Apostasía colectiva en Argentina: Una carta
Amigo:
Me contaron que decidiste hacer tu apostasía de la Iglesia católica.
Que ya sacaste tu turno, y que esperás ansioso el día en que por fin puedas sacar de tu vida la pertenencia a esta terrible institución.
No pretendo hacerte cambiar de decisión ni mucho menos presionarte. Sólo me mueve el deseo de que lo que hagas, lo hagas sobre la verdad, y no sobre el error y la mentira.
Calculo que te dijeron, como leí por ahí, que al hacer la apostasía “le estás sacando poder a la Iglesia, la cual cobra dinero por cada bautizado, como si fuera un afiliado".
Cuando leo frases comos esas, te juro que se me aparece en mi imaginación la musiquita que oía antes de los dibujitos cuando era niño, que acompañaba la frase: “fantasías animadas de ayer y de hoy, presenta…". No es verdad. Te están engañando. Eso no existe en nuestro país. En otros lugares del mundo las personas eligen libremente dar parte de sus impuestos a una religión, iglesia o institución, pero ese sistema no está en la Argentina.
Tal vez no te mueve esa primera motivación, sino que te convenciste de que es un horror pertenecer a una institución que es la suma de todos los males de la historia. Una institución compuesta en su totalidad de manipuladores, asesinos, mafiosos y pedófilos.
Obviamente, si eso fuera verdadero, yo también pediría la apostasía.
Y claro que en la Iglesia han existido y tal vez existen miembros que son manipuladores, asesinos, mafiosos y pedófilos. Pero no es justo optar por la parte y olvidar el todo.
A lo largo de toda la historia el pecado ha herido y ha manchado el rostro de la Iglesia, pero también ha existido y existe mucha, muchísima santidad.
Seguro te contaron de Constantino y su maquiavélica unión del poder religioso y el civil al servicio de su imperio, pero seguramente no del heroico subsistir de los cristianos antes de él, de la revolución cultural que los cristianos generaron en el interior de una Roma corrompida en todas sus facetas.
Seguro te hablaron de la Alianza entre el trono y el altar en el medioevo, pero no te contaron de la gesta de los benedictinos conservando la cultura clásica ante la destrucción de los bárbaros, ni la conversión e integración de pueblos violentos en lo que hoy es Europa, gracias a la fe.
Seguro te instruyeron largamente sobre los truculentos detalles de la oscurantista edad media, del horror de las Cruzadas, de las torturas de la Inquisición, de la opresión de la mujer… pero no te contaron sobre el surgir de la ciencia moderna y de la universidad en la Iglesia, de la poesía de San Bernardo de Claraval, de la vida evangélica de San Francisco de Asís, de la apertura de mente de Santo Tomás y y del genio femenino multifacético de Santa Hildegarda de Bingen…
Te contaron de masacres de indígenas y de guerras de religión en el Renacimiento, pero no te contaron de la gesta de los jesuitas en sus reducciones ni de los religiosos defensores de los indios frente a ciertos conquistadores inescrupulosos, del surgimiento de los hospitales y manicomios, de la explosión polícroma de la cultura en todas sus facetas bajo el influjo de la fe.
Te hablaron de la Iglesia y las dictaduras, de la Iglesia y el nazismo, de la crisis de la pedofilia en el siglo XXI, pero no te contaron de la obra de Don Bosco, de Don Orione, de Maximiliano Kolbe y los mártires en cada revolución, ni de la obra de la Iglesia en África y en todo el mundo en innumerables obras sociales, ni de la lucha a brazo partido contra el mal horrendo del abuso de menores, lucha que no tiene parangón en otra institución actual.
Yo jamás voy a defender lo indefendible, pero sí, permitime, exponer lo oculto. Lo que te están ocultando, porque -sobre todo si sos adolescente- quieren manipularte.
Pero lo más importante, amigo, es lo que quiero decirte ahora.
Si vos querés, te otorgaremos la apostasía, según lo pedís.
Pero tu nombre nunca dejará de estar escrito en el corazón de Dios y en el corazón de la Iglesia.
Y el día en que necesites, no lo dudes: te vamos a recibir con los brazos abiertos, con una enorme sonrisa y con lágrimas de alegría. Cuando estés con un familiar internado en terapia intensiva, cuando hayas perdido un hijo o a tu padre y necesites una palabra de consuelo, cuando tu hijo adolescente tome un mal camino y no sepas ya a donde acudir, cuando sientas miedo, vergüenza o angustia y no tengas con quien hablar, cuando necesites ser perdonado porque la culpa ya no te deja vivir… te estaremos esperando.
No nos vamos a fijar si tu nombre está en el libro o no, porque Jesús nos envió para ser amigos de todos, abrazo y caricia para todo dolor, lo padezca quien lo padezca.
Nos envió para ser Iglesia Madre, Iglesia Maestra, Iglesia samaritana. Con nuestras miserias, intentamos hacerlo, aunque te digan lo contrario.
Porque el poder de la Iglesia no está en su número de miembros ni en el dinero, sino en el AMOR.
En el amor de Dios que nos sostiene y nos mueve.
Ese amor que le ha permitido y le permite subsistir en medio de regímenes totalitarios, en países musulmanes, en la pobreza y el destierro, y en esta Argentina que nos duele pero que amamos con todas nuestras fuerzas.
26 comentarios
Tontos de capirote si creen que la Iglesia es Sportivo Barracas "ehh, gato'h ¿PerditeS el "acenso" a la C en el "ortogonal"? ¡Chau, loco'h, te rompo'h el carné, te rompo'h...? ¡Ahora, me hago hincha de Riestra! ¡Te curtí'hs, gilazo!¿qué onda'h, gato'h?"
¿Se van?¡Chau! Pero NO manden fruta: Con toda la "fruta que mandaron" contra la vida, en los últimos tiempos ¡Sobra para alimentar China un siglo! La Iglesia (Sepan los adoradores del sur del ombligo, Narcisos de maceta de monoambiente) es de Cristo.
NO ES UN CLUB, ni una ONG (Como la$ que e$pon$orean genocidio$): Es sufriente, peregrina, mártir, hospitalaria, combativa, sanadora, compasiva, rígida, piadosa, militante aquí en la tierra. Es Iglesia del Señor de los Ejércitos. Ejércitos más numerosos que todas las estrellas del firmamento: Ángeles, Santos, MÁRTIRES (que no accidentes).
La Iglesia no es solo un montón de piedras con campanario, ni un "sello 'e goma" (como dicen en el comité). No tienen idea -los desgraciados- de la realidad sobrenatural a la que pertenecemos los que, por, con y en Cristo, somos parte de ella, la Esposa del Cordero; los que en ella queremos perseverar para siempre.
Los 'renunciantes' son gallinas que se creen cóndores, y sólo cag... el palo del gallinero de noche, libradas a la piedad de las comadrejas.
Roguemos por su conversión. De sus AMOS se encargará el Señor: "¡Más les valdría atarse una piedra al cuello y arrojarse al mar!"
P. Leandro y todos (Curas y laicos) los dóciles al Espíritu, que defienden la vida, desde su lugar (La Parroquia, una plaza, la escuela, los debates, el escaño, el hogar), mi gratitud y oración.
P.D.
EL DERECHO DE VIVIR NO SE DISCUTE, NO ES "DEMOCRATIZABLE". SE DEFIENDE. SE RESPETA. HAY UN DIOS, CREADOR DE LA VIDA, QUE JUZGA Y CASTIGA.
¿Se van? Cierren la puerta, hay chiflete ¿Vuelven? toquen timbre y pasen, que afuera hace un frío mortal...
En esta carta también, se señala la disposición de la Iglesia al perdón a quien acude en su ayuda, a veces no encontramos en los momentos difíciles de nuestra vida que los hay, quien nos consuele, nos anime a seguir adelante en medio de las dificultades, como es la Iglesia de Jesucristo a través de los sacerdotes.
Mi felicitación a D. Leandro, por esta carta a los jóvenes argentinos y por extensión a toda persona dispuesta a escuchar tan sabios consejos y orientaciones. Seguro que harán mucho bien. ¡¡¡Que Dios le bendiga!!!
Pero fantástica la carta. Por todo lo que dice es por lo que hay muchos ateos y alejados de la Iglesia que nunca, y así lo reconocen, podrán apostatar al menos culturalmente de la Iglesia. En honor a la cultura y al ingenio humano, y aunque solo fuera por eso y por nada más, la Iglesia merecerá siempre un lugar de honor en la Historia. A ninguna religión se le debe tanto.
Estamos cayendo en hablar de los que nos critican y qué? Cambia tu o diles que cambien o que se escapen, pero se tendrán que encontrar con su pecado.
Saludos y misión evangelizadora para acceder al Padre.
La apostasía esta presente, en mano de hombres, es hora de revestirnos con la armadura de Dios, para que El con nosotros presente el buen combate.
¿Como? Solo Dios lo sabe, no tengamos miedo al misterio, si queremos la parusia.
Mateo 5,14 Ustedes son luz para el mundo. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro.
Padre Leandro Bonnin, gracias por ser luz.
Sólo le faltó un pequeño detalle:
Hablelé, recuerdele, a los millones de Mártires del siglo II, del III, ....del XX y del XXI, en Europa (ESPAÑA, ALEMANÍA, LA URSS, ETC).
Cuéntele la historia de SAN MAXIMILIANO KOLBE, de la "menudencia física y grandiosa de alma" de LA MADRE SANTA TERESA DE CALCUTA).
Pregúntele si el tendría agallas (en español castizo.."gónadas o co..".para hacer algo parecido, siquiera en una milésima parte. Si dice que si, pues que apostate, pues la mentira es el 8º Mandamiento.
Con todo mi afecto por su esplendido español y su claridad expresiva.
PAZ Y BIEN.-
ANDRÉS ORTEGA.-
qué detalles considera truculentos de la edad media? Piensa que fueron un horror las Cruzada, y la Inquisición?
Excelente artículo!
Hemos vivido -cómo tantos- una batalla donde de buenas a primeras salieron todas las pastorales y las falencias que muchos cristianos no conocíamos.
El nivel de justificación de su carta lo conocí hace muy poco por otros curas y coincido con el inmenso aporte de ns Iglesia al mundo, pero no con la falta de una auto-crítica de solo un repaso histórico -siempre abreviado- que nunca llega al rol de nuestro clero en la vida contemporánea.
Ante mis planteos he recibido tanto el silencio cómo una postura de parcialidad manifiesta: Eso me llevó a estudiar en profundidad la historia nacional de ns Iglesia desde un libro del Presbítero García Loydi. Recién luego, analizar información más cercana con un buen chequeo de casos.
Dejando de lado la horrorosa pedofilia, encontré conductas y hechos concretos (no en Clarín) que también sé que vienen del malo.
Pero lo que me lastima profundamente es un subyacente auto justificarse con resultados positivos: "el fin justifica los medios"...siempre contrario a nuestro catecismo.
Insisto en la urgente necesidad de AUTOCRÍTICA profunda, partiendo cómo dice San Pablo en su Carta a Tito, del cómo deberían ser y actuar nuestros Obispos ó máximas autoridades.
La “Apostasía Colectiva” es un doliente ataque mediático, pero la realidad es peor. Desde que volví a misas frecuentes, hace 5 años, no veo ni la sombra de los Laicos que compartíamos en las misas del cura Broilo en Tres Arroyos en los 70, que sin aportes ni padrinos del poder ya había hecho una gran cantidad de casitas en los “Ranchos de la Virgen de Lujan”.
Sin duda debe haber sido un ejemplo muy sólido y seguro un reflejo de sus superiores. Mi padre se se bautizó de grande y en ese contexto y allí Dios nos regaló una familia de fe.
No piensas que algo grave ha pasado en nuestra propia familia para llegar donde estamos???...y buscar por el lado que acompañamos el desvío propio de la sociedad es el huevo o la gallina.
No podremos recuperarnos sin una verdadera AUTOCRÍTICA, partiendo de los resultados o frutos cómo nos marca el evangelio. Si no revisamos la viga de nuestro ojo no veo cómo vamos a convencer a algunas de las almas más perdidas que nosotros y que hoy nos atacan con fiereza.
Un abrazo y se tome con la sincera intensión de corregirnos mutuamente que me impulsa. Gracias!
Se necesita un chivo expiatorio que cargue con todos los males para alimentar la utopía de que si acabamos con él el mundo se convertirá en el Paraíso Terrenal. Estoy segura que estos aspirantes a apóstatas están convencidos que después de apostatar serán mejores por el mero hecho de haberlo hecho.
Ha habido grandes pecadores que nacieron católicos y apostataron de otra manera, pero a ninguno se le ocurrió pedir un papel que confirmara su apostasía, se limitaron a decir que estaban fuera de la Iglesia y punto. Esto supone una rabia visceral y una ideología fundamentada en el odio a la Iglesia, como la de Hitler se sustentaba en el odio a los judíos o el comunismo en el odio a los burgueses (lucha de clases).
¿Conocerán los pretendientes a la "apostasía" lo que piensan repudiar?
¿Nunca reflexionaron que "abusus non tollit usum" (= el abuso no quita el uso)?
Así que, estupenda carta, recordando compendiosa y lúcidamente, que la Iglesia no es la cloaca, que pretenden presentar tantos ignorantes crasos, que con total aplomo inventan lo que desconocen del todo.
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