Manuel Guerra actualiza el Diccionario en el que describe 1.500 sectas
La Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) incluye, en sus novedades editoriales de abril de 2013, la quinta edición del monumental Diccionario enciclopédico de las sectas, escrito por el sacerdote burgalés Manuel Guerra Gómez, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). La primera edición de su Diccionario fue publicada en 1998, cubriendo un vacío en español. En sucesivas ediciones ha ido actualizando y completando la vasta información recogida en sus páginas, que en esta versión de 2013 llegan a 1.112, tal como informa la BAC.
¿Qué es una secta? Uno de los méritos de esta obra consiste en haber formulado su definición tras exprimir las notas definitorias o comunes a las casi 1.500 (la mayoría implantadas en España e Iberoamérica) descritas en este diccionario y presumiblemente a todas las demás. El autor usa «secta» en su acepción técnica, no en la vulgar, que está cargada de connotaciones tan peyorativas que tiende a identificar acríticamente «secta» y «secta destructiva», a pesar de que estas últimas, es decir, las que «destruyen» a las personas o «dañan» gravemente su personalidad, no llegan al parecer al 10% del total.
En esta obra, publicada en la colección “BAC Maior", aparecen dispuestas alfabéticamente las sectas religiosas, mágicas e ideológicas, las biografías de sus fundadores, así como, en y desde las sectas mismas, las realidades y cuestiones más importantes de teología dogmática, morales, sociopolíticas, psicológicas, filosófico-vitales, y otros temas complementarios. Trata también de averiguar las causas de la existencia y proliferación de las sectas y de señalar sus remedios. Ayuda a descifrar las claves de las corrientes, generalmente subterráneas, del pensamiento, acciones y movimientos contemporáneos.
La editorial ha divulgado en su página de Internet las primeras páginas de la obra, donde pueden leerse los prólogos del autor: los de la primera y tercera edición, y el de esta quinta edición revisada y aumentada. En él, Manuel Guerra afirma que las cinco ediciones de este voluminoso y «pesado» diccionario en 14 años muestran que llena un vacío y que acertaron tanto su autor como la editorial BAC al arriesgarse en su publicación sobre una temática y realidad tan proteica como la de las sectas de existencia siempre variable, prolífica y nunca solitaria o aislada. Acertó San Ireneo (Adversus haereses 1,29,1 SCHr 264, 358) al referirse a ellas con la fórmula paranomásica en español: «sectas setas».