Sebastian Kneipp
Primeros pasos
Sebastian Kneipp nació el 17 de mayo de 1821 en el pueblo de Stephansried, en Baviera, no lejos de Munich, en el seno de una humilde familia de tejedores. Comenzó como aprendiz de su padre, pero a los 23 años, sintiendo la llamada vocacional, inició sus estudios en el seminario. Al año siguiente fue diagnosticado de tuberculosis avanzada, y desahuciado. Salió del seminario y vivió con una comunidad monástica, pensando terminar allí sus días.
En una biblioteca de Munich leyó un libro de Johann Siegmund Hahn (médico y filósofo silesio del siglo XVIII) sobre los beneficios del agua fría para tratar su enfermedad. Con ayuda de sus hermanos monjes, siguió las instrucciones del tratado y se sumergió repetidamente en las heladas aguas del río Danubio, abrigando su cuerpo tras cada sesión. Tras varias semanas de tratamiento, sanó completamente.
Tras reingresar en el seminario, fue ordenado sacerdote en 1852. Para entonces, había estudiado en detalle los beneficios de la hidroterapia preconizada a partir de 1829 por otro silesio, Vincent Priessnitz (1799-1851), de quién era entusiasta seguidor, y que había conocido un auge en toda Europa. El propio Kneipp escribió que “tomó su trabajo donde Priessnitz lo había dejado”.
Tras servir en varias parroquias, el padre Kneipp fue destinado como confesor en el Monasterio de las Dominicas de Wörishofen (sur oeste de Baviera, en la región histórica de Suabia).
_
Balneario de Wörishofen. El método Kneipp
Kneipp propuso a las hermanas los tratamientos de hidroterapia para sus dolencias. Su éxito atravesó los muros del convento y pronto los habitantes de la comarca acudieron a poner en sus manos dolencias de tipo respiratorio, arritmias, artrosis, problemas nerviosos e incluso espirituales.
El que pronto fue conocido como “método Kneipp” era una combinación de varios tratamientos:
Hidroterapia (basada en las enseñanzas de Priessnitz y sus propias observaciones). Se aplicaban chorros de agua en diferentes aprtes del cuerpo, sobre todo articulaciones, según el tipo de dolencias. Asimismo, el grado de temperatura del agua (desde fría a caliente) variaba según el tratamiento. También recomendaba a sus pacientes paseos descalzos sobre la nieve o el rocío matutino, en base a que fortalecían las defensas del cuerpo.
Nutrición. Avanzado a su tiempo, Kneipp aconsejaba una alimentación basada en frutas y verduras, con limitación de las proteínas de la carne y muy escaso consumo de azúcares y alcohol.
Ejercicio físico. Consideraba a la vida muy ligada al movimiento, por lo que prescribía ejercicio físico diario: tablas de gimnasia, caminatas o incluso escalada.
Fitoterapia. El uso de los saberes tradicionales en el uso de plantas medicinales también era empleado.
Espiritualidad. El padre Kneipp consideraba que la salud de la mente y el alma estaba tan íntimamente ligada a la del cuerpo que esta no se podía restablecer si aquellas no estaban sanas. Recomendaba una vida sencilla y, en cierto modo, contemplativa (hoy sabemos que eso combate la ansiedad y el estrés), sin privarse de recomendar oraciones u otras formas de acercarse a Dios.
Muchas de estas terapias no son sino la actualización de diversos métodos de los tratamientos galénicos de los médicos griegos clásicos (dentro de la mejor tradición médica occidental), que Kneipp tuvo el acierto de redescubrir y recuperar para la sanidad moderna. Es considerado el padre de la naturopatía.
En poco tiempo, no sólo los sencillos aldeanos, sino gentes venidas de todo el Imperio Austro-húngaro e incluso del resto de Europa acudieron a Wörishofen en busca de cura para sus dolencias. Hubo de construirse un auténtico balneario por el que entre millares de anónimos pacientes, pasaron algunos tan encumbrados como el Archiduque Carlos Luis y su hijo el Archiduque Francisco Fernando (cuyo asesinato en Sarajevo en 1914 fue detonante de la Primera Guerra Mundial), miembros de la familia imperial de los Habsburgo-Lorena, o el propio papa León XIII.
Otros muchos fueron discípulos suyos, llevando el método a sus países de origen y extendiéndolo así por el mundo.
_
Obra y legado de Sebastian Kneipp
El sacerdote publicó su método en 1886, en un libro llamado “mi cura de agua”, con profusión de ejemplos y patologías (se puede consultar en red gratuitamente aquí, que alcanzó muchas ediciones y fue traducido a diversos lenguajes, así como otras obras sobre salud y ciudados en enfermedad. Fundó en 1891 la organización Kneipp para promover la cura por medio del agua y sus otras recomendaciones.
Sebastian Kneipp murió en 1897.
Su más destacado discípulo fue Benedict Lust (1872-1945), que importó el método en Estados Unidos con gran éxito; por desgracia incluyó en él también otros saberes cuya eficacia no estaba demostrada, como la magnetoterapia, el ayuno terapéutico o la quiropráctica, y finalmente derivó hacia el yoga, postulándose como enemigo de la medicina científica y proporcionando a la naturopatía una vertiente anticientífica y gnóstica que jamás quiso darle su maestro Kneipp.
El archiduque José dedicó su atlas médico a Sebastian Kneipp. También fue estampillado un sello con su imagen. Un recipiente para hacer pan de semillas con su nombre (recordemos que la alimentación sana era otro de sus métodos curativos) llegó a popularizarse enormemente en Noruega con el nombre de Kneippbrod, siendo el pan más consumido en aquel país.
Su método naturopático (eliminado el componente ideológico añadido por Lust) es empleado hoy en día en cientos de balnearios de todo el mundo.
3 comentarios
----------
LA
Como ha visto, pongo el enlace a su libro.
Existe además una empresa de productos naturistas con su nombre, pero en este artículo (www.unizar.es/med_naturista/hidroterapia/La%20cura%20de%20kneipp.pdf) puede leer un resumen contemporáneo sobre la cura Kneipp y algunos de los lugares donde se practica. La mayoría están en Alemania, pero conociendo los diversos métodos, uno puede hacerse su propia cura Kneipp en un balneario.
Gracias tanto por su artículo sobre el tema y la figura de Kneipp, como por el link (ya me lo he descargado). Desconocía totalmente ese método curativo o preventivo para la tuberculosis: agua fría, andar descalzos sobre la nieve, etc...muy interesante. Y también muy curioso el libro del anterior; lo he comenzado a leer y la verdad es que es...pues una delicia.
Cordiales Saludos.
Dejar un comentario