Opus Dei: "'Camino': el camino de la Fe" - Ser tibios en la fe
Serie “El Camino de la Fe“
El Camino de la Fe -13
Ser tibios en la fe
“Di conmigo: ¡no quiero tibieza!: “confige timore tuo carnes meas!” —¡dame, Dios mío, un temor filial, que me haga reaccionar!”
S. Josemaría
Camino, 326
Si hay algo de lo que un cristiano debería huir como del diablo es, sin duda alguna, la tibieza.
Tibio es aquello que ni es caliente ni es frío. Espiritualmente ser tibio es no decantarse por una cosa o por la otra. Es decir, ni pasar por muy católico, en nuestro caso, ni por poco católico.
Abundando más en lo que es, en definitiva, la tibieza, ser tibio sería como hacer si la fe no tuviera tanta importancia como, en realidad, ha de tener.
Muy bien lo dice S. Josemaría en el punto 331:”Eres tibio si haces perezosamente y de mala gana las cosas que se refieren al Señor; si buscas con cálculo o “cuquería” el modo de disminuir tus deberes; si no piensas más que en ti y en tu comodidad; si tus conversaciones son ociosas y vanas; si no aborreces el pecado venial; si obras por motivos humanos”.
No pocas verdades expresa, en estas líneas, el fundador del Opus Dei porque actuar con pereza en lo referido a Dios no es propio de un cristiano que, en verdad, lo es; actuar de forma que se “piense” como hacer de menos lo que ha de hacerse de más es algo que no debería plantearse un hijo de Dios; conducirse de forma que sólo importe lo nuestro y, así, olvidar a Quien le debemos todo, no es un buen comportamiento y si, por último, hacemos como si aquello que cometemos es de poca importancia, a pesar de saber que es pecado…
No obstante, dice S. Josemaría >“!Qué poco amor de Dios tienes cuando cedes sin lucha porque no es pecado grave¡” (punto 328)
Y es que el pecado, caer en él, suele ser muestra de actuar con gran tibieza porque supone, en primer lugar, que no ponemos el empeño en evitarlo y, en segundo lugar, que poco nos importa que eso rompa, aunque sea levemente, nuestra relación con Dios.
Y esto porque “!Los pecados veniales hacen mucho daño al alma. —Por eso, “capite nobis vulpes parvulas, quæ demoliuntur vineas", dice el Señor en el “Cantar de los Cantares": cazad las pequeñas raposas que destruyen la viña”, dice en el punto 329 porque, en realidad, lo pequeño, que en la vida ordinaria puede ser grande (y que tanto defiende y promueve el autor de “Camino”), siendo malo, es muy malo porque es la base sobre lo que puede desarrollarse lo peor.
Cuando, por otra parte, caemos en dejarnos vencer por las circunstancias de nuestra vida y cometemos esa “venialidad” que, a veces, poco nos importa, parece que no nos demos cuenta de algo muy importante: nuestra vida interior perece un poco.
“¡Qué pena me das mientras no sientas dolor de tus pecados veniales! —Porque, hasta entonces, no habrás comenzado a tener verdadera vida interior”
Dirigiéndose a alguien que, seguramente, le había manifestado que, en realidad, un pecado venial no es para tanto… S. Josemaría le espeta algo que, como lo dicho arriba, demuestra que es una forma, segura, el actuar de tal forma, de hacerse uno mismo de menos.
En realidad, “Tu tibieza hace que tengas esa mala voluntad” (Punto 327.2) porque “No te preocupa ese continuo caer deliberadamente en pecados veniales, aunque sientes la llamada de Dios, para vencerte en cada caso” (Punto 327.1)
Y es que, muchas veces, lo poco, aunque sea malo, poco nos importa.
Por otra parte la página dedicada a las obras de S. Josemaria, en el apartado dedicado a “Camino”, y, en concreto, en el capítulo titulado ”Tibieza” trata, precisamente, sobre el tema al que hoy nos referimos.
Ahora, lo que sigue, es lo que yo entiendo, como cristiano (no miembro del Opus Dei aunque creyente en su espiritualidad) al respecto:
1 El cálculo, en la fe, sobre lo que se hace para no quedar mal es pura tibieza.
2 Ser políticamente correcto, en materia de fe, es el camino más seguro para abonar la tibieza.
3 Por comodidad se hacen las cosas fáciles; por fe, las heroicas.
4 No dejes para la oración de mañana lo que puedas pedir hoy mismo, no vaya a ser que algún corazón no sienta la petición de ayuda que desde el tuyo parte hacia Dios.
5 Que tu corazón sea tierra fértil donde pueda arraigar la Palabra de Dios. No seas, entonces, árido secarral donde nada bueno puede florecer.
6 El corazón de Dios arde de amor por ti.-¿Por qué no dejas las cosas del mundo y cumples lo que dices tienes: fe?
7 Poco a poco vas dejando las que llaman cosas de Dios; poco a poco abandonas al Padre; poco a poco vas regando, con tibieza, tu corazón.
8 No te conformes, nunca, con lo que crees que sabes sobre tu fe. Seguramente, Satanás quiere que no sepas más.
9 No te canses de orar, de rezar. Que no entre, por ahí, el dardo cruel de la tibieza de espíritu.
10 ¿No te das cuenta que cuanto mayor es tu tibieza en la fe más vacío tienes el corazón?
11 Si en tu vida sólo tienes por importancia la ganancia, el placer o la satisfacción… detén tu camino y reflexiona sobre si tu fe ya no la que era… si es que era, claro.
12 Si la intención que conduce tu vida no es pura… entonces puedes tener la seguridad de que has empezado a ser tibio.
13 El utilitarismo es tibieza en acción. El relativismo, por dejación.
14 El respeto humano o el qué dirán si cumplo con mis deberes de cristiano es un síntoma de tibieza claro y rotundo.
15 Sigue el consejo de Jesucristo: donde es sí, sea sí y donde es no, sea no. Así la tibieza no entrará en tu vida.
16 El esfuerzo, la lucha, la entrega son enemigas de la tibieza. Ya sabes, entonces, a qué atenerte.
17 Alguien definió la tibieza como “falta de fervor en el amor”. Y razón tuvo y tiene.
18 Dios es remedio a tu tibieza. No lo olvides nunca.
19 Tienes unos valores cristianos… hazlos presentes en tu vida y la tibieza emigrará a otro descuidado corazón.
20 Frente a la tibieza, fortaleza de ánimo y espíritu fuerte.
Pero no todo es malo ni imposible de solucionar en el tema de la tibieza aunque a veces pueda parecernos que, con nuestras escasas fuerzas, no la podemos afrontar.
Quizá, para ayuda nuestra y para salvación de nuestra alma, nos ofrece S. Josemaría un consejo que no deberíamos olvidar. Es el punto 325 de “Camino” y dice: “Lucha contra esa flojedad que te hace perezoso y abandonado en tu vida espiritual. —Mira que puede ser el principio de la tibieza…, y, en frase de la Escritura, a los tibios los vomitará Dios”.
“Los vomitará Dios”, a los tibios.
Es, seguramente, la frase más corta pero más contundente de las que podríamos leer.
17 comentarios
La verdad es que tema del informe del Consejo de Estado sobre el aborto habría que decir muchas cosas... y pocas buenas.
Pero, sin duda, si allí hay alguna persona que se diga católica, la cosa está peor de lo que puede parecer.
Si fueran inteligentes los que lo quieren desprestigiar no lo harìan porque asì lo que hacen es darle màs y mejor renombre.
Eslo del Quijote:"¿ Nosladran, Sancho,?.¡ Luego cabalgamos !. ¡ Y vale ya, hombre !.
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Aplastante argumento. Qué mala soy. Qué mal me siento tras el sabio ladrido, perdón, análisis, de Antonio Grande.
¿Ladran los del opus? Luego cabalgamos quienes lo desenmascaramos, ja ja ja
En la siguiente pagina(perdón porque no me sale poner el enlace directo) nos encontramos el informe oficial del Consejo de Estado:
www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/200909/18/sociedad/20090918elpepusoc_1_Pes_PDF.pdf
Resulta que entre otros Don Jose Luis Manzanares Samaniego es uno de los ponentes de tan nefando dictamen.
Me gustaría saber qué diría ayer Don Jose Luis, al que le tenía como un Jurista católico de solera, en el primer congreso de Juristas católicos.Me gustaría saber si el cardenal Rouco, en la Eucaristía de hoy le reservará algunas palabras en el sermón.
En esta pagina se puede ver el congreso:
http://congreso.ceu.es/pages/congresos-sectoriales/juristas/congreso-juristas-catolicos-inicio.html
Copio y pego por la gravedad del asunto y para que todos sepamos quién se dice católico y luego apoya leyes criminales.
I Congreso de Juristas Católicos
* Programa
* Información e Inscripciones
* Lugar de celebración
I Congreso de Juristas Católicos. Derecho y Moral
Programa
Viernes, 18 de septiembre
10:00h. Inauguración
* D. Alfredo Dagnino Guerra, Presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU
* Nuncio Apostólico de Su Santidad en España
10:30h. 1ª Conferencia.
Derecho y Moral: Implicaciones actuales
* PRESIDE: D. José Manuel Otero Novas. Abogado del Estado. Ex Ministro.
* PONENTE: D. Andrés Ollero Tassara. Catedrático de Filosofía del Derecho. Académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas
11:45h. Descanso. Café
12:00h. Mesa Redonda.
Conflictos entre la Ley Natural y la Ley Positiva
* PRESIDE: D. José Luis Manzanares Samaniego. Consejero Permanente del Consejo de Estado. Ex Magistrado del Tribunal Supremo
* PONENTES:
D. José Ramón Recuero Astray. Abogado del Estado
D. Ignacio Sánchez Cámara. Catedrático de Filosofía del Derecho.
D. Antonio Pau Pedrón. Registrador de la Propiedad. Notario. Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
16:00h. 2ª Conferencia
El Derecho ante la Ideología de género
* PRESIDE: D. José Luis Pérez de Ayala y López de Ayala. Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Rector Honorario de la Universidad CEU San Pablo
* PONENTE: D. Jesús Trillo-Figueroa y Martínez-Conde. Abogado del Estado
17:15h. Descanso. Café
17:45h. Mesa Redonda.
Antropología. Familia y Vida
* PRESIDE: D. José María Castán Vázquez. Abogado del Estado. Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
* PONENTES:
D. Benigno Blanco Rodríguez. Abogado. Presidente del Foro Español de la Familia.
D.ª Elena Postigo Solana. Profesora de Bioética y Antropología. Miembro de la Pontificia Academia ProVita.
D.ª Isabel de los Mozos Touyá. Doctora en Derecho.
Sábado, 19 de septiembre
10:00h. 3ª Conferencia.
Objeción de conciencia
* PRESIDE: D. Juan José Sanz Jarque. Ex Rector de la Universidad Católica de Ávila. Catedrático de Derecho Agrario.
* PONENTE: D. Rafael Navarro Valls. Catedrático de Derecho Eclesiástico. Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.
11:15h. Descanso. Café
11:30h. Clausura.
* D. Alfredo Dagnino Guerra. Presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.
* D. Antonio M.ª Rouco Varela. Cardenal Arzobispo de Madrid.
12:00h. Eucaristía en la Parroquia San Juan Crisóstomo.
C/ Doménico Scarlatti 2, 28003 Madrid.
Presidida por D. Antonio M.ª Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid
13:00h. Copa de vino español.
Ciertamente hay mucho intento de desprestigiar al Opus Dei. Sin embargo, tampoco podemos dejar de lado que es posible que el comportamiento de personas dentro de la Obra no sea el más adecuado y en correspodencia con los principios que S. Josemaría predicó de ella.
Decía S. Pablo:"Examínalo todo y quédate con lo bueno"
Pues, quedémonos con lo bueno porque no todo es bueno.
Libre eres para decir lo que dices. Y, por supuesto no voy a ser yo, después de un tiempo escribiendo sobre el tema, quien te niegue tal posiblidad.
Creo que me explico.
Muchas gracias por el enlace. Seguro que la lectura del dictamen ha de ser provechosa porque, por ejemplo, en unas declaraciones de José Luis Manzanares recogidas en www.analisisdigital.como viene a decir que, en realidad, no se ha entendido la cosa.
Pues yo creo que se entiende bastante bien.
Es de suponer que todo movimiento puede tener cosas buenas y cosas malas. Ni todo puede ser bueno ni, claro, todo puede ser malo porque el Espíritu Santo no puede soplar mal. Otra cosa es que las personas hagamos, con su soplo, lo que nos parezca.
Independientemente del análisis que hace Ud. en su comentario cuando se habla de tibieza no se quiere decir que no se tenga el derecho a la libertad. Muy al contrario, nos la da Dios para que, claro, hagamos con ella lo que nos parezca.
Ser tibio quiere decir, sobre todo, hacer un caso de la propia fe a conveniencia de las circunstancias. Vamos, ser fiel a la fe cuando nos da la gana y cuando nos interesa.
Nada, pues, tiene que ver con la libertad.
Más que tibieza, lo que veo en el pecado es una muestra de la debilidad inherente al hombre a la que, por el pecado original, nos ha conducido la concupiscencia. La tibieza la vería, en todo caso, en la incapacidad de arrepentirse, de rectificar, de perdonar, incluso de no cambiar de vida, pero por pecar no creo que se sea "tibio". No me imagino al padre de la parábola del hijo pródigo , cuando veía acercarse a su hijo, llamándole "¡tibio!, ¡tibio!, ¡ven aquí tibio, que te cojo!" :D
SPH, Sub specie hilaritatis, que dicen en el blog de D. Gillermo.
Está bien.
De todas formas, lo que quiero decir es que el mantener una actitud, hacia la fe, tibia (no tener nada demasiado claro o, simplemente, dejarse abandonar al mundo olvidando lo que se cree) es una fuente casi segura de pecado porque nos puede impulsar a dejar nuestra relación con Dios y romper lo que nos une con el creador... pecando.
Es una forma de comportamiento, seguramente, muy humana pero, a lo mejor por eso mismo, muy alejada de Dios.
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