasladaría la siguiente pregunta ¿ Se debe creer y obedecer antes a su opinión subjetiva, que otros comparten, que un Concilio Ecuménico? Si usted tampoco da valor a los concilios particulares que han sido posteriormente aprobados por el Vicario de Cristo y si tampoco le resultan oportunos los innumerables testimonios de los Padres de Iglesia, que sin excepción han confirmado la ley del celibato- de los cuales yo sólo he traído una pequeña muestra- , nada le convencerá. Si además no comparte conmigo y con la historia, que siempre la Iglesia ha establecido por escrito lo que anteriormente ha sido costumbre, (Tradición) pues sinceramente no trataré de convencerle más. Si tampoco desea entender de que a pesar de que en muchos sitios no se respetaba la ley del celibato, no por ello dejaba de existir esa obligación para los sacerdotes, pues estamos hablando de que muchas veces se tardaban años en comunicar una determinada situación grave a Roma. No estaban en la era de las comunicaciones. Si además no desea entender la teología del anterior Papa y del presente sobre el asunto ¿Qué podría hacer yo para convencerlo? Sólo me resta decirle que yo rezo cada día para que el Señor mande a su mies más varones célibes y le doy gracias por ese inmenso don dado a la Iglesia católica.
Sin más y salvo que aporte documentos históricos que avalen sus tesis, cancelo este debate, pues me resisto a personalizar. Que Dios le guarde y le haga ver las bendiciones que ha dado a su Iglesia nuestro Señor. Ámela mucho, y sin dudar de que así lo haga, el Señor le bendecirá en estos tiempos de apostasía general.
Pax Christi
SEñor GOnzalez, dicho concilio se celebró en Oriente, las IGlesias de Oriente, jamás tuvieron como regla para todo el clero el celibato, lo prueban las Iglesias que rompieron tras el Concilio de Efeso, las que rompiero tras el de Calcedonia, y las Griegas y eslavas, EL canon puede decir muchas cosas, pero los hechos históricos demuestran que no se aplicaron, ni en Oriente y ni en Occidente, de hecho si investiga, se dará cuenta que muchos Papas después de Efeso, fueron hijos de sacerdotes, o descendientes directos de otros Papas, por vía legítima.
"Si usted tampoco da valor a los concilios particulares que han sido posteriormente aprobados por el Vicario de Cristo y si tampoco le resultan oportunos los innumerables testimonios de los Padres de Iglesia, que sin excepción han confirmado la ley del celibato- de los cuales yo sólo he traído una pequeña muestra- , nada le convencerá."
Sobre si los concilios españoles, o africanos tuvieron la aprobación del Obispo de ROma, lo desconozco, lo desconozco porque no hay datos que prueben que dichos concilios provinciales requiriesen de tal aprobación, algo que la Iglesia siempre ha aceptado (que el Primado de PEdro no se ejercía igual entonces que ahora, lo dice Ut Unum SInt y lo ha dicho varias veces Benedicto XVI), el punto es y repito que hasta el siglo XIV habían sacerdotes casados y con familia, y para eso usted debe buscar en historiadores medievalistas,(ojo, medievalistas no del MEdievo, que no es lo mismo) que han enriquecido los ultimos tiempos con sus aportaciones sobre la Historia europea en eso que comunmente se conoce como la Edad MEdia.
Y le repito, como prueba irrefutable de que la "ley del celibato" nunca fue aplicada a todo el clero estan las iglesias orientales, y como prueba de que no fue aplicada al clero latino, estan los documentos que insisten en lo mismo todavía contemporaneos al Concilio de Trento. Además ninguno de los textos que presenta de los padres de la Iglesia, dice que para ser sacerdote había que ser celibe. POrque si investiga se dará cuenta que muchos de los padres de la Iglesia no fueron celibes
COnsulte historiadores o especialistas en la Materia, además estoy casi seguro que hasta en la Enciclopedia Católica encontrara una afirmación que contradice esto de que el celibato fue regla para los sacerdotes, desde el siglo III, o no se cual usó
Y en Galicia,de donde procedo,todo el mundo sabía quienes eran los "sobrinos" del cura y su "criada". Pero si las autoridades no los sancionaban,¿quiénes eran ellos para decir nada?
Una cosa es que existan textos que encomienden una serie de normas,y otra es que se lleven a cabo. Muchas normas que el Levítico impone a sus fieles no se aplican hoy en día. Poco importa que esas normas sigan en la Biblia. Si no se aplican,no son ley.
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