¿Qué le importa a Juan José Tamayo el ecumenismo?: nada de nada

Gracias a un artículo del colega de Infocatólica Juanjo Romero he podido saber de las andanzas ecuménicas de Juan José Tamayo, miembro preferente de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII.

Ha sido, ahora, la Voz de Galicia la que ha prestado sus páginas al desvarío de Tamayo y en las que ha dejado meridianamente claro que el ecumenismo, para él, es algo extraño. No vaya a ser que Iglesia católica sea una y eso vaya en contra de los burdos intereses teológicos del susodicho.

Van referidas sus contestaciones a la próxima “Vuelta a casa de los Anglicanos” (que es como titula Juanjo Romero su artículo)

Tres preguntas y tres respuestas son más que suficientes. Son tres “perlas”. Pero son negras.

A la pregunta “¿Qué le parece la medida?” responde:

“No me interesa mucho, porque es una cosa completamente superada. Es una patología de la Iglesia católica por esa actitud tan misógina de negarse a ordenar sacerdotes casados por el miedo que tienen a la mujer, a la que siguen considerando como una Eva tentadora, culpable de todos los pecados sexuales en los que caen los sacerdotes”.

Es una buena forma de coger el rábano por las hojas. Le preguntan sobre todo el tema y a él sólo le interesa lo de los sacerdotes casados y el de las mujeres. Debe ser una enfermiza fijación que no le deja vivir porque bien sabemos que tales temas están más que superados en el seno de la Iglesia católica y que, además, tales sacerdotes serán los últimos que estén casados y que vengan de la TAC. A partir de ahora, los nuevos sacerdotes seguirán lo establecido en la Iglesia católica al respecto.

A la pregunta ¿”No cree que la llegada de estas personas a la Iglesia católica puede provocar una cierta apertura?” responde:

“No. No creo que sirva para que se produzca apertura alguna en la actual Iglesia católica, pues tanto con Juan Pablo II como con Benedicto XVI se ha actuado y se actúa de manera fundamentalista, y esta absorción no servirá para cambiar los principios ultraconservadores que rigen en la actual cúpula eclesiástica”.

Fundamentalismo, ultraconservadurismo… Estos son términos que puestos por según qué personas dejan de tener importancia para ser meras coletillas que acaban poniendo, siempre, quienes no están de acuerdo con la doctrina de la Iglesia católica pero forman parte de ella.

¡Ah!, olvidaba eso de “cúpula eclesiástica”. Lo raro es que no haya dicho eso de “jerarquía eclesiástica”… con mala sombra. Será que está renovando su vocabulario ultramontano.

Y, por último, a la pregunta “Pero si se integran medio millón de anglicanos, ¿podría cambiar algo el panorama católico?” responde:

“No, porque los que llegarían serían los integristas anglicanos que no aceptan la ordenación de mujeres obispos ni de homosexuales. Es decir se integrarían lo más integrista de ese movimiento”

Ahora resulta que las personas que van a volver al seno de la Iglesia católica no son del gusto de Juan José Tamayo porque no están de acuerdo ni con la ordenación de mujeres ni de homosexuales.

Esto lo que quiere decir es que a Juan José Tamayo sí le gustan las ordenaciones de mujeres y de homosexuales.

Pues entonces, lo que pasa es que Juan José Tamayo debería hacer el camino contrario al que van a recorrer los integrantes de la Comunión Anglicana Tradicional (llamada, en inglés, TAC por llevar la contraria a nuestras siglas) porque piensa como, según él mismo dice, como las personas que allí quedarán y que seguirán en sus trece de cierto tipo de comportamientos poco cristianos.

Pero, por favor, si toma el camino de ida… que no vuelva. Seguro que en otra confesión que no sea la católica se encuentra mejor.