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12.02.22

Dos nuevas misiones a pedido de la Iglesia

Queridos amigos de San Elías.

Por gracia de Dios, la Orden San Elías, nuestra pequeña sociedad de vida apostólica de derecho diocesano pro missionibus (cfr. Pastor bonus, art. 90 inc 2) siguiendo con su ideal de predicar con parresía el Evangelio en los ámbitos de la misión “ad gentes” y la contrarrevolución cultural, sigue dando el buen combate.

En estos días, hemos podido visitar a Mons. José Ulloa, arzobispo de Panamá, quien feliz de recibirnos ha dado su beneplácito para que podamos realizar misiones en diversos lugares donde, apenas una vez al año, algunos isleños o habitantes de ese país, tienen la posibilidad de asistir a la Santa Misa o recibir los sacramentos.

Lo mismo ha sucedido hace algunas semanas con Mons. Eduardo Castillo, arzobispo de Portoviejo , quien no sólo ha permitido misiones en su diócesis sino también en ciertas regiones amazónicas de Ecuador, a él confiadas.

Bendigamos al Señor.

Demos gracias a Dios.

¡Viva la misión!

Padre Federico Highton, SE

29.01.22

Refutación de ciertos errores proliferantes en la Fraternidad San Pío X

Por el R.P. Dr. Federico Highton, S.E. 

Enero de MMXXII, Addis Adaba, Etiopía

Introducción

En la Orden San Elías celebramos la Misa Romana Tradicional (y no, como muchos erróneamente dicen, la Misa “Tridentina” o “de San Pío V” ya que ni Trento ni ningún Papa del Renacimiento crearon la Misa Romana Tradicional). Rezamos la Misa Tradicional, mas no por eso consideramos que la celebración de la Misa Nueva sea un pecado.

Pero, un sacerdote argentino que vive en Bogotá, pontifica, entre otros graves errores, que la celebración y la participación de la Misa Nueva es un acto per se pecaminoso. Hemos visto unas de sus pretendidas lecciones, dirigidas a un público lego que acata sin chistar lo que le diga este sacerdote, Pablo Bianchetti, de la Fraternidad Sacerdotal “San Pío X” (FSSPX).

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6.01.22

De la Epifanía del Señor según S.S. San León Magno

Sermón de San León, Papa.

Sermón 2 de la Epifanía.

Alegraos, ya que tras la solemnidad del Nacimiento de Cristo, ha brillado la fiesta de su declaración: y a quien en aquel día la Virgen dio a luz, hoy le ha conocido el mundo. El Verbo hecho carne, así dispuso los principios de su aparición entre nosotros, que nacido Jesús se manifestase a los creyentes y se ocultara a sus perseguidores. Los cielos publicaron la gloria de Dios, y la voz de la verdad se extendió por toda la tierra, cuando el ejército de los Ángeles se mostraba para anunciar al Salvador nacido, y la estrella conducía a los Magos para que le adoraran. Desde el Oriente hasta Occidente, resplandeció el nacimiento del verdadero Rey, ya que por medio de los Magos los reinos de Oriente conocieron la verdad de lo sucedido, y no quedó oculto al Romano imperio.

La crueldad de Herodes, pretendiendo dar muerte en su cuna al Rey que le infundía sospechas, contribuía a esta difusión de la fe. La matanza de los inocentes publicaba por doquier el nacimiento del Rey de los cielos. La nueva se difundió tanto más pronto cuanto más inusitada fue la señal prodigiosa del cielo y más cruel la impiedad del perseguidor. El Salvador fue conducido a Egipto, para que aquellos pueblos entregados a los antiguos errores, se dispusieran mediante una gracia oculta a recibir su próxima salvación, y para que, aun antes de rechazar las viejas supersticiones, aquel país ofreciera ya morada a la verdad.

Reconozcamos en los Magos adoradores de Cristo, las primicias de la bienaventurada esperanza. Desde aquel momento comenzamos a entrar en la eterna herencia; desde aquel momento los arcanos de la Escritura que nos hablaban de Cristo se nos pusieron de manifiesto, y la verdad que los ciegos Judíos no quisieron recibir, esparció su luz por todas las naciones. Por lo mismo honremos este día sacratísimo, en el que apareció el Autor de nuestra salud; y al que siendo infante los Magos veneraron en la cuna, nosotros adorémosle omnipotente en los cielos. Y así como ellos de sus tesoros ofrecieron al Señor místicos dones, así nosotros de nuestros corazones presentémosle lo que es digno de Dios.

23.12.21

De Traditionis Custodes a los Responsa Ad Dubia

De Traditionis Custodes a los Responsa Ad Dubia

Apuntes sobre la hermeneútica de la legislación del Santo Padre Francisco

Introducción

Su Santidad Francisco ha publicado el Motu Proprio Traditionis Custodes (TC) y, el 18/12/21, ha aprobado las Responsa ad dubia (RAD) sobre dicho documento.

Algunos consideran que los Responsa son como un responso al Rito Romano, pero en estas líneas mostraremos que no es tan así, aclarando desde el vamos que sometemos nuestra interpretación al juicio de la Autoridad Jerárquica y puntualizando ab initio que nuestro escrito sólo quiere servir como un subsidio orientado a aportar elementos para profundizar los criterios hermeneúticos que deberían ser utilizados para leer las diversas normativas promulgadas por el Santo Padre Francisco siguiendo las pautas que él se digno dar a la Iglesia. Sobra decir que agradeceremos toda contribución que nos ayude a mejorar o corregir algún punto defectuoso que nuestro estudio pueda tener.

Si bien muchos pueden estar tentados de leer estos textos (TC y RAD) de modo fundamentalista, es fundamental, si queremos ser coherentes con las declaraciones del Santo Padre Francisco, evitar interpretar y/o aplicar rígidamente Traditionis Custodes y los Responsa Ad Dubia.

En efecto, estos documentos hay que entenderlos teniendo en cuenta el modo específico en que Francisco pide que interpretemos y vivamos la ley. Francisco es el legislador que emitió los dichos documentos, ergo debemos hacer una exégesis en el modo en que el mismo Papa nos pidió que la hagamos, esto es, con libertad, con discernimiento, priorizando la caridad y sobre todo, sin rigidez ya que, según él, «la rigidez no es un don de Dios»[1].

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16.11.21

Del postulantado misional a la imposición de sotana

Renunciando provisoriamente a Indochina debido a las abstrusas restricciones sanitarias, abandonados a la Providencia y como forzados por la Voluntad de Dios -en la medida en que nos fue dado discernirla-, nos lanzamos a una obra dificilísima hecha para Su mayor gloria: lanzar un postulantado en una zona remotísima del África Negra, en la frontera de Malawi y Zambia, dos países que ignorábamos por completo y que apenas, si alguna vez, habíamos mencionado en alguna conversación casual.

Fueron muchos los jóvenes que nos escribieron consultando por la vocación, pero a varios les dijimos que no la tenían y a los demás los dejamos esperando ya que la burocracia covidiana mantuvo casi todas las fronteras del orbe cerradas durante interminables meses.

Finalmente, después de (y durante) muchas peripecias, inauguramos el postulantado al mismo tiempo que fundábamos una misión en un enorme territorio donde jamás vivió un sacerdote, una zona que cuenta con 104 aldeas (según la última actualización del listado).

Dispuestos a dormir en carpa y a pasar impensables aventuras por Cristo llegaron los primeros tres jóvenes a discernir su vocación y a misionar. Hace unas semanas, desde Nigeria oriental, llegó el cuarto.

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