Píldoras de muerte
La inconsciencia, cuando se elaboran normas, tiene malas consecuencias contra las personas. Es más, algunas de las mismas parece que están hechas, precisamente, para ir en contra de la especie humana y de su futuro como tal.
Un ejemplo de esto es la denominada “píldora del día después” que es, se diga no que se diga, una aberración vergonzosa de la que, por eso mismo, se sienten orgullosos en el Ejecutivo laicista de Rodríguez Zapatero.
Pero tal “medicamento” es algo más que una pastillita que se toma para curar.
La píldora del día después no es demasiado recomendable si lo que se quiere es mantener una salud sexual mínimamente aceptable. No es, por tanto, una aspirina o un calmante sino algo químico destinado a la muerte ajena.
La píldora del día después no es algo a recomendar para ciertas edades porque, a tenor de lo dicho por Esther Fonseca, presidenta de la Asociación Española de Farmacéuticos Católicos: “’El mismo prospecto de Postinor 1.500 dice: ‘No está recomendado para su uso en niñas, ya que los datos disponibles en adolescentes menores de 16 años son muy limitados’”
La píldora del día después es, además, abortiva porque, según dicen quienes de esto saben, lo que provoca no es que no haya fecundación sino que, después de la fecundación, no haya anidación lo que, hablando en plata, supone que el ser humano que se había formado con aquella no llegará, nunca, a ver la luz del día.
No parece, por lo aquí apenas apuntado, que se pueda ser una persona mínimamente razonable y facilitar, tanto, la adquisición de la píldora del día después.
Tampoco, por otra parte, se puede decir que se estime mucho la vida de las adolescentes que puedan dirigirse a la oficina de farmacia más próxima para comprar una de tales píldoras cuando, en realidad, no se sabe, a ciencia cierta, qué es lo que le puede ocurrir (a parte de matar al ser humano que lleva dentro) Es decir, que sobre los efectos secundarios poco se conoce.
Pero, por si fuera poco esto, dicen que lo hacen para “evitar los embarazos nos deseados“.
Pues yo creo que para tales situaciones hay una profilaxis mejor: la educación sexual en la que juegue un papel importante la castidad y la fidelidad.
Ahora bien, ya sabemos que pedir tales cosas a según qué Ejecutivos es, ciertamente, como hacer eso mismo con el olmo sobre las peras.
Más o menos.
7 comentarios
Estoy totalmente de acuerdo con Ud.
Lo que no soy capaz de entender es que lo que es tan fácil de entender algunas personas no lo lleguen a captar.
Los abortos que va a provocar esta píldora no saldrán en las estadísticas. Eso es lo que pretenden los socialistas.
Efectivamente. Podemos decir que se trata de una muerte silenciosa o, mejor, silenciada. Y esto aún es peor.
Así las cosas, el acto de dar vida en la unión sexual del hombre y la mujer está tan blindado por técnicas anticonceptivas, contraceptivas y abortivas, que realmente la mujer que se queda hoy día en estado es porque quiere. O porque su sentido moral le impide abortar, o siquiera tomar anticonceptivos, del tipo que estos sean.
Sin embargo, con tantos medios y facilidades insisto en que anticonceptivos, contraceptivos y abortivos, si una mujer carece de sólidas convicciones cristianas, católicas para más señas, ¿qué puede impedir a esa mujer el uso de métodos anticonceptivos, contraceptivos, abortivos...? Sin duda, casi nada, muy poco. Y para ello el Gobierno laicista del PSOE (digo laicista, que no socialista, pues socialismo militante, solidario y proletario el Gobierno español actual no ha promovido ni promoverá) facilita al máximo las cosas a todas las mujeres que así lo deseen, esto es, que deseen tomar la RU 486, la llamada "píldora del día después".
Por lo demás, considero que no hace falta ser un adivino, un malpensado y mucho menos alguien calificado de "ultra" conservador por los dedmás, para advertir que con la nueva ley permisiva que posibilitará incluso a las chicas de dieciséis años ( así pues en la plena adolescencia de sus aún muy tiernas vidas)comprar en las farmacias esa píldora contraceptiva, lo que se va a promover es más posibilidades para la promiscuidad sexual y para la banalización de la sexualidad humana. Más clara, el agua.
Lo que queda por conocer con total certeza es si el PSOE gubernamental lo que pretende con la nueva ley permisiva es justamente eso, aumentar los niveles de permisividad promiscua. Empero, como ya he tenido ocasión de insinuar en esta breve reflexión, es que resulta como muy obvio que parece ser así.
Y henos aquí entonces ante un dilema: con lo difícil en verdad que es amar a una persona, esto es, descubrir que amas en profundidad a una persona, que sueñas con apoyar a esa persona amada, con sacrificar incluso en buena medida tu vida estando a su lado, y que este Gobierno, falsamente socialista, falsamente solidario y falsamente obrero, más bien esté contribuyendo a oscurecer aún más la comprensión (ya de por sí tremenda y tenebrosamente oscura en la sociedad actual) y la vivencia del amor humano entendido como donación a fondo perdido.
Habráse visto mayor y más radical crisis de valores en detrimento de la solidaridad y la lucha por la justicia y en beneficio del individualismo, el materialismo y el hedonismo.
LUIS ALBERTO HENRÍQUEZ LORENZO.
!Qué decirle¡
Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que Ud.ha escrito: las facilidades para matar, las verdaderas intenciones del PSOE, la difusión de antivalores como el individualismo exagerado, el materialismo o el hedonismo.
Gracias por tan atinado diagnóstico de la realidad.
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