Los valores de la familia y la economía argentina (y de cualquier país)
Hay un argumento en el cual este año espero poder profundizar, pero me atrevo a formular al menos someramente, y es que APOSTAR POR LA ESTABILIDAD DE LA FAMILIA Y POR UNA EDUCACIÓN AFECTIVO SEXUAL EN VALORES repercutiría necesariamente en BENEFICIOS ECONÓMICOS SIGNIFICATIVOS PARA EL PAÍS.
¿Por qué?
Sólo voy a señalar algunos ejemplos:
# Si se promueve una vivencia de la sexualidad basada en la abstinencia hasta el matrimonio -o al menos hasta llegar a la edad adulta- y la fidelidad, se ahorran millones de pesos en campañas de prevención y todos sus “insumos” (preservativos), se ahorran costosísimos tratamientos para las enfermedades de transmisión sexual que proliferan sobre todo debido a la promiscuidad…
# Si se promueve esa manera de comprender la sexualidad -esperar hasta el matrimonio para iniciarse sexualmente o al menos hasta la edad adulta- se evitan los embarazos adolescentes, muchos de los cuales ocurren en contextos de pobreza y acentúan la misma, generando otro tipo de fenómenos que están vinculados, como la deserción escolar de las madres, la desnutrición infantil y los consecuentes problemas de fracaso escolar, las situaciones de abuso a las cuales se ve expuesta de manera mucho más frecuente un niño que no crece junto a su papá y mamá unidos estable y fielmente…
# Si en lugar de implantar chips anticonceptivos y dar hormonas a las niñas desde la pubertad se enseña el valor de esperar, se les ayuda a descubrir la maravilla de la fertilidad y el valor antropológico de los Métodos naturales de Planificación Familiar, no sólo se ahorran millones y millones de pesos en esos fármacos, sino que se previenen muchas enfermedades provocadas en muchas mujeres por los mismos, se “ahorran” millones de pesos en “curar” la infertilidad, provocada en muchas ocasiones por ellos… (será que a los laboratorios esto no les caerá bien, :( …)
# Si se promueve el matrimonio fiel y para toda la vida se simplifican muchísimas situaciones que comprometen la economía de las personas, porque es evidente que un hogar donde papá y mamá conviven, se aman, se cuidan, no sólo es un ambiente sano y saludable para los niños y adolescentes, sino que es mucho más fácil de sostener económicamente que si los papás no están juntos (no es lo mismo sostener dos casas que una, pagar dos servicios que uno, dos autos que uno, etc…, sin hablar de las fortunas que se gastan en juicios -que me perdonen mis amigos abogados que viven de esto, pero lo tenía que decir-)
# Si se promueve el matrimonio fiel y para toda la vida se previenen muchos problemas que afectan directamente a la economía de los pobladores, porque si bien es obvio que no todos los jóvenes de hogares rotos tienen dificultades, es evidente que la mayoría de los jóvenes con problemas de adicciones, depresión, violencia, etc, provienen de hogares rotos… Si a esa situación se añade la pobreza, surgen la mayoría de los casos de delincuencia juvenil. Si se fortalecen las familias, disminuye el delito, disminuye el gasto público en seguridad, disminuye el problema de las cárceles superpobladas, etc.
# Si se promueven matrimonios fuertes que eduquen hijos fuertes y felices, se reduce la frecuencia de trastornos y patologías vinculadas a la salud mental, en cuyo origen existe no pocas veces profundas crisis de los vínculos familiares, o en abortos de bebés frutos de relaciones inmaduras o clandestinas, o en las situaciones siempre repetidas de abandonos conyugales o paternales, etc.
Y así podría seguir enumerando los beneficios que se seguirían para la mejora de la calidad educativa de las escuelas de nivel inicial, primario y secundario, o el ahorro en materia de inversión educativa por la disminución de el fracaso universitario, etc, etc, etc…
Con esto no quiero decir que se obligue a nadie a vivir estos valores, ni mucho menos “castigar” a quien opine o viva diferente.
Simplemente digo que con sólo “dos dedos de frente” podemos darnos cuenta de que la promoción de una sexualidad vivida en la madurez y por amor y de matrimonios unidos en fidelidad para toda la vida traería beneficios innegables a la Argentina.
Es obvio que lo más importante no es la economía: cada persona tiene un valor y una dignidad casi infinita.
Pero como a los argentinos parece que sólo la economía nos importan al momento de analizar la política, me parece que estas ideas pueden arrojar una mirada interesante…
P. Lendro Bonnin
PD: Por favor, si alguien está en desacuerdo, le pido que emita argumentos, no agresiones.
PD 2: Está claro que no quiero con estas palabras ni condenar ni hacer sufrir más aún a quienes ya han sufrido estas rupturas. A cada uno trato de ayudar consolando, animando y alentando. Mis reflexiones son siempre “hacia adelante", pensando en la nueva Argentina que soñamos.
2 comentarios
Pero resulta que quienes la promueven son los dueños del Poder Internacional del Dinero, y ellos no tienen problemas de fondos.
Solo pongo esta noticia, atendiendo que la mayoría de los argentinos son católicos y el 70% utiliza castigos físicos contra sus hijos, habrá una gran parte que de estos que compartan ambas condiciones, argentinos, católicos e inflingidores de daños físico a sus hijos, con lo cual queda desmontada su hipótesis de que la familia es el jardín del edén, importante pero imperfecta.
Hay muchos padres que son inválidos emocionales y por tanto así es como están educando a sus hijos, esperemos que entre esos niños haya suficiente sabiduría e inteligencia como para salir del agujero emocional al que sus padres están abocando.
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