El satanismo y su implantación entre adolescentes y jóvenes
“Una ex compañera de clase decía que estaba enamorada de Satán, llenaba las paredes con su nombre y algunas veces puedo aseguraros que parecía poseída. Una vez, en clase de religión, mordiendo un pilot de color azul se tiñó toda la lengua y daba voces gritando: ¡Satán me ama, me ha dado un morreo!, fue expulsada de clase”. Lo leemos en un artículo de Mar Velasco publicado en Religión en Libertad, que reproducimos aquí.
No ha sido necesario ir muy lejos para encontrar un texto como éste en Internet. Está recogido de un foro al que cualquiera puede tener acceso desde un buscador. Los mensajes continúan: “busco un grupo de personas que son de una secta llamda SDD (Seguidores Del Diablo)…”. “Estoy buscando músicos para formar una banda de rock belzebúzica. Con actitud y sin temor a la autoflagelación pública, Proyecto serio”. Son mensajes que distan mucho de tratarse de una verdadera “amenaza satánica”, pero sirven la menos para hacerse una idea de ésta situación.
Ritos en grupo
El padre José Antonio Fortea, sacerdorte y especialista en demonología, explica que “los chicos suelen comenzar con el espiritismo y siempre en grupo. Muchos empiezan incluso en primaria. Más adelante se animan a comprar algún libro que les interesa, sobre ocultismo o esoterismo.