Sorda y lesbiana
En las últimas elecciones municipales españolas de mayo en Valencia ganó cierta fama la candidata del partido neocomunista “Podemos”, Pilar Lima. Ella se presentaba a sí misma como “sorda y bollera”, y lo lucía con “orgullo” (hay un vídeo de su acto de presentación en redes donde lo expresa de modo literal, que no voy a enlazar porque emplea expresiones vejatorias hacia otras personas en un lenguaje que no deseo fomentar). Es más, buena parte de la promoción de su figura política partía de esos supuestos, y del modo en que su presencia iba a suponer un gobierno (o más bien, una representación) de dichos “colectivos” minoritarios y el respeto a sus sensibilidades en el pleno del ayuntamiento.