Esperanza Aguirre y la legalización de la prostitución: ¿Y las dignidades rotas?
Dice Esperanza Aguirre que aboga por legalizar la prostitución.
(Este artículo fue publicado en www.conoze.com el día 31 de octubre de 2007.Creo que, por su interés, vale la pena volverlo a publicar.Lo repito por la indignación que me ha producido leer la noticia de la Presidenta de la Comunidad de Madrid y la legalización de prostitución)
“Dignidades rotas
Hace unos cuantos días en la agencia ZENIT aparecía una noticia con un titular que llamaba a meditar sobre ella y que era el siguiente: «Prostitución, ¿trabajo legal o esclavitud?». Esto, que, en principio parece un tanto absurdo, pues no va a la raíz del asunto (que no es, precisamente, el problema que causa la prostitución) tiene, por muy triste que pueda parecer, una razón. Y esta es perversa, como suele suceder cuando se actúa contra un valor, en este caso la dignidad de la persona, con ánimo de hacerlo menguar hasta que, de él, sólo nos quede un vago recuerdo de su existencia.
Sabemos que la dignidad cualifica a una persona por lo que es y que, por eso mismo, no es entendible que se pueda atacar ese valor y, lo que es más importante, lo que representa para el ser humano, sin que se pueda menoscabar la propia naturaleza humana.
Juan Pablo II, en su Carta Apostólica «Mulieris Dignitatem» dice que «Esta dignidad consiste, por una parte, en la elevación sobrenatural a la unión con Dios en Jesucristo, que determina la finalidad tan profunda de la existencia de cada hombre tanto sobre la tierra como en la eternidad. Desde este punto de vista, la «mujer» es la representante y arquetipo de todo el género humano, es decir, representa aquella humanidad que es propia de todos los seres humanos, ya sean hombres o mujeres. Por otra parte, el acontecimiento de Nazaret pone en evidencia un modo de unión con el Dios vivo, que es propio sólo de la «mujer», de María, esto es, la unión entre madre e hijo. En efecto, la Virgen de Nazaret se convierte en la Madre de Dios» (4).
Posteriormente, en la Carta a las Mujeres (de 1995) dejó escrito dónde, exactamente, podemos reconocer la importancia de la dignidad de la mujer:»pero es sobre todo la Palabra de Dios la que nos permite descubrir con claridad el radical fundamento antropológico de la dignidad de la mujer, indicándonoslo en el designio de Dios sobre la humanidad»(6).
Y vale la pena recoger, aquí, todo este párrafo, porque encierra, en sí mismo, el sentido exacto de la dignidad que le corresponde a la mujer como tal porque si se trata de algo fundamental para el género humano ese ser digno de la mujer que la caracteriza por ser lo que es sin necesidad de justificaciones que vayan más allá de ser semejanza de Dios, no es de recibo, que, por ejemplo, en Hungría (según lo dicho por el documento de ZENIT citado arriba) se haya decidido a legalizar la prostitución porque, al parecer, supone una «actividad económica» que puede llegar a general cerca de «mil millones de dólares al año».
Cuando esto se dice de esa forma, con esa frivolidad propia de personas para las que la dignidad de otras personas tiene valor, exclusivamente económico, bien podemos concluir que tal equivocación sólo puede tener un resultado muy negativo para el ser humano que, siendo mujer, se ve abocado a tal clase de vida (o, más bien, de muerte en vida)
Y como ejemplo de lo que las «bondades» supuestas que la legalización de la prostitución puede proporcionar, lo encontramos en el caso, particular, del estado australiano de Victoria. Allí se legalizó la prostitución en 1984. Tras los años que, desde entonces, han transcurrido, atendiendo al estudio realizado por Mary Lucille Sullivan, no se ha conseguido nada de lo que se proponía llevando a cabo tal aberración. Al contrario, se ha mantenido la «dominación masculina, la objetificación sexual de las mujeres y la aprobación de la violencia contra las mujeres».
Y todo esto es evidente que se hace porque, al fin y al cabo, se tiene, de la mujer, una visión de «mercancía», como si fuera una cosa[1] sobre la que se puede negociar olvidando la dignidad que la conforma, algo de lo que nunca debería haberse olvidado (en aquel caso y en todos los que, por el estilo, puedan darse) y que trasluce una falta de verdadera humanidad y el tener, más que nunca, un corazón de piedra y no de carne que es lo que siempre sugiere Jesús cambiar.
Pero como dice el refrán, en todos sitios cuecen habas y en mi casa a calderadas. Esto viene a que hace unos meses, los jóvenes del partido socialista se reunieron para celebrar un congreso y, entre otras (de calibre similar) tenían la «idea» de proponer al Gobierno de Rodríguez Zapatero la legalización de la prostitución.
Cuando una persona oye, de los más diversos progresistas que defienden a la mujer con eso que dicen que llaman que desean que sean iguales a los hombres y proponen supuestas políticas que dicen que llaman que desean que sean mejoras para la vida de las que llaman compañeras sentimentales, a lo sumo «parejas» de los hombres; pues cuando alguien oye eso y, a continuación, escucha, o lee, que esas mismas personas estarían de acuerdo con el hecho de que se convirtiera en legal, se reconociera como un trabajo remunerado más, el ejercicio de la prostitución, pues entonces piensa que algo está fallando.
Y algo falla cuando se puede llegar a argumentar que el cuerpo de la mujer puede ser objeto de cambio monetario como cuando alguien va a comprar una botella de vino o un litro de gasolina; algo ha de fallar cuando no se ve que eso supone, en sí mismo, un ataque frontal a la dignidad de la mujer, como ya hemos dicho más arriba.
Sobre esto es bueno acudir a las fuentes de las que mana agua limpia para el espíritu y para la vida. Así, en entrevista realizada al Cardenal Rouco Varela en el año 2002 manifestó, éste, que «Cristo eleva claramente la dignidad de la mujer, es más, la establece, y desde entonces, ininterrumpidamente en la historia del cristianismo, no ha habido distinción de mujer en la Santísima Trinidad. ¿Quien es más, Pedro o María? María indudablemente. Otra cosa son las funciones».
Por eso, cuando Benedicto XVI dijo, en la Audiencia General de 14 de febrero de este año 2007 que «todos tenemos la misma dignidad de fondo, aunque cada uno con funciones específica» es claro que se refería a lo dicho por San Pablo en la Primera Epístola a los Corintios (12, 27-28) y que es que «Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte”.
Y así los puso Dios en la Iglesia, primeramente como apóstoles; en segundo lugar como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas» y dejó, aún más, establecido el sentido que esto tiene (que debe tener) para los católicos.
De todas formas, lo que sí queda claro es que la igualdad de la dignidad es proclamada para todas las personas. Que se haga lo que se hace con la de la mujer es síntoma de desconocer o de no haber comprendido, para nada, lo dicho entonces.
Notas
Nota del autor: Aunque en este artículo se hace referencia, exclusivamente a la mujer como persona afectada por la prostitución, no se quiere dejar, por otra parte, de lado, el tema de la prostitución masculina ni la dignidad que el hombre, en esa situación inmerso, tiene (que también es toda). Sin embargo, es evidente que es la mujer la que más resulta afectada por esa minusvaloración de su dignidad.
[1] Recordemos que una definición jurídica bastante acertada de “cosa” dice que es “un elemento exterior al ser humano susceptible de ser apropiado y disfrutado". Aquí, pues, puede verse la aberración total que supone la prostitución".
Y esto en el sentido simplemente humano.
14 comentarios
No tiene vuelta de hoja...no se puede hacer del vicio una virtud...ni apelar al "mal menor".
Apoyo su posicion plenamente.
Yolanda.
Dices:"Pues si los que frecuentáios la prostitución tenési que conformaros con ese 2% de personas que presuntamente la ejercen por su voluntad, apañados ibais. Acabaríasis violando, porque ese 2% seleccionaría tanto su clientela y cobraría tanto que la inmensa mayoría de puteros no tendría cómo acceder. Tú verás.
NI UN 2% , tío. NADIE es libre si vende su sexo"
Bueno, entra dentro de lo personal, y si aclaro este punto es para dejar en evidencia que has leido lo que has querido leer y no precisamente lo que yo he dicho. En ningún momento he dicho que yo sea cliente, la verdad es que nunca he pagado para tener sexo, y no, tampoco me lo tomaria como una ofensa.
Dicho lo cual, me da igual que sea un 1%, un 2% o un 78%, si una persona desea ofrecer, voluntariamente, sexo a cambio de una retribución económica me parece tan licito como el que la pide por hacer un baile erótico en una sala, bailar el lago de los cisnes en un auditorio, etc. Con respecto a lo que dices, un "putero", mientras sea cliente de una persona que lo ofrece de forma voluntaria me parece, analogamente, tan licito como el que paga por un show erotico en una sala, el que paga por ver el Lago de los cisnes en un auditorio, etc. Si es cliente de una persona que no desea ejercer la prostitución de forma voluntaria, como repito, ocurre en la mayoria de los casos aprovechandose de, mayoritariamente, mujeres que son coaccionadas y explotadas como autenticas esclavas, me parece que debería ser considerado complice de dichos delitos y ser perseguido junto con las mafias que controlan estas redes. Si ademas de eso, ese cliente, putero como tu lo llamas, violenta sexualmente a otra persona, lo que me parecera es un violador, e igualmente exigiré que la ley y las fuerzas de seguridad lo persigan. ¿Queda claro?
Me parece fantástico que defiendas tu punto de vista, para ti la libertad está en que según tu moral, católica, una persona que ofrezca actividad sexual a otra a cambio de una retribución no es una persona libre. Pero no deja ser mas que eso, tu punto de vista.
Por cierto que me trae sin cuidado si pagas o no pagas por una entrada de cine o por una puta. Además eso mismo dicen todos y el caso es que alguien paga.
Al único lugar que yo quería ir a parar es a que ese 2% (o lo que sea) de ser ciertamente minoritario, y de conseguir regularse que sólo se prostituyeran la mínimíssima minoría que lo hace voluntariamente, reventaría el invento. La prostitución, pues, va intrínsecamente unida a la NO-voluntariedad de su ehjercicio: si sólo ejerecen los/las "vocacionales" se caba la prostitución.
Mis ideas morales las ignoras.
Dices: "Temo que en esta ocasión eres tú el que no ha entendido mi punto de vista"
Pues yo creo que si.
Dices: "Por cierto que me trae sin cuidado si pagas o no pagas por una entrada de cine o por una puta. Además eso mismo dicen todos y el caso es que alguien paga."
Por la misma regla de tres yo tampoco tengo por que creerme que tu pareja o tu misma no os dediqueis a hacer viajes de turismo sexual. Todo el mundo dice que no lo hace pero alguien los hace.
Dices: "Al único lugar que yo quería ir a parar es a que ese 2% (o lo que sea) de ser ciertamente minoritario, y de conseguir regularse que sólo se prostituyeran la mínimíssima minoría que lo hace voluntariamente, reventaría el invento. La prostitución, pues, va intrínsecamente unida a la NO-voluntariedad de su ehjercicio: si sólo ejerecen los/las "vocacionales" se caba la prostitución."
Partes de un presupuesto falso y es que -no se en base a que- argumentas que una vez regulado sólo ese 2% ejerceria la prostitución. A no ser que seas clarividente lo cierto es que ni tu ni yo sabemos si eso sería así o, como opino sería más probable, dicho porcentaje aumentaria. ¿Por que creo que aumentaria? por que la regulación llevaria todo lo bueno del desempeñar un trabajo a aquellas personas que quisieran hacerlo de forma voluntaria (cubierta sanitaria, cotización, derechos laborales, etc.)
Para una católica como tu el verdadero problema no es ese, es sencillamente que veis dicha actividad como inmoral y no lo admitis, no hace falta que le deis tantas vueltas.
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Si no te he dicho que no lo haga. Ni he mencionado el tema.
Partes de un presupuesto falso y es que -no se en base a que- argumentas que una vez regulado sólo ese 2% ejerceria la prostitución.
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Ese porcentaje es tuyo. Según tú es el de quienes la ejercen voluntariamente. Yo no hablé de regular, hablé de lo mismo que tú: de ejercicio libre.
Para una católica como tu el verdadero problema no es ese, es sencillamente que veis dicha actividad como inmoral y no lo admitis, no hace falta que le deis tantas vueltas.
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Hombre, pues haber empezado por ahí. Haber dicho: "yo sé lo que piensas y no es lo que dices". En ese caso, nada que hablar, si diga lo que diga tú sabes cuál es "el verdadero problema". Esa cantinela de la moral pacata no tiene que ver conmigo (por supuesto tú sabes que "mi problema" es otro que no quiero admitir). La prostitución es inmoral como lo es la esclavitud, la usura, la estafa o la mentira. En todo hay grados, matices, circuntanscias, etc.
Se acabó, adivino, ¿no?
Dices: "Si no te he dicho que no lo haga. Ni he mencionado el tema."
Como ya te he dicho sólo suponia como tu has supuesto que yo soy cliente y luego, tras aclararte que no, dejando la coletilla de que no tienes por que creertelo. Pues eso mismo.
Dices: "Ese porcentaje es tuyo. Según tú es el de quienes la ejercen voluntariamente. Yo no hablé de regular, hablé de lo mismo que tú: de ejercicio libre."
Si, señalé que, en la actualidad, mayoritariamente las personas que ejercen la prostitución lo hacen de forma forzada, y que, consecuentemente, las que lo hacen de forma voluntaria son pocas. Tu dices, y cito "ese 2% (o lo que sea) de ser ciertamente minoritario, y de conseguir regularse que sólo se prostituyeran la mínimíssima minoría que lo hace voluntariamente, reventaría el invento." Con lo que si hablas como yo de una regulación pero presupones que una vez regulado sólo ese 2% ejerceria la prostitución voluntariamente y vaticinas su "reventón". Yo te he dicho que eso no tiene por que ser así, que muy probablemente, si se dota a las personas que la ejercen de una seguridad, sanidad, etc. muy probablemente ese porcentaje se vea incrementado.
Dices: "Hombre, pues haber empezado por ahí. Haber dicho: "yo sé lo que piensas y no es lo que dices". En ese caso, nada que hablar, si diga lo que diga tú sabes cuál es "el verdadero problema". Esa cantinela de la moral pacata no tiene que ver conmigo (por supuesto tú sabes que "mi problema" es otro que no quiero admitir). La prostitución es inmoral como lo es la esclavitud, la usura, la estafa o la mentira. En todo hay grados, matices, circuntanscias, etc."
De hecho, en el otro hilo, empecé diciendo que no compartia vuestra visión del problema. Yolanda, yo se que tu, por católica, por la doctrina que sigues y defiendes, la prostitución (incluso ejercida de forma voluntaria) es considerada como inmoral y perjudicial para la persona y la sociedad. No soy adivino, es una suposición coherente teniendo en cuenta tus presupuestos ideológicos, como lo es tambien que dicha concepción sea la raiz de tu visión al respecto. Y eso, y sólo eso, es lo que te estaba indicando.
Dices "Se acabó, adivino, ¿no?"
Sigue mejorando esas aptitudes sobrenaturales :)
Tienes dos enormes dosis de dos cosas que sobran a la hora de juzgar a terceros:
Una buena dosis de ignorancia y una no menor dosis de prejuicios.
Como ya tienes el juicio hecho acerca de algo de lo que muestras tener bastante poca idea, pues nada. Hasta otra, en otro tema en el que no tengas ya la conclusión previa basada e cero datos auténticos.
Había empezado a escribirte una contestación a tu último comentario, pero la verdad es que despues de tomarme la molestia de hacerlo previamente y que te limites a contestar como ya lo has hecho en otras ocasiones, saliendo por la tangente, me quita las ganas.
Yo no tengo el juicio "hecho", yo tengo una opinión argumentada, y tu, si te relees lo que has dicho y lo que yo te he expresado verás que no es ninguna acto de soberbia y menos aun de ignorancia suponer que de partida usted, por católica, cree que la prostitución es inmoral.
Ale, le ha salido mal, muy mal el ordago a la grande.
Es sólo aburrimiento. A ver, tú frecuentas estos blogs hace un tiempo, ¿no?
Quizá me conozcas lo suficiente, quizá no (obviamente no, a juzgar por lo que dices). En cambio sabes que soy católica, luego no soy una comentarista que tú acabes de conocer antesdeayer, no sé, digo yo.
Lo que sí insistes en saber de mí, sin la menor conscesión a matizaciones es que yo peinso, en tanto que católica, que la prostitución es inmoral.
tampoco permites que que dé matizaciones. Afirmas, pontificando al más puro estilo papal ex-cathedra que ""Para una católica como tu el verdadero problema no es ese, es sencillamente que veis dicha actividad como inmoral y no lo admitis, no hace falta que le deis tantas vueltas"".
¿Qué hago? ¿Le "doy vueltas" o no se las doy? Porque si a explicarme le llamas "darle vuektas" y me dices que no lo haga... chico, pues sólo me queda decirte, "pues lo que vos digáis" y zanjar el tema.
Si me conoces, sabes de mí en qué sector de católicos se me sitúa. En este portal hay ateos, agnósticos, creyendes de otras confesiones, creyentes tardicionalistas católicos, católicos carcas e irracionales sin más, católicos de los que llaman "progres", católicos tan ultraprogres que son directamente heréticos...
De ti sé que no eres católico. ¿Qué tanto sabes tú de mí en particular para decir algo que cierra tan completamente el diálogo como """Para una católica como tu el verdadero problema no es ese, es sencillamente que veis dicha actividad como inmoral y no lo admitis, no hace falta que le deis tantas vueltas"""
Si hay algo que la carcundioa catolicona de este portal me recrimina constantemente es mi "laxitud" en materia de moral sexual y mi negación de asi toda la HV. Ya tienes algún dato más. No quería decir esto porque no son "armas" para debatir con un no-católico, pero es que ya cansas.
Bueno, dispara lo que te apetezca ahora, chico.
Si te haces llamar católica, por mucho que otros se afanen en quitarte la etiqueta (ya se que el 90% de los ultras que campan por dichos blogs te tienen en peor consideración incluso que a mi por que les sacas los colores desde dentro) entenderas que suponga que, al menos en principio, estas de acuerdo con el diagnostico que hace tu iglesia al respecto. A saber: Que la inmensa mayoría de las mujeres que se prostituyen son víctimas del tráfico y abuso de los proxenetas. Que la prostitución es una forma de esclavitud moderna, mas aún: un acto de violencia contra las mujeres, una ofensa a su dignidad y una violación de sus derechos fundamentales. Y que dicho "mercado sexual" es profundamente inmoral y pecaminoso.
Yolanda, ¿tan descabellada es mi suposición? No, no lo creo.
Parece que tu caballo de batalla no es ese, es otro, es la frase que te dije en la que te decia a grandes rasgos que, en cualquier caso, por mucho que a un creyente, católico en este caso, se le expongan razones al final, un creyente repito, suele acabar y creeme, lo habitual es que lo hagan, agarrandose a su moral particular para descalificar el comportamiento del que se discute y efectivamente "no darle mas vueltas". No solo ocurre con el tema de la prostitución, ocurre en multitud de temas y en estos mismos blogs habras leido y sufrido muchos comportamientos asi. Cuando te decia en esa frase "Para una católica como tu el verdadero problema no es ese, es sencillamente que veis dicha actividad como inmoral y no lo admitis, no hace falta que le deis tantas vueltas" no estaba personalizando dicha actitud en tu persona particular (de ahi que usase el verbo en la forma "veis" significandolo a la comunidad católica, que es, a quien hacia referencia). Si como católica te ves reflejada no lo se, parece que no, asi que estoy dispuestisimo a que me expongas lo que quieras y le des las vueltas que desees.
Saludetes
Bueno, pues ya le daré vueltas, ahora tengo que comer o sufriré un desmayo :)
Saludos
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