El auge de sectas y charlatanes en las Islas Baleares
Policías y asociaciones contra sectas se muestran sorprendidos y preocupados por la intensa actividad en Ibiza de grupos de similar parafernalia que las sectas, en ocasiones relacionadas con algunas de las más conocidas, y que ofrecen desde terapias con meditación hasta la recuperación de «la actividad de los filamentos de ADN a través de la corrección emocional», según relata hoy el Diario de Ibiza en un artículo titulado “La era de los charlatanes".
Según explica Cristina Amanda Tur, los expertos aseguran que las islas, tanto Canarias como Balears, son lugares «muy apetecibles» para encuentros y retiros de grupos que ofrecen terapias alternativas, algunos vinculados a sectas y que normalmente no son más que estafas. Tanto el esoterismo como la magia y cualquier forma de terapia alternativa representan un negocio lucrativo en tiempos de crisis. Hay más personas confiando en la ayuda que les puede prestar un brujo, un astrólogo, un mago o un simple sanador que les arregla el aura que confiando en un psicólogo o en un médico. En tiempos de crisis, hay quien, más que saber qué le pasa y lo que debe luchar para salir adelante, prefiere que un adivino le diga cuándo saldrá del agujero. Así resumen el problema los expertos.
«La crisis agrava el fenómeno, sin duda», asegura un inspector de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía que lleva quince años investigando sectas en España y que se ha mostrado asombrado al constatar la proliferación de anuncios que hay hoy en Ibiza relacionados con las terapias alternativas. Este inspector recuerda que estos grupos son negocios que funcionan sin dar recibos y sin pagar impuestos y considera que «atacar por ahí» podría ser la forma de evitar que el problema siga aumentando. Él ha encontrado, entre las fotografías de anuncios que se le han enviado desde la isla, grupos que podrían estar relacionados con sectas como la Asociación Holosófica de España, Nueva Acrópolis y Osho, aunque también hay que añadir que la influencia de alguna de ellas está tan extendida y es hoy tan normal que sus libros pueden encontrarse hasta en bibliotecas municipales como la de Vila (es el caso de Osho).