Ejercicio de elevación, ¡para arriba siempre! (Notas de espiritualidad litúrgica - VI)

elevarse     Demasiado acostumbrados estamos, en la educación y en cualquier ámbito de la vida civil, a ir rebajando exigencias, alturas, contenidos, excelencias, para no subir nunca y superar la vulgaridad, el nivel bajo, la mediocridad en todo. En vez de ayudar a comprender, esforzarse por subir y mejorar, enriquecerse, se baja todo.

     El nivel académico se va bajando, evitando la supuesta frustración de los alumnos más torpes o vagos, y en vez de enseñar a estudiar con rigor y método, se permite pasar de curso con asignaturas suspensas. Ya no es el esfuerzo y el mérito lo que se recompensan. Es el igualitarismo medido por abajo. 

   No se premia ni se valora la excelencia, la calidad, el mérito, por el contrario, se castiga, como si fuera eso lo que creara desigualdad por destacar. Molesta el brillo de los demás porque descubre la mediocridad grisácea de los otros: se prefiere lo mediocre, apagado, anodino, casi borreguil, fácil de dirigir y manipular.

    Algo así se da en la Iglesia. En vez de elevar al pueblo cristiano, por la catequesis, la predicación, la enseñanza, se le mantiene en niveles bajísimos de cultura cristiana, de formación espiritual, degradándose. Se le llama “pastoral” a todos los intentos de torpe adaptación, dando por hecho que “la gente no se entera de nada”, en vez de ayudarlos a una mayor altura y profundidad. ¡Cuántas veces en la liturgia, en vez de elevar, vulgarizamos con moniciones, teatros inventados, etc.! No nos molestamos en enseñar pacientemente y predicar, sino en adaptar rebajando contenidos.

      Ante esa mentalidad, la espiritualidad litúrgica parece de unos pocos, de unos escogidos; la pastoral –su falsificación, mejor dicho- no se para ni se entretiene en educar en la espiritualidad litúrgica, en su vivencia, en su sabor, en su mística. Todo tiene que ser vulgar y rápido, adaptado a todos, impactante, simpático, emotivo, superficial.

     Pero la verdadera pastoral eleva al pueblo cristiano, lo nutre, le enseña, lo acompaña por otros caminos mejores, con suma paciencia y esfuerzo. No adapta rebajando, sino enseña a comprender y vivir. Y así, una auténtica pastoral digna de este nombre llevará a los fieles, a las almas cristianas, a una vida sobrenatural en la gracia, nutriéndose de la espiritualidad que mana de la liturgia.

  La espiritualidad litúrgica –que es para todo hijo de la Iglesia- requiere ajustarse a la liturgia, entrar en ella, porque es la objetividad del culto a Dios:

   “El culto litúrgico tiene un carácter eminentemente objetivo. Es decir, conforma su estructura interna y sus medios de expresión a las exigencias del objeto hacia el que tiende, no al sujeto a quien debe dirigir y a quien de hecho educa y moldea según esta manera de ser conforme al objeto del culto. La liturgia es camino que, por el ordenamiento cultual, conduce a Dios” (Brasó, Liturgia y espiritualidad, Barcelona 1956, 214).

    Entonces es cuando entendemos el auténtico concepto de “participación” y no su versión adulterada (la que lo define como hacer cosas, intervenir, etc.). Participar es, espiritualmente, de verdad, unirse y entrar con el corazón en esa gran oración que es la liturgia de la Iglesia, en la Misa, en el Oficio divino, en sus sacramentos y sacramentales:

     “Todos los que quieren participar en la oración litúrgica deben integrar su personal individualidad al sujeto propio de la oración pública, que, como acabamos de indicar, no es otro que la Iglesia. Para ello es menester introducirse en la mente y en la voluntad de la Iglesia orante, adaptando a ellas la propia mente y la propia voluntad que así quedan concretamente conformadas con la norma objetiva de la oración litúrgica. Para poder realizar esta adaptación interior del individuo al espíritu de la oración de la Iglesia es preciso conocer antes cuál sea la actitud cultual de la Iglesia en cada caso concreto, para lo cual se hace necesario un medio externo que la manifieste” (Brasó, p. 215s).

    Para ello, imprescindible, una buena y sólida iniciación a la vida litúrgica (en catequesis, en predicación, en retiros parroquiales, etc.) que dé a conocer y gustar los medios por los que la liturgia se realiza y se expresa: explicar los gestos litúrgicos y las posturas corporales, qué significan, cuándo se hacen…, desgranar los ritos paso a paso en cada sacramento, antes o después de su celebración, al estilo de la mistagogia de los Padres, dar a conocer el año litúrgico, sus partes, su estructura, su leccionario, su espiritualidad… así como trabajar espiritualmente los formularios litúrgicos.

     La liturgia, según la Sacrosanctum Concilium, se desarrolla “per ritus et preces” (SC 48) es decir por ritos y plegarias, oraciones. Éstas expresan la fe de la Iglesia en lenguaje orante. Son textos dirigidos a Dios, con lenguaje propio, con una expresión correcta y solemne, que nutren al alma que se acerca a ellos y los medita.

   Los formularios de la liturgia van a marcar esta espiritualidad; unirse a ellos al ser recitados en la santa liturgia, pero luego ser meditados personalmente y dejar que el alma se empape bien de su contenido y se una a Dios mediante esta asimilación personal, constante, diaria, de la liturgia:

    “Los formularios litúrgicos son, por una parte, expresión del pensamiento de la Iglesia, y, por otra parte, constituyen la norma objetiva a la que debe conformarse la mente del individuo para pasar a formar parte del sujeto de la oración litúrgica” (Brasó, p. 216).

     El paso es dificultoso: de lo subjetivo a lo objetivo, un lenguaje que no es afectivo ni sentimental; se trata de salir de uno mismo y entrar en el universo litúrgico, ¡enriqueciéndose! ¡Y esto sí que es pastoral, profundamente pastoral!

    “Esto no se lleva a cabo sin esfuerzo. Siempre es algo violento superar las propias inclinaciones y disposiciones psicológicas para adaptarse al pensamiento y a la voluntad de otro. Pero, además, las fórmulas externas a las que debemos sujetarnos ofrecen su propia dificultad, debiendo expresar sensiblemente los más elevados conceptos del orden sobrenatural y los más delicados afectos en formas breves y concisas. Estas exigencias de contenido y de expresión se han concretado en un estilo peculiar de las fórmulas litúrgicas. Se hace, pues, necesario conocer sus principales características para poder penetrar mejor y más fácilmente su sentido” (Brasó, p. 216).

   Para este trabajo interior hay que acostumbrarse a que el Misal y el libro de la Liturgia de las Horas no sólo son para la celebración, sino para después también, para el trabajo personal orante.

 

12 comentarios

  
maru
Ciertísima, atinadísima, su reflexión P. Javier. Desde luego, ya hace unos años y seguimos.....que la liturgia se ha ido empobreciendo cada vez más. Muchos pastores se han acomodado tanto...que ya los fieles han asumido que debe ser cortita y entretenida y, por supuesto, a muchos les gusta así, porque es lo que les han enseñado. Harian falta muchos sacerdptes como vd. (Que previamente en sus seminarios se hubieran empapado.bien de liturgia), para que la liturgia fuera bella , hermosa, grandiosa(como tiene que ser), ya que en élla se da culto al Rey de Reyes, nada menos que a DIOS. Mientras la Jerarquía no caiga ''del guindo'', con planes pastorales ''entretenidos, divertidos, sin ir a lo verdaderamente esencial'', no hay nada que hacer.
Siempre mi agradecimientp por tanto como.nos enseña, aunque , lamentablemente, luego no se pueda poner en práctica en muchas parroquias. Espero que siga reponiéndose y que el Señor le agradezca su celo, que no es más que lo correcto, lo que se deberia hacer.

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JAVIER:

Muchísimas gracias. Estoy convencido de lo que he escrito y ojalá subiésemos ya el nivel.
Mi salud recuperándose, pero todo es lento para lo que yo imaginaba o esperaba, como un caracol subiendo al Everest.
Pero, al menos, puedo escribir, realizar encargos del Secretariado Nac. de Liturgia, cosas de formación en mi diócesis, y también, ¡qué alegría!, ir cada día a mi parroquia, sentarme en el confesionario y celebrar la Misa.
15/09/20 10:06 AM
  
Lucía Victoria
Por eso mismo que usted nos cuenta hoy, son de tanto valor los post sobre liturgia que nos regala de forma periódica. No importe si no los comentamos con la misma asiduidad; lo que importa es que nos llegan a muchos y que son extraordinariamente formativos. Y que, de algún modo, van a permanecer en nuestro "haber" hasta que el buen Dios se quiera servir de ellos para hacernos comprender, si ello es posible, el inefable valor de la Santa Misa.
Muchísimas gracias por el esfuerzo que, yo personalmente, intento aprovechar al máximo.

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JAVIER:

Gracias a vd. por sus palabras. Y no sólo es la Santa Misa, es toda la liturgia, sus lugares, ritmos, tiempos, espacios, rúbricas, sacramentos y sacramentales, teología y espiritualidad... es mucha la riqueza y mucho por describir.
15/09/20 1:19 PM
  
Lucía Victoria
Por cierto, si me permite padre, aprovecho para recomendar aquí la aplicación del móvil Eprex Liturgia. Así no hay excusa para rezar laudes o vísperas en cualquier sitio. Está muy bien, además, porque es una aplicación que no necesita conexión a internet para acceder a ella (sí para descargarla en el móvil, claro).
15/09/20 1:27 PM
  
Josep
lo que se dice de la liturgia puede decirse también de las demás obras eclesiales, la catequesis, la formación, el compromiso en el mundo, etc.

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JAVIER:

Sí, sin duda.
15/09/20 1:41 PM
  
Lucía Victoria
Muchísimo por aprender, sin duda.
15/09/20 1:53 PM
  
Cordá Lac
Es de cajón. La igualdad sólo se puede intentar «por abajo».

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JAVIER:

Más que de igualdad, yo hablaba de "igualitarismo" y es bien distinto.
Porque además no entiendo bien esa igualdad "por abajo". ¿Vamos bajando el nivel? "Como no todos tienen acceso a Internet, a partir de ahora se suprime Internet y todos iguales". O "como no todos aprueban con un 5, a partir de ahora se aprueba con un 3 y todos iguales para que no haya aprobados y suspensos".
15/09/20 6:43 PM
  
Manuel Pérez
Me sorprende sobre todo el desinterés por elevar la espiritualidad de los jóvenes, a los que se trata como seres incapaces de cualquier esfuerzo.

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JAVIER:

Efectivamente.
16/09/20 1:16 AM
  
Antonio E.
Chapeau, don Javier. Impresionante y muy para meditar. No encuentro emoji de aplauso. Plas, plas, plas, plas! Muchas gracias y que Dios le bendiga y le sostenga la salud.

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JAVIER:

correspondo al aplauso con saludo afectuoso a la audiencia (jejeje)
16/09/20 11:53 PM
  
Jorge Cantu
Muchas gracias, Padre Javier.

Ojalá despertemos pronto de este letargo que huele a muerte...

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JAVIER:

Es lo que tiene un largo invierno, una larga etapa eclesial muy dura.
17/09/20 7:09 AM
  
Luis Piqué Muñoz
¡Siempre para arriba, al Cielo, al Espíritu ¡Espíritu Santo! al Amor, a la Fe ¡a Cristo! Siempre he adorado el Espíritu ¡Espíritu Santo! y despreciado la Materia, nunca me ha Interesado el afán del Hombre en conseguir Triunfar y Ganar mucho Dinero con su Honrado Trabajo ¡siempre he Trabajado apasionadamente por mi Cuenta, intentando hacer la Voluntad de Dios, pero sin un Trabajo remunerado, con Horarios, Jefe y Salario! Y así me ha ido ¡Ay! encerrado de por Vida en un manicomio ¡parásito sin Libertad! ¡Ay! Pero soy más Feliz que nunca ¡Amo apasionadamente a Dios, que me quiere ¡sin merecerlo! con Locura ¡Loco de Amor! y llevo con Gloria, Honor y Alegría mi terrible y penosa Cruz ¡Viva la Cruz! ¡Viva el Amor! ¡Viva el Espíritu! ¡Viva Dios!
17/09/20 1:39 PM
  
gustavo perez
Qué alegría y cuánta esperanza para la Iglesia con este liturgista esclarecido, claro y directo. Por supuesto que hoy por hoy "los días son malos", como decía san Pablo a los efesios. Desde las colinas vaticanas no divisamos buenos augurios, tampoco esperemos buenos vientos. Los jesuitas no han sido precisamente celebrantes de altura ni menos cuidadosos impulsores de la liturgia.

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JAVIER:

Muchísimas gracias
18/09/20 11:03 PM
  
francisco aragón
Estimado y admirado D. Javier:
Quisiera hacerle una consulta sobre la exposición del STMO. ...

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JAVIER:

He borrado la consulta entera tal y como prefería. Le contesto: Me parece correctísimo lo que se hace en esa parroquia. Ya que el grupo de oración por la tarde es completamente distinto y es una especie de Hora santa. Creo que va en perfecta consonancia con lo que marca el Ritual.
21/09/20 1:53 PM

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