Eppur si muove - Sobre liturgia: de cara o de espaldas al Sagrario
Hay temas que resultan, por su especialidad, muy importantes para los católicos. Al menos para las personas que nos preocupamos por el devenir de nuestra fe y, en concreto, con la liturgia de nuestra fe.
Entre ellos el de la celebración litúrgica en sí misma considerada es, seguramente, el que más destaca por lo que supone de enfrentamiento entre sectores en el seno de la Iglesia católica.
Podemos plantear el asunto de la siguiente manera: ¿La Santa Misa ha de ser celebrada de cara o de espaldas al Sagrario?
Lo que, en resumidas cuentas, se quiere decir es si es más conveniente la celebración según el rito extraordinario o según el denominado “Novus ordo” surgido a partir del Concilio Vaticano II.
No vale establecer distinciones, digamos, simplistas como, por ejemplo, que quienes prefieren el rito extraordinario son carcas y los que quieren seguir el nuevo rito (ahora llamado ordinario) son modernos o, simplemente, progres. La cuestión es más difícil de plantear y, sobre todo, de entender.
Sobre el primero de ellos, y a raíz de la publicación (el 7 de julio de 2007) del Motu Proprio Summorum Pontificum por parte de Benedicto XVI y para que nadie se llevara a engaño, tuvo que decir el Santo Padre que “es un miedo infundado, pues este motu proprio es sencillamente un acto de tolerancia, con un objetivo pastoral, para personas que han sido formadas en esta liturgia, que la aman, la conocen, y quieren vivir con esta liturgia“.
Lo que ha querido decir el Papa es que la Misa llamada extraordinaria no tiene que suponer ningún problema para los creyentes y que no se trata de que una celebración sustituya a la otra sino, en todo caso, de que las personas que gocen con ella puedan hacerlo sin sentirse raras o extrañas en el seno de la Iglesia católica.
Sin embargo, al parecer, se han levantado muchas, demasiadas, suspicacias con el hecho de que Benedicto XVI haya querido dar la importancia que se merece al rito extraordinario: que si se trata de una involución para la Iglesia católica, que si es un retroceso, que si se trata de contentar a los seguidores de Marcel Lefebvre y planteamientos por el estilo.
No creemos, tampoco, que tal forma de defender la liturgia, digamos, nueva, sea la mejor forma de actuar en beneficio de la Iglesia católica. Muy al contrario, bien podemos decir que, como es (y siempre debería serlo) tradición en la Iglesia católica, resulta conveniente que la comprensión hacia el hermano se abra paso entre la maraña de situaciones que, a lo mejor, aconsejaban su definitivo adiós. Y eso es así porque tal es la voluntad de Dios expresada, a la perfección, por Jesucristo (“Para que sean uno” recoge San Juan en 17: 21)
Además, nunca fue derogada, por decirlo así, la forma de celebración de la Eucaristía anterior al Concilio Vaticano II. Que se impusiera la, ahora, ordinaria (dando la espalda al Sagrario y, entonces, a las especies pan y vino, cuerpo y sangre de Cristo tras la transubstanciación) ha sido cuestión, seguramente, de adaptación a una realidad, muchas veces, triste.
No se entienden, por lo dicho hasta aquí, las críticas que se vierten sobre el rito extraordinario cuando es tan válido como el Novus ordo y cuando, en todo caso, se limitará, la eficacia del mismo, a aquellos lugares donde expresamente se pida la tal celebración y con los límites de la petición.
Entonces, quienes prefieran seguir celebrando la Santa Misa según lo convenido a partir del último Concilio no van a tener problema alguno para hacerlo así y quienes hagan lo mismo con el rito anterior al mismo Concilio tampoco deberían tenerlos.
Y digo “deberían” porque, como era de esperar, están teniendo bastantes problemas para que tal posibilidad se lleve a cabo.
Es comprensible que, por ejemplo, el tema de que la lengua utilizada para el segundo sea al latín puede perjudicar la comprensión del mismo. Sin embargo, es cuestión, sólo, de tener la suficiente formación como para poder seguir una Santa Misa según la lengua oficial de la Iglesia católica.
Otra cosa es que, por comodidad, por falta de tiempo o, simplemente porque no nos da la gana, el rito extraordinario quede como algo que en el pasado se quedó cuando es manifestación de una forma centenaria de celebrar el sacrificio de Cristo y su entrega por nuestra salvación.
Por eso que la celebración litúrgica por excelencia del católico se haga, quien la celebra en calidad de presbítero, de cara al Sagrario o de espaldas al mismo debería ser, más bien, una cuestión de fe y de profundo sentido litúrgico.
Aunque, claro, según están los tiempos, a lo mejor es pedir demasiado.
23 comentarios
Por supuesto también hay muchos sacerdotes actualmente con fe y devoción, pero, a veces, parecen que reman contra la corriente.
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EFG
No seré yo el que diga que los sacerdotes que celebran la misa según el nuevo rito (por decirlo así) no cumplan con sus obligaciones espirituales porque me consta que sí lo hacen. Pero que muchos reman, por desgracia, a favor de la corriente del mundo sí.
Me gustaría añadir algunas consideraciones al artículo que tan amablemente nos expone.
En cuanto al título de artículo parece que nos encontramos ante la disyuntiva de celebrar de cara o de espaldas al Sagrario, asunto que otros preferimos considerar como celebrar de espaldas o de cara al pueblo.
Sobre la importancia del Sagrario en la liturgia decir tan sólo que éste tiene su relevancia dependiendo de si el Cuerpo de Cristo está presente o no. No es lo mismo un Sagrario en la que está presente la Sagrada Forma que un sagrario vacío. En el primer caso hemos de realizar una correctísima genuflexión ( tal y como nos han enseñado) y en el segundo caso basta una leve inclinación de la cabeza.
Dicho esto, en la actual liturgia ORDINARIA , se celebra la misa de cara al pueblo y ( esto es importante) de cara TAMBIÉN al Cuerpo de Cristo. En ningún momento se da la espalda a la Sagrada Forma sino que todos, sacerdote y fieles se sitúan en derredor de la Hostia consagrada.
En el rito antiguo llamado también rito extraordinario o rito tridentino nos encontramos con un sacerdote que oficia ante un Sagrario, que realiza la consagración de cara al Altísimo y el pueblo arrodillado asiste siguiendo el ritual más que participando.
La cuestión de los ritos es algo ya muy debatido. Parece que los unos se oponen a los otros como si alguno de los dos ritos fuera mejor o peor. Enfrascados en esta polémica nos olvidamos que en la Iglesia Católica existen multitud de ritos, unos más usados que otros y algunos ( ojo al dato) mucho más antiguos que el rito tridentino. Al respecto también se ha polemizado no solo en cuanto a ambos dos ritos sino incluso en la lengua en que se oficia. El latín se emplea en el rito extraordinario ( el Tridentino) y también puede oficiarse en el novo ordo. Y aquí tenemos ya otra polémica montada porque son muchos los que consideran el latín como una especie de lengua sagrada lo cual no deja de ser una observación errónea y totalmente desacertada.
No en vano en buena parte del catolicismo NUNCA se ha empleado el latín como lengua litúrgica y parece que nos empeñamos en confundir lo que es una lengua oficial ( como es el latín) con una lengua sagrada ( el árabe , para los musulmanes).
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EFG
Lo digo porque, en realidad, o se celebra de cara o de espaldas al Sagrario. No creo que se posible hacerlo de las dos formas a la vez.
Es de suponer, por otra parte, que el Cuerpo de Cristo está en el Sagrario porque, de otra forma, nada de lo dicho aquí se entiende.
ENtiendo su fe es meramente ritualista, mi fe, que es la fe católica, no es meramente ritualista, así que estas discusiones bizantinas e irrelevantes sobre si de espaldas o cara al pueblo) pues francamente, pasan a tercer plano, con temas mas prioritarios para la Iglesia
"Sin embargo, es cuestión, sólo, de tener la suficiente formación como para poder seguir una Santa Misa según la lengua oficial de la Iglesia católica."
Sabe que es la respuesta más sencilla, a eso?, ¿Y COMO PARA QUE? SEGURAMENTE SE PRESTA ATENCION EN LA MISA, LEYENDO UN FOLLETITO, hay personas que no entienden que es la Misa, y por eso creen que hay que oirla en latín, ad orientem y con cantos gregorianos
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EFG
Me limito a decir las posibilidades que hay de celebración de la Santa Misa. No creo, sin embargo, que no se poco importante hacerlo según una forma u otra.
El Novus Ordo puede celebrarse de cara al Sagrario, y creo - mi opinión, sé que no compartida por muchos - que si la celebración del Novus Ordo se hiciera siempre "coram Deo" se garantizaría una auténtica reforma de la reforma.
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EFG
Tengo que reconocer, para mi desgracia, que desconocía que el Novus Ordo puede celebrarse de cara al Sagrario.
Creo que si el novus ordo se hubiese celebrado desde el principio con el sacerdote vuelto visiblemente hacia Dios, con la presencia eucarística de Cristo enfrente y no a la espalda, aunque todo ello se hubiera hecho en lengua vernácula, no habríamos ahorrado casi todos los problemas litúrgicos que estamos sufriendo ahora.
Pero, como digo, me parece que fue y es una cuestión de fe. Muchos sacerdotes perdieron la fe católica en la eucaristía, en el sentido sacrificial de la misa, en la naturaleza sagrada y sobrenatural de la liturgia, etc.
Y eso es lo que hay que recuperar en primer lugar.
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EFG
Pues me parece que tiene Ud. bastante razón.
Y eso es lo que hay que recuperar en primer lugar.
05/02/10 10:27 AM
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-Por ahí ando yo.
-Ciertamente es -cara a cara de los celebrandos viendo y observando- cómo el sacerdote principal valedor de este rito, puede contagiar su fe a los fieles.
-O no contagiar sino aburrir.
Y si cara a cara ha estado y está el sagrario frente a los fieles. ¿Porqué no ha de estar cara a cara el sacerdote frente a los mismos?
-No me imagino yo a Jesús en su última cena de espaldas a sus dicípulos.
Y si como Él dijo: -"Cuantas veces hiciéreis esto -en modo y forma, de palabra y obra se entiende- hacedlo en memoria mía"...
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EFG
Gracias por su información. De ser así se daría solución a la particular forma de entender la Santa Misa aunque, a lo mejor, tampoco es del gusto de aquellos que prefieren el rito extraordinario.
Por otra parte, no sé si se refiere Ud. al libro citado abajo porque, al parecer, también se refiere Benedicto XVI a algo similar.
"EL ALTAR CATÓLICO"
¡VUELTOS HACIA EL SEÑOR!
por MONSEÑOR KLAUS GAMBER
Fundador del Instituto Litúrgico de Ratisbona
Año 1996
A la edición francesa
Después de habernos entregado una edición francesa de "Die Reform der Rómischen Liturgie", los monjes de Barroux publican ahora en francés una segunda obra del gran liturgista alemán Maus Gamber, "Zum Herrn hin", sobre la orientación de la Iglesia y del Altar. Los argumentos históricos aportados por el autor, se fundamentan en un profundo estudio de las fuentes, que él mismo efectuó; concuerdan con los resultados de grandes sabios, como F. J. Dólger, J. Braun, J. A. Jungmann, Erik Peterson, Cyrille Vogel, el Rev. Padre Bouyer, por citar tan sólo algunos nombres eminentes.
Pero lo que da importancia a este libro es sobre todo el substrato teológico, puesto al día por estos sabios investigadores. La orientación de la oración común a sacerdotes y fieles (cuya forma simbólica era generalmente en dirección al este, es decir, al sol que se eleva), era concebida como una mirada hacia el Señor, hacia el verdadero sol. Hay en la liturgia una anticipación de su regreso; sacerdotes y fieles van a su encuentro. Esta orientación de la oración expresa el carácter teocéntrico de la liturgia; obedece a la monición: "Volvámonos hacia el Señor".
Esta llamada se dirige a todos nosotros, y muestra, por encima de su aspecto litúrgico, cómo hace falta que toda la Iglesia viva y actúe para corresponder al mensaje del Señor.
Roma 18 de noviembre de 1992
Joseph Cardenal Ratzinger "
Si no es así, perdone mi equivocación.
Otra cosa es imponerlo a todas las misas que es lo que quieren algunos. Pero pienso yo que en localidades con una población importante se podría hacer este tipo de esfuerzos. No me creo que en Madrid ( por ejemplo) no se pueda celebrar siquiera una misa semanal en alguna parroquia siguiendo el rito tridentino. Lo mismo podría decirse de muchas otras poblaciones.
Lo que sí sería importante es dejar de emplear la misa tridentina como bandera de combate contraponiendola al rito ordinario de la misa que se celebra en occidente. Eso sí que es una ofensa a la liturgia y al sacrificio de la consagración.
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EFG
Yo también creo que lo importante es respetar la voluntad de la feligresía y allí donde se quiera celebrar la Santa Misa según el rito extraordinario que no se pongan pegas.
http://www.30giorni.it/sp/articolo_stampa.asp?id=3563
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EFG
Muchas gracias por la dirección.
¿Y cuándo va a hablarse de los inconvenientes y defectos de las lenguas vivas? Como, por ejemplo, su inestabilidad en el tiempo y en el espacio (porque ahora mismo el español de Méjico no es el de aquí). Lo que las hace particularmente inadecuadas para servir de expresión a una Doctrina substancialmente inmutable.
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EFG
Pues independientemente del problema que pueda suponer, por su falta de conocimiento, el latín, creo que Ud. tiene bastante razón.
Como podría haber personas interesadas, les pongo una dirección de la página www.catholic.net de un curso de latín que empieza (empezamos) el próximo día 15 del presente mes de febrero. La dirección es la siguiente:
http://es.catholic.net/educadorescatolicos/cursolatin/
Espero que a alguien le pueda interesar. Es una buena oportunidad para conocer la lengua de la Iglesia católica.
1.-el Altar
2.-el celebrante sentado detrás del alta
3.-el Sagrario detrás del celebrante
Estéticamente resulta que la congregación de la Iglesia, presidida siempre por el Tabernáculo y Dios en él presente, ha sido sustituída por una asamblea presidida por un hombre.
Pues si usted cree que la MIsa es: "el latín, el misal de San Pío V, los ornamentos liturgicos, la vestimenta liturgica, la música gregoriana, el altar ad orientem"
ENtonces no sabe que es la Misa, esta es algo más simple y lo dicen los Evangelios:
"Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo Único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él"
DEcir que los católicos que se "preocupan por el devenir de su fe" (por no decir "los verdaderos católicos") les parece prioritario esto, es como reducir el catolicismo al lefebvrismo, y a los de la FSSP, el IBP y demás, cosas, que no son ni el 1% de los fieles católicos
Afortunadamente, la "restauración" no se va a dar, porque la Iglesia la guía DIos, no los gustos personales de sus dirigentes.
No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban.Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben,Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón.
Todas esas cosas que menciona usted, son elementos superficiales de la misa, y que tienen una funcionalidad desde un contexto histórico, cuando ese contexto histórico ya no existe, pierde la razón de ser el latín, los cantos gregorianos, y demás cosas.
PORQUE NO SON LO ESENCIAL DE LA MISA, si para usted lo es, es que no sabe el significado de la Misa.
Y el problema de la Nueva Misa es más amplio: Un texto para el Ofertorio vacío de doctrina y eso no fue abuso sino que es oficial. Digo lo mismo de la fórmula de la Consagración mal traducida durante 40 años. Y aún sigue. Y graves abusos y rebeldías como la Comunión en la mano que la Autoridad - autodestruyéndose - tuvo la luminosa idea de pretender eliminarlos oficializándolos.
Y que no sólo se prohibió de hecho la Misa Tradicional sino que se desprotegió la Nueva frente a todos los caprichos y genialidades.
Por eso estamos como estamos. No es sólo, ni mucho menos, cuestión de abusos.
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