Somos un instante en el pensamiento de Dios
Un mensaje en Twitter de Luis Fernando Pérez Bustamante el pasado sábado, 17 de octubre, que recogía la muerte del periodista Andrés Montes, que se hizo más que famoso por las retransmisiones de fútbol y baloncesto en “La Sexta” y haber acuñado expresiones como “jugones”, para referirse a determinado tipo de jugadores o aquella de “la vida puede ser maravillosa”, me ha obligado a escribir el artículo de hoy.
Aunque hayan pasado unos días no está de más recordar algo que, a veces, olvidamos: en realidad, nuestra existencia es, como mucho, un soplo de nada en el pensamiento de Dios.
Estamos, por eso mismo, siempre a punto (cada instante cuenta porque no hay ninguno idéntico a sí mismo y pasado uno ya no volverá nunca jamás) de hacer la voluntad de Dios o tenerla como no puesta en nuestros corazones.
Nuestra fugacidad en la eternidad, que aún no hemos alcanzado, no nos debería permitir perder ni un momento de alabanza a Quien, en su misericordia, optó por crear, a su imagen y semejanza, a una criatura que tantas veces le ha negado y que, incluso, en muchas ocasiones, no ceja en mantener que no existe Quien le da la vida.
¿Acaso no nos damos cuenta de la situación en la que estamos?
A pesar de la creencia, que muchos sostienen, de ser autosuficientes frente a Dios, de hacer como si no tuvieran necesidad del Padre Eterno para, siquiera, expresar su negativa a creer porque no lo tienen por importante para sus vidas, la muerte de Andrés Montes nos acerca a la verdad de nuestra existencia.
Así, si nos preguntarnos hasta qué punto podemos prescindir del Amor de Dios deberíamos saber que es ninguno; si nos sentirnos, por eso mismo, perdidos en nuestro ordinario devenir deberíamos entender que somos nosotros mismos los que nos procuramos tal pérdida porque Dios nunca nos abandona aunque perseveremos en olvidarlo.
Al fin y al cabo, sólo la muerte ajena nos recuerda lo cerca que tenemos nuestra presencia ante el tribunal de Dios.
Por eso cuando, en el momento del adiós de una persona que queremos o, simplemente, que conocemos, solemos pronunciar aquella expresión de “no somos nada” estamos en la seguridad de que es así.
Y, sin embargo, somos tanto en el corazón de Dios…
6 comentarios
La pregunta es de interrogación o de afirmación.
"Somos un instante en el pensamiento de Dios"
Para mi que Dios no piensa; -SIMPLEMENTE ES; Y ES LUZ Y VIDA. Pues siendo Él infinito; Y morando en el infinito Espacio. Más allá de este nuestro Tiempo limitado o Universo.
Dicho sea: Siendo Dios sin princicipio, sin medio y sin fin limitado. Todo lo que Él es, y procede de Él o puede ser está en Él.
Piensa el que tiene proyectos que proyectar. Yo, que soy limitado pienso. Y pienso que este Mundo de oscuridad y de muerte pasará, y vendrá otro menos tétrico.
Por lo demás todo lo que yo soy de Dios, y que de Dios procede está en Dios desde un infinito principio origen menor.
Y sé que si paso esta mundanal oscuridad -como primero y último y mayor y menor- tanto más grande seré, tanto más pequeño seré.
Pues así es la Ley del infinito Espacio donde Dios mora: Que cuanto allí más grande uno es; más conoce su principio origen menor.
Visto y comprendido esto entenderás cómo en el Cielo o infinito Espacio así como el infinito es Dios LUZ y Vida así, en proyección celestial, el limitado VIVIENTE es Dios porque nunca muere.
En este nuestro Tiempo limitado o Universo: Lo que estando en nosotros, no somos poque de Dios no procede: como está escrito se quema.
No puedo estar de acuerdo con eso de que Dios no piensa.
Por otra parte, voy a volverle a preguntar una cosa: al principio de entrar a comentar mis artículos, nos dio la dirección de una página web en la que aparecía un libro que a Ud. le interesaba que conociésemos.
¿Podría, por favor, volver a recordarnos la página? Tengo particular interés en conocerla.
Si, por otra parte, no es de su interés el que se conozca, envíeme un correo a la dirección de correo electrónico que hay en mi foto (portada de mi blog) y a allí me lo dice, en la seguridad de que la confidencialidad será total por mi parte.
Pues debes de estar de acuerdo:
Dios no piensa. Dios actua de forma espontánea. Dios, que es Luz en modo y manera, es una infinita generación de Vida.
Entendiendo esto cómo el pensamiento humano es un condicionante del limitado Tiempo Universo que en el movimiento continuo de su evolución, provoca lo positivo o lo negatico de la duda de lo que puede ser la luz o la oscuridad mental temporal del ser o no ser.
En el hombre limitado el pensamiento es la duda del ser o no ser, pues la verdad absoluta en éste no existe.
La verdad absoluta es condción del absoluto ser, Dios. Y donde la verdad absoluta existe no hay razón de pensar lo que pueda ser o no ser.
En Dios todo es Luz que genera Vida. Y nada es de lo que no pueda ser. Dios es; simplemente es. En Dios no hay duda de lo que pueda o no pueda ser. Dios no piensa lo que puede ser o no ser; Simplemente es.
Y todo esto entendido que no solamente los humanos piensan. Ten por seguro que hasta las piedran piensan. Ya lo dijo Jesús: si me hiciérais callar a mi hasta las piedras gritarían.
Todo este Universo, cada parte a su modo y manera tiene su forma de pensar. Y de comunicarse.
Por lo que respecta a ese libro. Bien que tengo in mente. Creo recordar que fue otro comentarista que le ofreció un libro al respecto que no se de qué. Yo personalmente no veo a qué se pueda referir. De cualquier forma si hubiera sido así: ya se lo habría enviado.
Antes que nada, perdone que le haya confundido con eso del libro pues creía que había sido Ud.
Comprendo, por otra parte, que es muy profundo su análisis sobre el pensamiento en Dios y, seguramente, mi capacidad no da para tanto.
Intento, sin embargo, comprender lo que Ud. ha escrito porque, de hacerlo, seguro que obtendré gran provecho.
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