Eppur si muove - Sobre el celibato sacerdotal
A instancia de un comentarista que se hace llamar Esteban traigo hoy el tema del celibato sacerdotal a esta serie que trata, precisamente, de que, a pesar de ser zaherida la Iglesia católica, sigue moviéndose hacia delante.
Sobre el celibato sacerdotal se dicen cosas, como por ejemplo, las que siguen:
-Algunos apóstoles eran casados.
-La Iglesia se muestra como retrógrada por no autorizar que sea opcional.
-El problema de la falta de seminaristas es, precisamente, la existencia del celibato sacerdotal.
-El celibato sacerdotal es la causa de la pederastia que tanto se airea en el seno de la Iglesia católica.
-El celibato sacerdotal es la causa de la crisis moral en la que, al parecer, se encuentra la Iglesia católica.
-Hoy en día la virginidad sacerdotal no es un símbolo elocuente, ni interpelante para la sociedad.
-El celibato sacerdotal puede afectar al equilibrio psicológico personal.
O, para terminar:
-¿Por qué no puede se extender el celibato opcional?
Esto lo que, en general, quiere decir, es que el tema que hoy traigo a debate es más que conocido y causa, las más de las veces, enfrentamientos para los que no parece haber solución.
Sin embargo, bastante claro lo dejó escrito Juan Pablo II Magno en su Exhortación apostólica Pastores dabo vobis (5) al decir que “Por otra parte, hay un aspecto en la vida del sacerdote que ha llevado, quizá desde siempre, a cierta polémica: el celibato. No se entiende, en algunos ambientes alejados, seguramente, del Espíritu, que una persona pueda adoptar tal elección en su vida particular”.
Se trata, por lo tanto, de algo que, personalmente, escoge el hombre que, voluntariamente, ha querido, para su vida, una que lo sea de entrega a Dios y a los demás. Ser sacerdote, al fin y al cabo, es lo que no se entiende por parte de los sectores a los hace referencia el Papa polaco.
No es de extrañar que, en el mismo documento citado arriba (PDV 29) diga que “Es particularmente importante que el sacerdote comprenda la motivación teológica de la ley eclesiástica sobre el celibato. En cuanto ley, ella expresa la voluntad de la Iglesia antes aún que la voluntad que el sujeto manifiesta con su disponibilidad, pero esta voluntad de la Iglesia encuentra su motivación última en la relación que el celibato tiene con su ordenación sagrada, que configura al sacerdote con Jesucristo, Cabeza y Esposo de la Iglesia. La Iglesia, como Esposa de Jesucristo, desea ser amada por el sacerdote de modo total y exclusivo, como Jesucristo Cabeza y Esposo la ha amado. Por eso el celibato sacerdotal es un don de sí mismo en y con Cristo a su Iglesia, y expresa el servicio del sacerdote a la Iglesia en y con el Señor“ (PDV 29)
¿Tan difícil es de entender?
La entrega ha de ser total y exclusiva…
Es más que probable que se pueda argumentar que no se trata de algo que se encuentre, digamos, dentro de los dogmas y que, por eso mismo, fácilmente puede cambiar la opción que la Iglesia católica tomó cuando fuese de que el celibato sacerdotal adquiriese naturaleza fuerte en la Esposa de Cristo.
El celibato es, pues, una opción, tomada por la Iglesia latina que, por tanto, ha de seguir quien quiera llevar a cabo, en la misma, la labor de sacerdote.
Esto lo explica muy bien Pablo VI en su Encíclica Sacerdotalis caelibatus cuando dice, en su punto 21 que “Cristo permaneció toda la vida en el estado de virginidad, que significa su dedicación total al servicio de Dios y de los hombres. Esta profunda conexión entre la virginidad y el sacerdocio en Cristo se refleja en los que tienen la suerte de participar de la dignidad y de la misión del mediador y sacerdote eterno, y esta participación será tanto más perfecta cuanto el sagrado ministro esté más libre de vínculos de carne y de sangre”
Es posible, por tanto, que otras opciones sean legítimas donde lo sean pero entre nosotros no lo son. Y a eso deberían atenerse todos aquellos que tanto despotrican en contra del celibato sacerdotal y hacen, de lo contrario, una opción más que sospechosa de mundanidad y relativismo.
Seguro estoy que me dirán que hay sacerdotes que están casados. Y eso es cierto porque no se puede negar lo que es evidente.
Sin embargo, deberían, también, para ser honrados, decir de qué situaciones particulares vienen aquellos sacerdotes que, llegando a la Iglesia católica, están ya casados.
La diferencia es, pues notable, aunque algunos no quiera, por conveniencia, verla.
Es, por eso, una conveniencia demasiado conveniente.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).
18 comentarios
"Es posible, por tanto, que otras opciones sean legítimas donde lo sean pero entre nosotros no lo son. "
Le invito a que investigue el significado del termino legitimo, porque decir que sacerdotes del rito latino casados es ilegitimo es una tontería,
"Sin embargo, deberían, también, para ser honrados, decir de qué situaciones particulares vienen aquellos sacerdotes que, llegando a la Iglesia católica, están ya casados. "
No señor, quizás es su ignorancia lo que le hace pensar tal cosa, pero hay sacerdotes que estan casados y no han venido de ninguna otra Iglesia, es decir nacieron en el seno de la Iglesia católica, por ejemplo: Los de la Iglesia católica copta, los de la iglesia greco católica, los de la Iglesia rutena, todas estas iglesias particulares EN COMUNIÓN CON LA SEDE ROMANA. tienen sacerdotes casados, ordenan sacerdotes casados, y se forman seminaristas casados. Y llevan siglos en comunión con la Iglesia de ROma
LE REPITO LA PREGUNTA QUE USTED NO RESPONDIÓ. ¿Dios solo elige hombres casados para que sean sus sacerdotes, si estos son arabes, eslavos o griegos?
LE RECUERDO QUE USTED "ARGUMENTÓ" que es IMPOSIBLE QUE EL CELIBATO SEA OPCIONAL EN EL RITO LATINO, porque la IGLESIA CATÓLICA DEJARIA DE SER CATÓLICA
Todo lo que escribió no respalda ni su afirmación, ni responde la pregunta planteada.
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EFG
Confieso mi ignorancia en muchas cosas. Ahora bien, lo que no ignoro es que está más que claro que la Iglesia católica no admite, digamos, de origen, sacerdotes casados.
Y, de todas formas, estirar la cosa para demostrar que hay Iglesias que, estando en comunión con Roma, admiten sacerdotes casados no niega la premisa mayor del asunto: en Roma en celibato no es opcional.
La Iglesia siempre ha tenido el celibato en muy alta estima ya que Jesucristo fue célibe. El es modelo de la perfección humana. Hay quienes objetan pensando que nosotros no podemos imitarlo. Se equivocan. La verdad es que Jesucristo, siendo Dios, asumió verdaderamente la naturaleza humana, siendo igual que nosotros en todo menos en el pecado. El nos da la gracia para vivir, siendo hombres, su amor sobrenatural.
Jesucristo claramente recomendó el celibato como entrega radical de amor por el Reino de los Cielos:
Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda. -Mateo 19,12
San Pablo era célibe y animaba a seguir esta forma de vida :
Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor. El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer; está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
Os digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino para moveros a lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin división. Pero si alguno teme faltar a la conveniencia respecto de su novia, por estar en la flor de la edad, y conviene actuar en consecuencia, haga lo que quiera: no peca, cásense.
Mas el que ha tomado una firme decisión en su corazón, y sin presión alguna, y en pleno uso de su libertad está resuelto en su interior a respetar a su novia, hará bien. Por tanto, el que se casa con su novia, obra bien. Y el que no se casa, obra mejor. La mujer está ligada a su marido mientras él viva; mas una vez muerto el marido, queda libre para casarse con quien quiera, pero sólo en el Señor. Sin embargo, será feliz si permanece así según mi consejo; que también yo creo tener el Espíritu de Dios.
-I Corintios 7,32-40
El celibato laico se practicaba ya en la Iglesia primitiva. A los hombres célibes les llamaban "los continentes" y a las mujeres, "vírgenes". También se les conocía como ascéticos.
El celibato eclesial fue un desarrollo lógico de las enseñanzas de Cristo sobre la continencia (Mateo 19,10-12). Es uno de los consejos evangélicos.
Los comienzos de la vida religiosa se encuentran en la práctica del celibato voluntario por el Reino. El celibato era una de las características de los primeros ermitaños y un requisito en las primeras fundaciones monásticas bajo San Pachomius (c. 290-346).
El Magisterio solemne de la Iglesia reafirma ininterrumpidamente las disposiciones sobre el celibato eclesiástico.
El Sínodo de Elvira (300-303?), en el canon 27, prescribe: «El obispo o cualquier otro clérigo tenga consigo solamente o una hermana o una hija virgen consagrada a Dios; pero en modo alguno plugo (al Concilio) que tengan a una extraña» (Enrique Denzinger, El Magisterio de la Iglesia, ed. Herder, Barcelona 1955, n. 52 b, p. 22); y en el canon 33: «Plugo prohibir totalmente a los obispos, presbíteros y diáconos o a todos los clérigos puestos en ministerio, que se abstengan de sus cónyuges y no engendren hijos y quienquiera lo hiciere, sea apartado del honor de la clerecía» (ib., 52 c).
También el Papa Siricio (384-399), en la carta al obispo Himerio de Tarragona, fechada el 10 de febrero de 385, afirma: «El Señor Jesús (...) quiso que la forma de la castidad de su Iglesia, de la que él es esposo, irradiara con esplendor (...). Todos los sacerdotes estamos obligados por la indisoluble ley de estas sanciones, es decir, que desde el día de nuestra ordenación consagramos nuestros corazones y cuerpos a la sobriedad y castidad, para agradar en todo a nuestro Dios en los sacrificios que diariamente le ofrecemos» (ib., n. 89, p. 34).
San Ambrosio (siglo IV) escribe sobre el celibato: "Dios amó tanto a esta virtud que no quiso venir al mundo sino acompañado por ella, naciendo de Madre virgen" (San Ambrosio, Tratado sobre las vírgenes)
El Papa Calixto II, en el Concilio de Letrán, en 1123, promulgó el celibato como requisito para todo el clero del rito romano. (Los ritos maronitas y armenios, siendo católicos orientales, aceptan a hombres casados para la ordenación sacerdotal, pero no permiten que contraigan matrimonio los que ya han sido ordenados).
El Concilio Vaticano Segundo llama al celibato "ese don precioso de la gracia divina dado a algunos por el Padre, para que se dediquen más fácilmente sólo a Dios con un corazón indivisible en virginidad o celibato. Este medio perfecto para el amor del reino del cielo ha sido tenido siempre en gran estima por la Iglesia como un signo y un estímulo del amor, y como una fuente singular de fertilidad espiritual en el mundo". (Constitución de la Iglesia, 42). También dijo que el celibato es el primero de los consejos evangélicos a ser puestos en práctica por los religiosos y dijo que "es un símbolo especial de los beneficios celestiales, y para los religiosos es un forma muy efectiva de dedicarse con todo el corazón al divino servicio y a los trabajos del apostolado" (Decreto sobre la Renovación de la Vida Religiosa,12).
Célibes y casados se complementan
El Padre Cantalamessa, predicador del papa aboga por una sana integración de los carismas celibato y matrimonio, de manera que los casados y los célibes no vivan rígidamente separados los unos de los otros, sino de forma que se ayuden y exhorten mutuamente a crecer. Dice: «No es cierto que la cercanía del otro sexo y de las familias, para quien no está casado, sea siempre y necesariamente una insidia y una oscura amenaza. Puede serlo si no se ha producido aún una aceptación libre, alegre y definitiva de la propia vocación, pero esto también se aplica a quien esté casado». «Lo más bello que podemos hacer ...es renovar nuestro “Heme aquí” y nuestro “Sí”. No con una “resignada aceptación”, sino con el “deseo” y la “impaciencia” de María en la Anunciación».
"Cuando la sexualidad humana no se considera un gran valor dado por el Creador, pierde significado la renuncia por el reino de los Cielos" (Juan Pablo II, Familiaris consortio)
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EFG
Estoy de acuerdo contigo. Lo que pasa es que, el no tratarse de un asunto, digamos, dogmático, produce los resultados que produce.
"es IMPOSIBLE QUE EL CELIBATO SEA OPCIONAL EN EL RITO LATINO, porque la IGLESIA CATÓLICA DEJARIA DE SER CATÓLICA"
Sí, eso fué lo que dijo Eleuterio. Y todo el mundo, menos él, admite que no es un tema doctrinal y que podría cambiar en el futuro y seguiría siendo católica.
O sea, que siguiendo su interpretación, el que no es católico es él. Porque afirma que es doctrinal algo que no lo es.
La Iglesia católica tiene una tradición bimilenaria respecto del celibato sacerdotal: ordena tanto hombres casados y como hombres célibes. Si vives en España, podrás visitar, a un sacerdote católico rumano casado, cuyo nombre ahora no recuerdo.
La exigencia del celibato sacerdotal no es un dogma de fe para la Iglesia universal. Es una norma disciplinaria, que supone un especial carisma de parte de los llamados. Disciplina que puedes encontrar en el Código de Derecho Canónico (1983). Pero ese código rige una parte de la Iglesia: la latina.
Hay un Código de Canones de las Iglesias Orientales, tan católicas como la latina. Me tomo la libertad de transcribirte tres cánones, que he traducido del italiano:
Can. 373: El celibato de los clérigos, elegido por el Reino de los cielos y muy conveniente para el sacerdocio, debe ser tenido en todas partes en grandísima estima, según la tradición de la Iglesia universal; así también debe ser tenido en honor el estado de los clérigos unidos en matrimonio, sancionado a través de los siglos por la práctica de la Iglesia primitiva y de las Iglesias orientales.
Can. 374: Los clérigos célibes y casados deben resplandecer por el decoro de la castidad; compete al derecho particular establecer los medios oportunos a utilizar para alcanzar este fin.
Can. 375: Los clérigos casados ofrezcan un luminoso ejemplo a los demás fieles cristianos en la conducción de la vida familiar y en la educación de los hijos.
¿Has pensado que un Papa podría cambiar la disciplina de latina y reemplazarla por la oriental? Jurídicamente sería tan simple como derogar unos cánones de del CIC y reemplazarlos por los del CCEO…
Por cierto, la disciplina oriental no tiene nada que ver con el repertorio de estupideces tonti progres sobre el celibato optativo…
Cordiales saludos.
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EFG
Es bien cierto, que el Papa podría hacer lo que dices que podría hacer. Pero también me alegro que lo que los progres piensan acerca del celibato opcional no tenga mucho que ver con la disciplina oriental. Al menos, si algún día cambia la disciplina latina tendremos algo bueno a lo que acogernos y a lo que piensan ciertas personas sobre el celibato.
Es tan clara la cosa de los fundamentos cristológicos, espirituales, bíblicos, etcétera, del celibato de los presbíteros y religiosos consagrados, que es precisamente por ello por lo que fallan las reivindicaciones de los colectivos de católicos progresistas, algunos de cuyos voceros -se lo escuché ayer mismo a Juan José Tamayo en CNN+, claro, dónde si no- se atreven a sentenciar, no sé si en el colmo de la insensatez, la desfachatez o qué, que el celibato que mantiene la Iglesia católica romana carece de cualquier base escriturísticao teológica, y que es hasta dañino.
Con todo, cierto, a mi modesto modo de entender, que el celibato no esconsubstancial al ministerio ordenado, por mucho que sí puede que sea la forma más adecuada de conformar el corazón del candidato célibe con la propia vida célibe, obediente y pobre de Cristo Jesús. No obstante, espléndidos ministros ordenados los hay en otras confesiones cristianas, en las comunidades católicas de ritos orientales unidas a Roma, en la Ortodoxia no unida a Roma (en la que incluso popes casados fueron mártires recientemente, como el ruso P. Alexander Men, cuya deliciosa obra "Jesús, el maestro de Nazaret" fue traducida y publicada hace años en español por los focolares de Ciudad Nueva).
De modo que no es tan extraña ya hoy día la existencia de sacerdotes casados en el seno de la Iglesia católica. Sucede, empero, que muchos defensores del celibato opcional para los ministros ordenados de la Iglesia católica también lo son del feminismo de género, del aborto según y cómo, del matrimonio de las personas homosexuales, y resto de reivindicaciones típicamente progres, sin advertir que, en efecto, los sacerdotes católicos de rito oriental y los ortodoxos son casados en su mayoría, vale, pero sin que esa circunstancia les lleve, primero, a despreciar la castidad celibataria (muy apreciada en toda la Iglesia de Oriente, sea católica u ortodoxa, pues es una Iglesia muy monástica), segundo, a aceptar todas esas movidas típicas de la progresía, que tengo entendido siguen resultando como muy extrañas y chocantes a la mentalidad cristiana oriental.
Por tanto, el que puedan darse pasos en una cierta aceptación, como de hecho se están ya dando, en la Iglesia católica de hombres casados para el diaconado permanente o incluso el orden sacerdotal, yo al menos no lo veo mal, a condición de que ello no sea coartada para tratar de meter goles por la escuadra a la Iglesia: "Católicas por el derecho a decidir", reconocimiento de la legitimidad de los matrimonios entre personas homosexuales... Vamos, el ideario típico de la progresía secularizante, poco amiga de la oración y de los sacramentos y de la vida espiritual en comunión con la fe y la doctrina de la Iglesia.
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EFG
Yo también estoy de acuerdo en eso de que una cosa no puede llevar a la otra, como más de uno está pensando que podría suceder.
Por eso, para que una cosa no lleve a la otra yo estoy a favor del celibato sacerdotal.
La lectura de los cánones del CCEO es muy recomendable. Compendian la enseñanza de la Iglesia sobre el valor del celibato y del matrimonio, mencionan la secular y venerable tradición de la Iglesia primitiva y de las Iglesias orientales.
No me subo al tren de los tonti-progres que proclaman el engañoso lema "celibato optativo" como una suerte de amnistía general para curas secularizados y amancebados.
Pero no rechazo la posibilidad de que en el futuro, la Iglesia latina tenga tanto curas casados y como curas célibes.
Cordiales saludos.
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EFG
Muchas gracias por la información facilitado y esperemos a que, en un futuro, lo que pase o suceda sean para bien de la Iglesia católica.
En la Iglesia Católica sí que existen los sacertotes casados y no sólo de los que vinieron del anglicanismo u otras.
Pero no en el rito latino, mayoritario en España, Italia etc.., que adoptó la disciplina de ordenar sólo a célibes; mientras que en los demás ritos de la Iglesia Católica se ordena a hombres casados. Excepto para Obispos que ordenan a monjes de los monasterios, o seá. Hombres que eligieron previamente vivir el celibato.No niños o jóveves que querían ser sacerdotes, en su inmadura juventud-... lo del celibato va en el paquete y no puedes elegir. Salvo lo de ordenarte o no ordenarte...pero no eres tan libre como se puede suponer...ese es otro tema
Actualmente en España hay sacerdotes católicos, bajo la autoridad del Obispo con sus esposas e hijos pero son de rito greco-católico. Rumano-católico etc...
Hay otros muchos ritos en la Iglesia católica: melquita-Católico, copto-católico etc... y son tan católicos como nosotros; Con sus sacerdotes casados.
Es pues una decisión disciplinar que la Iglesia católica ha adoptado sólo para una parte de ella la de rito latino, mayoritario en el mundo de momento...
En mi caso y en el de tantos. siendo niños nos enamoramos de la figura y labor del sacerdote ( lo del celibato es un precio que va en el paquete y que no elijes con tanta libertad como desde fuera se supone). Después de equis años en el Seminario Recibes la ordenación, pero no habías elegido previamente ser célibe, como se hace creer a la gente. Eso es teoría. Lo cierto es que no hay opción y si hubieras podido elegir no habrías elegido celibato. Para eso deberían ordenar monjes.
Después con la dura realidad y la soledad se impone el tremendo error que la mayoría de los caserdotes arrastramos llevando con la mayor de las dignidades posibles y sirviendo al Pueblo de Dios lo mejor que podemos, puesto que tenemos fe. Pero otros han caido o sufrido mucho por este tema. Y es normal el número de bajas o escándalos que se producen.
Añadiré algo más. Lo de la pederastia no tiene nada que ver con el celibato: Es un problema de homosexualidad, sin duda.
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EFG
Infinitas gracias por haber intervenido con su comentario en el tema del celibato sacerdotal.
Sin duda que yo ignoro muchas cosas sobre el celibato sacerdotal. De todas formas, también es cierto que yo me refiero a la Iglesia católica de rito latino y no a las demás que, como Ud. dice, aceptan que el celibato no sea como lo es en la nuestra (digo nuestra por vivir en el rito latino) Tampoco quiero decir, por eso, que las demás Iglesias católicas sean menos católicas que la que sigue el rito latino. Lo que quiero defender es la idea de que el celibato no es opcional en la que sigue el rito latino. En eso no creo que haya ningún problema.
También ha de ser cierto que, se diga lo se diga, el celibato ha de ser algo difícil de seguir porque, a no ser que la fe ayude mucho, es de comprender que la tendencia natural del ser humano es a relacionarse con personas de sexo contrario. Está en nuestra naturaleza porque, además, es garantía de permanencia de nuestra especie que es, aunque lo sea privilegiada por creación de Dios, una más de las que vive en el planeta Tierra. Negar eso no tiene sentido alguno y sería, además, falso. Por eso es más de admirar que se siga el celibato quien así quiere seguir la vida de sacerdote según el rito latino.
También estoy de acuerdo con Ud. cuando dice que el celibato no ha de provocar, en la persona que lo cumple, querer incurrir en el delito de pederastia. Eso es del todo absurdo porque de ser así, los casos se multiplicarían ad infinitum.
Gracias, pues, de nuevo, por su intervención.
EL HOMBRE ES SAGRADO.La luz que alumbra a todo hombre.
El "celibato sacerdotal"...cronica de una muerte anunciada.
Es verdad que en España estamos comenzando a conocer la riqueza inmensa de las Iglesias Orientales sólo últimamente gracias a la inmigración. Yo particularmente estoy deseando ver a Benedicto XVI celebrar la Liturgia de san Juan Crisóstomo en San Pedro (como Papa puede, creo).
También estoy de acuerdo, aunque con matices, en lo de las edades inmaduras en las que uno se puede plantear el sacerdocio. Ahora bien, el celibato noes algo que le venga añadido, es una gran riqueza de ese estado.
La "abolición" de la obligatoriedad del celibato no se debe ver aisladamente sino en el contexto global de la realidad de la Iglesia. Las Iglesias orientales, con ser tan Iglesias como Roma (o más, dirán algunos y por la fidelidad incólumne a la Tradición no seré yo quien lo niegue) no sólo no tienen celibato "obligatorio" sino que además tienen un funcionamiento de la jerarqúía un poco diferente, por supuesto con mayor relevancia de los diáconos y del monacato. Y es este funcionamiento global diferentelo que explica que no se haya desarrollado el celibato allí.
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EFG
Supongo yo que cada Iglesia, al tener sus propias normas de funcionamiento, está de acuerdo con su propia Tradición. Por eso yo admiro la nuestra, la de rito latino... porque es la nuestra. Si algún día las cosas cambian, pues yo creo que será para bien de la Iglesia católica de rito latino.
Veamos hasta la época de San Gregorio VII, los sacerdotes tenían mujer e hijos, pero resulta que no se podía distinguir entre la propiedad de la Iglesia y los bienes de los sacerdotes, luego entonces para evitar que los bienes de la Iglesia pasaran a manos de los hijos de los sacerdotes, se IMPUSO el Celibato para todo aquel que quisiera recibir las sagradas ordenes, sin embargo esto no se generalizó y todavía en el siglo XIV y XV en varias partes de Europa había sacerdotes casados con mujer e hijos (Y no de las Iglesias orientales)
Eleuterio no responde al argumento parece que se reduce a la tontería de que "si los "progres" lo quieren es que esta mal"
Aclaro que mi afirmación en mi post anterior, no ignora el hecho de que hubieran sacerdotes celibes principalmente los procedentes de las ordenes religiosas
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EFG
Dios le oiga y que, para bien de la Iglesia que fundó Su Hijo, se tomen las decisiones más adecuadas.
Estoy contigo en que no se puede hacer una defensa de raíz del celibato sacerdotal. Para empezarahí tenemos las Epístolas llamadas pastorales.
Ahora bien, ya que el celibato no se puede defender por donde no lo defiende la Iglesia, sí me parece una impiedad no defenderlo por dondelo defiende la Iglesia, es decir, por sus FRUTOS.
¿Podría, debería cambiar el funcinamiento de clero en Occidente y "orientalizarse"? Probablemente sí, no lo sé.
Es cierto que el celibato, en última instancia, no exige sólo la abstención de relaciones sexuales y la prohibición del matrimonio, es que, en la pr´ctica, relega al sacerdote a una condición prácticamente de hermitaño. En este sentido, el carisma que la Iglesia exige a los sacerdotes es un plus añadido al sacerdocio, es una vocación al monaquismo en el sentido más etimológico de la palabra. Al final es muy duro pasarse la vida absolutamente solo como bien sabenmuchos buenos curas rurales.
Personalmente pienso que la solución pasaría por formar congregciones sacerdotales a imagen de las comunidades de canónigos d la Edad Media o de Oratorianos, o de los Institutos Christus Rex o San Pedro. Y el presbiterio siempre bien cerca de su Obispo.
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