Noticias de las que vale la pena dar cuenta: una Misa de altura
Este artículo va a ser corto porque sólo pretende dejar constancia de que, a veces, en el mundo de la economía, la fe no se acalla por el ánimo de querer ser mejor o llegar más lejos.
Por eso, como no suelo tener ocasión de escribir algo que no sea para denunciar lo malo que, contra la Iglesia católica, se hace, dice o escribe, no podía dejar pasar una noticia que, cuando la leí, la tomé como buena y benéfica.
Publicaba SECTOR CATÓLICO que el Grupo Villar Mir, en su edificio Torre Espacio, ha ubicado una capilla católica.
Sí, han leído bien: una capilla y, además, católica.
Suele, o puede, decirse que la fe y la economía tienen que ir cada una por su lado como si no tuvieran nada que ver. Muy al contrario, las llamadas encíclicas “sociales” (Rerum novarum, Sollicitudo rei socialis o la Centesimus annus) marcan el camino por el cual la Doctrina Social de la Iglesia determina una armoniosa relación entre la economía y la doctrina que la Iglesia católica defiende y promueve.
Por tal razón, resulta importante no olvidar que, cuando se toma una iniciativa como la que ha llevado a la práctica el Grupo Villar Mir de situar, precisamente en la planta 33 (recordemos que, aunque pueda no ser adecuada a la realidad tal edad, es la llamada “edad de Cristo“) un espacio especialmente dedicado a la oración, no puede dejarse de lado como si fuera una noticia de poca importancia.
Incluso, al parecer, algunas personas quieren hacer grupos para rezar el rosario lo cual, dados los tiempos que corren, no está nada mal y hasta resulta heroico sólo el plantearlo.
Por eso digo que se trata de una Misa de altura y, también, de una gran altura de miras manifestada por parte de quien haya tomado tan buena y benéfica decisión.
Al menos, creo, ha valido la pena escribir sobre algo que resulta admirable porque no todo va a ser mala cosa cuando hablamos de la relación de ciertas personas con la Iglesia católica.
Al fin y al cabo esto es, precisamente, defender la fe.
13 comentarios
Pues a mí no me importaría lo más mínimo.
De lo que estoy seguro es que a nadie se le obliga a unirse a ningún grupo, digamos, del rosario.
Espero que el ejemplo del Grupo Villar Mir se extienda a muchas otras empresas .Nunca se sabe donde puede llamarnos el Señor.
A mí también me pareció una noticia para darle, digamos, difusión porque es algo tan raro..
Pues muy bien que me parece a mí. Y si es Ud. católica, espero que visite, en más de una ocasión, la capilla a que la que nos referimos. No todo el mundo puede tener una capilla para orar tan cerca del trabajo.
Me parece la mar de bien que, ante las asechanzas del Mal Ud. ponga la buena cara de quien cree. De todas formas, Dios es su Padre, ¿A quién puede temer?
Pues eso, a nadie.
Desde mi más sincero respeto hacia cualquier opinión, espero poder haber aportado alguna reflexión.
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