La Revista diocesana: iniciativa nueva, por si os interesa

     A partir de esta primera semana de septiembre, en la revista diocesana de mi diócesis, “Iglesia en Córdoba” en su edición digital y en la edición impresa mensual, habrá una sección fija dedicada a la liturgia.

    Es un proyecto que me ilusiona y que creo que, gota a gota, se pueden rellenar lagunas enteras. Lo vivo con esperanza de edificar para vivir mejor la liturgia, comprenderla, celebrarla con más esmero y dignidad y solemnidad.

    Muchos son los lectores de las distintas revistas diocesanas, normalmente en una edad madura (el lector joven se mueve más en lo digital y breve): son las personas que integran nuestras parroquias, las familias católicas, son aquellos que quieren formarse también y tener una formación permanente (presencial, en grupos, equipos, catequesis de adultos o digital: medios diocesanos, blogs, páginas católicas de la web); muchos de ellos colaboran en la vida parroquial en el ámbito de Cáritas, de la catequesis, de la atención y visita a enfermos, del coro parroquial, del servicio a la liturgia, etc., y también los sacerdotes miramos la revista diocesana para estar al día de la vida de nuestra Iglesia, noticias, artículos, etc.

    Para todos ellos va dirigida esta sección de Liturgia: para aprender en algunos casos, desterrar malos hábitos o usos en otros casos; recordar lo ya aprendido, o comprender mejor el sentido de algunos elementos o las rúbricas que determinan cómo se realiza algo. Es una formación permanente y actualizada según los libros litúrgicos, tanto para fieles como para los mismos sacerdotes. Y es que esa es una de las funciones de cualquier Delegación diocesana de Liturgia: formar, enseñar, preparar. ¿Por qué no habría de aprovecharse la revista diocesana, la edición digital que a tantos llega?

    Ya en algunas diócesis, en sus respectivas revistas diocesanas, algunos colegas Delegados diocesanos de Liturgia escriben, y me sirvieron de inspiración o modelo.

    En “Iglesia en Córdoba”, la página se titula “Vivir la liturgia”, con un artículo de formación y después un recuadro (como en la revista de la diócesis de Málaga), titulado “¿Sabías que…?”, abordando una rúbrica y explicando cómo realizarla y qué sentido tiene. Servirá de mucho a largo plazo para revisar y recordar rúbricas y entenderlas mejor.

     No es fácil esto, no. ¿Por qué? El artículo de fondo no debe superar las 400 palabras y cuesta ajustarse a un límite. Y según las indicaciones de la magnífica Delegada de Medios de mi diócesis, que de esto entiende como buena periodista, el lenguaje debe ser positivo, propositivo, ya que la ironía (¡con lo que me gusta!) puede ser apta en un blog personal pero no en un medio institucional, en el cual el lector puede que no la interprete bien.

      Es enseñar, formar, asentar principios, semana tras semana, desmontando lo que muchas veces está mal construido, con paciencia infinita. Y hacerlo siempre con los documentos de la Iglesia en la mano, con las normas litúrgicas de la Iglesia, que son siempre la referencia, y nunca los gustos personales o la creatividad salvaje.

    A ello vamos, con ello empezamos en esta semana.

   En la web aquí está la revista, y en formato pdf también.